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El día estaba demasiado frío para estar en verano o, por lo menos, así lo sentía JiMin. Acomodó su chaqueta para que cubriera una mayor parte de su cuerpo, pero le era inútil. Los pasillos se habían vuelto enormes frente a sus ojos. Quería encontrar a TaeHyung y largase del lugar de una vez.

El amargo sentimiento lo había acompañado en la totalidad del día, pero era ínfimo. Cuando notó que las clases del día se habían acabado, fue cuando sus piernas flaquearon y quisó volver lo más pronto posible a su hogar.

Se sentó en una de las banquitas de la entrada y esperó por su novio. Le había enviado un mensaje de que iba en camino y que no se preocupase. JiMin sólo resopló.

— JiMin.

El nombrado, quien aún mantenía su vista fija en su teléfono, levantó su rostro al sentir esa voz tan cerca. Sabía de quien se trataba.

— Hola. — Fue lo único que pensó en decir.

El chico que estaba frente a él le miraba con una sonrisa inocente, como si el día anterior no hubiera pasado nada y todo fuera un error de tiempo por parte de JiMin. Park dudó.

— TaeHyung tenía clases en las salas que están al final del campus. Toma algo de tiempo llegar hasta acá. — El menor acarició su propia nuca y sonrió de medio lado mientras hablaba.

— Lo sé, de hecho intenté hacer tiempo caminando lento. — Respondió el rubio, para luego apretar sus labios. No era común que el castaño le hablara y pensaba que aquello tendría menos posibilidad después de lo ocurrido.

— ¿Ocurre algo? — Se atrevió a preguntar Jeon, ya que las expresiones que daba el bajito novio de su amigo lo estaban desconcertando. Era como si no le cayera bien.

— En realidad...

Una gruesa voz llamando su nombre interrumpió sus palabras y la conversación. Era TaeHyung quien se aproximaba a paso rápido con su mochila colgada en un hombro — la cual se balanceaba de un lado al otro — y una pequeña bolsa de papel, la cual mantenía afirmada con fuerza. Al llegar donde JiMin se encontraba, lo saludo con un corto, pero intenso beso en los labios, robandole un suspiro. JiMin le sonrió dulce.

— Amor, hoy en la mañana una señora estaba vendiendo brazaletes y te compré uno. — Tae le entregó la pequeña bolsa a su novio, el cual la abrió de inmediato, obviando la atenta mirada del menor de ambos sobre ellos.

El brazalete era plateado y del largo y grosor perfecto. Lo colocó en su muñeca con destreza, notando que lucía excelente con esta y lo pequeña que era su mano.

— Me encanta, mi amor. — El rubio se levantó de su puesto y cruzó sus brazos en el cuello de Kim, para así darle un beso como agradecimiento. Antes de que se alejara, Tae lo estrujó suave entre sus brazos.

— Chicos, creo que mejor me voy. — Jeon soltó cuando notó que la pareja no pensaba separarse en un buen rato.

— Puedes irte con nosotros si quieres — JiMin ni siquiera sabía como esas palabras habían escapado de su boca ni en qué estaba pensando. Mordió su labio en respuesta.

— JungKook toma el autobús en otro lugar, JiMinnie. Recuerda.

Se quiso golpear ahí mismo. Fue como si su cuerpo decidiera actuar por si mismo y sin preguntarle.

— Cierto. Tu regalo me dejó un poco despistado. — Se excusó, terminando por volver a apretar los labios.

TaeHyung se despidió de JungKook de forma rápida y común, con un hasta mañana y un apretón de manos. Cuando el turno de JiMin llegó, su estómago se apretó y sintió el tiempo caer lento mientras se acercaba. JungKook tomó su mano y sintió un calor que antes no había sentido, causando que sus mejillas se tiñeran de rojo. Sólo fue un apretón de manos, pero las sensaciones que se repartieron por los cuerpos de ambos sujerian otra cosa.

— Hasta mañana, JiMin. — El mayor asintió, al momento en que soltó su mano y caminó rápido en donde lo esperaba su novio.

Definitivamente, no podía confiarse de Jeon JungKook.

🐏

Hola.
Saben que conmigo las cosas funcionan lento🐣
Gracias por leer💕

wasn't me × vminkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora