— Nos vemos! Cuídense! — Shoyo agitaba su mano, mientras las siluetas de sus padres se alejaban. Una noche de invierno, tan helada como ella sola y la brisa llena de hielo. No le gustan las noches así, nunca le han gustado, el porqué?. No lo sé, no son de su agrado y ya.
Ese día era el aniversario de sus padres y estos iban a salir, dejando a la pequeña con su hermano y el........................
Muy tarde en la noche, una llamada había despertado a su hermano. Sólo escuchó el sonar de el teléfono, la voz de su hermano y un silencio, un gran silencio.
Su hermano era una persona muy dura, le resultaba muy difícil llorar y mucho más, poder sentir tanto aprecio hacia alguien.
Pero al verlo entrar por la puerta de su cuarto, le hizo ver un lado de el que, nunca le había mostrado a nadie. Desconsolado este le dió la noticia: sus padres habían sufrido un accidente de vuelta a casa.
No lo iban a pensar dos veces para ir al hospital donde, sus progenitores, eran intervenidos de urgencias.¿4 horas quizá?. Algo así, había durado la cirugía de su padre. La condición de su madre era delicada. La policía les había dicho que la mujer estaba consciente al momento de el choque. O mas bien, al momento que el auto dio vueltas y vueltas.
Pero su padre no, había perdido el conocimiento tan solo recibir el impacto.
Entonces por ende, su padre había quedado con riesgo vital. Es más, los médicos no le pasaban mas de 12 horas de vida.
Ojalá hubiese durado esas 12 horas, para al menos poder despedirme de el, decirle lo mucho que lo amo y cuanto lo voy a extrañar.
Pero solo vivió, si así se le puede llamar a una tortura donde no estás consciente y te encuentras atado a una camilla de hospital, 4 horas.
4 horas. Nada mas ni nada menos. Dios.....Sólo les quedaba tener fé, para que su madre estuviera bien.
— Pero al llegar a su habitación... Ella no nos reconoció y comenzó a gritar: ¡Yo no tengo hijos!....
Le tuvimos que mentir.
Claro que no somos tus hijos, somos unos parientes tuyos, te vinimos a ver.
— Y así estuvimos por un tiempo, le decíamos que ahora iba a vivir con nosotros y que la íbamos a cuidar. Pero...
A mamá le había gustado Natsu, la quería tanto como cuando recordaba que era su madre. A veces, la dejábamos que cuidara de ella. Nat le decía mamá, pero ella sólo reía y decía que no sabía donde estaba su madre, pero que la iba a cuidar.
Un día habíamos llegado de la escuela y no encontrábamos a las chicas jugando, como de costumbre. Las comenzamos a llamar pero nada. Quizá deben estar durmiendo, así que decidimos subir... Al llegar al tercer escalón... Un camino de gotitas de sangre nos guió hacia, lo que sería, la perdición para todos, pero mas para mi hermano.
Mamá había matado a Natsu.
El pequeño cuerpo de esa carismática niña, ya sin vida, estaba tirado en la esquina de su cuarto. Irreconocible. Si no es por su ropa, no sabría que era ella.Después de ese suceso, la mujer fue llevaba a un centro de enfermos mentales, ya que, se había vuelto totalmente loca.
Su hermano nunca la iba a ver, pero el, si. Todavía amaba a su madre, a pesar de lo que había hecho.Su hermano había dejado los estudios para cuidar de el y se había vuelto un borracho.
Pero Shoyo le seguía ayudando. Y esa era la razón por la que se metía con los profesores....— Y como verás... Estoy totalmente sólo... — murmuró el de cabellos anaranjados, inclinando la cabeza, sintiendo la tristeza de recordar todos aquellos lamentables sucesos.
— Ya no lo estas... Que acaso no te prometí que te iba ayudar?.... — Tobio se acercó a este y le estrechó contra su cuerpo, pudiendo sentir como el pequeño se ponía rígido ante ello — No te haré más daño... Relájate....
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He vuelto a aparecer! :> 🍭
Perdón si no actualizo muy seguido, pero es que las vacaciones están muy cheveres kwjdjsj y solo me queda un mes para volver a mi tortuoso liceo):💔Espero les guste 💘
§Sora-chan§
PD: sufro, mi audífono derecho se echó a perder y creo que ya he cambiado mas de 12 veces de estos aparatos y todos son una mierda >;'V
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No sabes nada, absolutamente nada.
Fiksi PenggemarLas noches son frías, al igual que su actitud y su caminar. El día es cálido, igual que el pequeño. El sol tiene toques naranja y amarillos, como sus cabellos. Pero el invierno cae sobre sus presencias y uno de ellos se tendrá que adaptar. "No sa...