Tomas Drew

6.- Buscando suministros

No voy a negarlo, estaba asustado de lo que había ocurrido hace un instante; pero aún así necesitaba saber que ocurría, así que tomé la cinta de VHS y la reproducí esperando encontrar algo d e utilidad, aunque fuera para saber el paradero de las personas (si es que quedaba alguna con vida)...

Lo único que podía ver era una cita de vídeo normal, grabando a las personas haciendo sus compras tranquilamente como de costumbre, nada ocurría en especial, decidí saltar algunas partes y empecé a adelantar el vídeo solo para ver si había algo más allí o solo era un vídeo común y corriente y me encontraba perdiendo mi valioso tiempo para sobrevivir;  mientras iba adelantando la cita, noté que algo captó mi atención y regresé un poco solo para poder detallar lo que había visto, curioso, esto no me lo esperaba; había visto a Bob, se veía claramente que había entrado al supermercado y estaba un poco nervioso, miraba a todos lados esperando que nadie estuviera observándolo, no entendía que tramaba, solo puedo asegurar que por como vestía, el vídeo había sido tomado justo unos pocos días antes de su muerte; presté atención a lo que tramaba mi amigo de la infancia y noté que sacó un pequeño pero mortal saco de fertilizante potente que podía ser mortal en manos equivocadas...

¿Qué haría Bob con eso? retrocedí tan solo un poco el vídeo solo para repetir la misma escena y notar que él estaba nervioso y no se encontraba seguro de lo que hacía, cuando ya tenía el saco en sus manos el vídeo colapsó de repente y el VHS hizo corto circuito fundiendo la cinta consigo adentro, no podría volver a verlo, no podía siquiera salvar la grabación, no entendía lo que ocurría y me intrigaba, mi amigo  no tenía plantas, su padre ni familia eran jardineros ni tenían pasatiempos desde que sus hermanitas gemelas terminaron graves en el hospital debido a una enfermedad, no tenían tiempo para nada ni nadie.

-"¿Para qué necesitas eso Bob?".- me hacía esa pregunta mientras intentaba pensar en un uso útil de ese saco de fertilizante para un niño no mayor de 14 años; salí del cuarto de vídeos ya cansado de estar en ese supermercado, ya tenía todo lo que necesitaba, ya no había más nada útil para mí en este lugar, era mejor buscar un nuevo sitio a donde ir con la esperanza de encontrar alguien con vida o al menos lago con qué defenderme.

Llegando a la puerta de salida encontré un muy pequeño botiquín de primeros auxilios, era una fortuna para mí, no tenía nada de medicinas pero al menos un pequeño kit de sobras de alguna persona que quizás las dejó para llevarse las medicinas, entre las cosas lo que más me importó fue una soga, una caja de fósforos y algunos ganchillos de cabello (que, odio decirlo, en la universidad me toó aprender abrir puertas con dicho objeto, así que estaba completamente seguro que los iba a necesitar en una emergencia); con algunas cosas que necesitaba, decidí que ya no era necesario regresar a este lugar y salí del supermercado con esperanzas de que si entrara en cada sitio disponible encontraría más cosas de utilidad, aunque siendo sinceros, no sabía hacia donde tenía que ir ahora, quizás lo mejor sería conseguir un vehículo y me ahorraba el caminar, sí eso sería lo mejor, encontrar un auto que aún tuviese un poco de vida para poder salir del pueblo y regresar a casa, esta noche ha sido un infierno.

No tenía ni 10 segundos que había dejado el supermercado, me encontraba justo en la acera del frente del super cuando un grito estremecedor ensordeció mis oídos, no sabía de donde provenía los quejidos infernales, solo puedo describir que mis tímpanos iban a reventar, era un grito agudo, doloroso, que podía dejar sordo a quién estuviera cerca o justamente en frente de donde se generara tan escándalo, cubrí mis orejas lleno de dolor,  vacilé y casi pierdo el equilibrio; me encontraba casi agachado conteniendo los gritos, el sudor y el escalofrío dominaban en ese momento mi cuerpo mientras trataba de pensar en alguna otra cosa que no me hiciera recordar el dolor que estaba presenciando escuchando eso; mientras esto ocurría escuché crujidos fuertes, me espanté y me coloqué en alerta, ¿estaba por allí aquella bestia? ¿me siguió? no, no era así...

Aquél supermercado estaba siendo consumido desde dentro hacia fuera, todo se estaba partiendo hacia dentro, escombros saltaban cerca de mí llenándome de polvo y algunos tozos de pared pequeños, era extraño observar lo que veía, jamás había visto algo similar, era como si un agujero negro se hubiese abierto justamente en todo el centro del lugar y estuviera devorando el edificio, todo fue rápido, lo sentí como una eternidad pero apenas los gritos cesaron  aquel lugar era solo un agujero en medio de la nada... solo habían quedado los tubos de la tubería de agua y gas a la vista, no había más nada, las paredes, las ventanas, todo había desaparecido frente a mis ojos, solo quedábamos ese hoyo de tierra y yo parado justo en frente.

Pensé que la bestia había causado tal destrozo, pero no era así, no lo he visto realizar aquellas cosas en mis pocos momentos de casi morir a sus manos y no parecía que estuviera cerca siquiera, algo o alguien había ocasionado esto y estaba completamente seguro que era gracias a ese grito, mi pregunta era ¿cómo? ¿cómo logró causar algo así de imposible? Solo sabía una cosa y era segura, no volvería más al supermercado.

-"Esto es extraño, y lo peor es que si quisiera refugiarme el supermercado ya no será una opción..."- Solo tenía un tubo y una navaja oxidada para defenderme, debía retirarme de ese punto donde era blanco fácil, así que empecé a caminar deprisa a mi siguiente destino aunque no supiera hacia donde dirigirme.

Recordé que a unas 5 cuadradas de donde me ubicaba se encontraba la jefatura de policía ¡Quizás si tenía esperanzas de sobrevivir! había una muy pequeña probabilidad de que pudiese encontrar un arma, aunque fuera pequeña para no sentirme tan presa fácil para ese monstruo que debía estarme buscando; empecé a caminar directo hacia ese lugar, pero apenas había avanzado una cuadra la neblina aumentó y se volvió más espesa, casi no distinguía nada a mi alrededor, mi rango de visión se había reducido a un metro de distancia, por más que intentase mirar más allá no podía, no tenía idea de como iba a orientarme ahora, fui presa del pánico por tan solo unos momentos, pero me calmé, respiré profundo y me puse a pesar para encontrar alguna manera lógica de llegar rápido y estar perdiendo más el tiempo en medio de un sitio donde no tendría como protegerme si ni siquiera podría divisar al enemigo cerca de mí.

Pensé solo un momento en la linterna, pero no... tiene poca batería y quizás no le haga frente a la neblina, ni siquiera podía divisar los faroles cerca de mí, eso no me serviría de mucho; necesitaba algo mejor para guiarme, pero no tenía nada que pudiera ser de utilidad, así que con el tubo en mano y caminando completamente en alerta me dirigí a la jefatura de policías, usando las veredas como guía para llegarme sin perderme en el camino, habían algunos postes de luz que si daban una batalla contra la neblina, su luz me ayudaba bastante, aunque fueran solo algunos pocos puntos donde podía verlas me era suficiente.

Mientras caminaba, podía escuchar lamentos de agonía y sufrimiento, mi piel estaba erizada, el sudor recorría mi rostro y un nudo en la garganta me estaba dominando, quizás eran ideas mías, mi cerebro estaría jugando alguna otra mala broma, quizás solo predominaba un silencio sepulcral; pero conforme cada paso iba dando, los quejidos de varias personas se iban escuchando, me detenía y volteaba a mis alrededores y me daba cuenta que no era nada, no se escuchaba nada, ¿me estaba volviendo loco acaso?

Ignorando todos esos sonidos a mi alrededor proseguí mi camino hasta al fin llegar  al a jefatura, estaba emocionado, quizás un arma de utilidad podría encontrar, aceleré el paso para entrar pero algo me detuvo; el frío y el terror dominaron mi cuerpo, mis piernas no pudieron moverse por unos segundos, mientras escuchaba el jadeo interminable de alguna criatura acercándose tras de mí, un gruñido sonó a mis espaldas y cuando volteé una sombra saltó justamente para atacarme, cubrí mi rostro para protegerme y en su defecto obtuve un brazo herido, me encontraba frente al edificio, siendo atacado, me habían tomado por sorpresa, no pude estar más atento; la niebla empezó a disiparse y pude notar con mayor claridad que lo que me estaba atacando no era aquella bestia, no... Era ese maldito perro.

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¡Hola! si estás aquí en este momento leyendo esto, déjame decirte gracias <3  No he tenido tiempo de poder publicar todo hasta dejarlo donde tengo el borrador en mi libreta, pero espero que te vaya gustando la historia y puedas compartirla (o al menos comentar, no cuesta nada :'D ) de todas formas intentaré de seguir publicando hasta finalizar este libro, quizás te preguntes ¿Donde está lo interactivo? sí sí, lo sé, la etiqueta dice claramente que es un libro interactivo y no miento, pero es más interesante que vayas conociendo al personaje antes de tomar tu decisión ¿no? ;) bueno... como suelo decir: "equis" pronto verán la primera parte interactiva de la histora, Cya!