4.- Downtown

15 2 0
                                    

"¡¿Qué hago?! ¡¿Así voy a morir?! No, no puedo permitir que mi muerte sea tan estúpida solo por quedarme quieto como un idiota frente a una grotesca bestia que quizás me aplaste como un insecto y devore mis entrañas... No, no puedo permitirme una muerte así, debo huir, ¡DEBO SALVARME!"

Poco a poco iba alejándome de esta criatura, sin quitarle la vista de encima mientras esta, tiraba a aquél cadáver hacia el nido del perro, parecía como cualquier alimento que le lanzas a un animal de la calle para que se la devore, ya que apenas el cuerpo incinerado tocó suelo, el can apareció en un instante y hartándose con el mayor gusto y de lo más asqueroso a aquel humano que parecía aun seguir vivo por las intensas contracciones que tenía mientras cada mordisco arrancaba partes de su ser... No me di la vuelta, seguí observando aquella horrible pesadilla mientras caminaba lentamente de espaldas para vigilar todos los movimientos de aquellos monstruos, pero desgraciadamente es cierto lo que pasan en las películas... Pisé una maldita rama que crujió revelando mi posición.

La bestia volteó inmediatamente y notó que no estaba solo, rugió fuerte y se alzó de su lugar, el perro seguía distraído cenando, pero aquella horrible criatura no estaría tranquila; corrió utilizando sus brazos y manos como transporte ya que sus pies no respondían a nada, inmediatamente yo, sin necesidad de verlo venir hacia mí, huí y corrí como si mi vida dependiera de ello, bueno... literalmente dependía de ello. Me adentré al bosque esperando poder encontrar donde ocultarme de aquella criatura y pensando que por su peso, yo correría al menos un poco más rápido y tendría chance de ocultarme entre algunas ramas y tierra; que equivocado estaba...

La bestia corría casi o igual a mi velocidad, y no conforme a eso derribaba los árboles como si fueran de papel, no eran obstáculo para él y yo sería pan comido en cuestión de segundos, debía de pensar rápidamente en algo que pudiera salvarme o que me diera la oportunidad de escapar de aquel monstruo.

Traté de cruzar para desviar el camino pero era tarde, aquella criatura me había tomado de mi chaqueta y me lanzó por los aires; todo pasó tan rápido, caída, ramas, golpes, tierra, hojas en mi rostro, seguía vivo, la bestia era algo torpe y en vez de atraparme con la fuerza que implicaba sus manos, había conseguido que saliera disparado más lejos, los rasguños, cortaduras y demás no significaban nada si tenía un poco más de oportunidad para sobrevivir. Con el mayor dolor del mundo logré levantarme y la adrenalina actuó rápidamente sobre mí, dejándome volver a correr como si no tuviese ninguna herida.

Pero mientras volteé por unos segundos para poder analizar que tan lejos estaba de él, no me percaté que a pocos pasos de mí había un acantilado, resbalé y mientras caía pude notar que la criatura estaba muy cerca, corrió a tal velocidad esperando poder agarrarme nuevamente pero también resbaló de aquella altura y más rápido por su peso, yo en cambio tuve los instintos tan despiertos que no tardé nada en tomar una raíz de un árbol que sobresalía de aquel risco, pude detener mi caída pero el monstruo no logró hacer nada más que caer mientras rugía por no poder haber conseguido su objetivo.

La bestia desapareció en los árboles que se encontraban al fondo de aquella gran caída, solo se escuchó un último rugir antes de tocar fondo y derrumbar algunos troncos en el camino, cuando hubo quedado todo en completo silencio escalé el acantilado apoyándome siempre de la raíz sobresaliente de un árbol, alcancé la cima exhausto y de rodillas tratando de tomar un poco de aire ya que todo esto aún no lo había asimilado bien, hacía tiempo que no había corrido tanto... No así, la última vez que huí de esta manera era cuando Brat me perseguía por todo Downtown solo para darme alguna que otra golpiza; no pasó mucho cuando volví a escuchar al monstruo, volteé rápidamente mirando hacia el fondo y solo divisé un camino de árboles caídos; la caída no lo había matado y regresaría en cualquier momento, tuve que levantarme y correr nuevamente pero esta vez, en dirección al lago, debía haber una salida por allí que fuese más segura.

Corrí a paso de trote por el agotamiento, aunque la adrenalina no se había acabo me sentía cansado, evité todo ruido extraño que se escuchara en el bosque y solo concentré mi paso en llegar a la laguna, pero mientras más me acercaba al lugar de destino, más me invadía el temor de que la bestia estuviese allí primero o de que el can nunca se hubiese movido de su lugar, mis pasos se volvieron lentos conforme me acercaba, para mi sorpresa el sitio se encontraba solo, ni el cadáver ni el perro se encontraban allí, mucho menos la criatura que me perseguía.

En fin, inicié mi búsqueda hacia la vida pero la salida que yo recordaba estaba obstaculizada con troncos y ramas, se veía claramente que tenían bastante tiempo allí, no me quedó de otra que buscarme otra vía de escape, pero no encontraba nada... Mis esperanzas no desfallecieron y decidí buscar en el basurero que era esa laguna algo con que defenderme por si las bestias regresaban por mí, traté de encontrar una buena rama con que golpear pero luego de analizarlo mientras buscaba sabía que no me ayudaría de mucho eso; para mi suerte luego de 15 minutos en completa búsqueda y que gracias que no aparecieron en ningún momento mis cazadores había encontrado una linterna de un solo uso, su batería estaba algo dañada pero aún encendía, en el momento que llegase a necesitarla su tiempo de luz no sería largo; también había encontrado una navaja oxidada, no me serviría para defenderme de las bestias pero imaginé que para algo podría servirme si me ayudaba a salir de allí, lo último que encontré útil para sobrevivir y para mí era lo más importante, era un largo tubo de metal, era un poco pesado pero no tanto como para usarlo de bate y defenderme a toda costa.

Ahora mi dilema era encontrar la malvada salida, tenía todas estas cosas pero aún no hallaba una vía de escape, pero recordé que aquella bestia apareció muy cerca de su nido, puede ser, aunque digan que estoy loco, que haya una salida diferente por allí, era muy riesgoso pero si no escapaba mi destino sería el mismo de si quedaba acorralado en el hogar de la bestia. Haciendo caso omiso a mis instintos de sobrevivir me fui adentrando entre lo arbustos que estaban por donde había salido aquella criatura.

Luego de un montón de rasguños y golpes de las ramas encontré un camino de árboles derribamos que daban hacia la carretera, suspire de alivio y corrí hacia mi salvación; al llegar a la carretera miré hacia ambos lados, el lado que llevaba hacia la entrada principal de la laguna y el lado que se adentraba al pueblo al que juré jamás regresar; mis ojos se iban cerrando mientras observaba el horizonte y de un suspiro solo pude decirme para mis adentros:

-"Bueno, bienvenido de regreso Tomas, lo que sea solo por regresar a casa con vida..."-

Caminaba con un paso pesado y lento, pero no lo suficiente como para ser presa de algún otra criatura que estuviera rondando por esos lares, los árboles se movían apenas por la poca brisa que circulaba, parecían más muertos que llenos de vida, la neblina era densa pero al menos y a duras penas se podía ver alrededor, prestaba atención al más mínimo ruido que llegase a escucharse cerca mientras caminaba, pero todo era un completo y absoluto silencio, tan callado que era más tenebroso el caminar solo escuchando mis pasos y mi respiración acelerándose con el mal juego que solía hacer mi mente a hacerme ver sombras ocultándose entre los árboles para luego percatarme que había sido mi cabeza el generador de imágenes flash. Poco a poco la neblina bajó lo suficiente como para ver mejor, y logré divisar la entrada del pueblo, me detuve justo enfrente del cartel de bienvenida y observé que todo estaba corroído, el óxido dominaba aquella valla de metal, pero un frío entró en mi cuerpo y me hizo temblar cuando al dar el primer paso hacia el pueblo, parte de la corrosión se cayó dejando ver claramente unas pocas palabras:

BIENVENIDOS A DOWNTOWN
Población: ****1


Tomas DrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora