Un Destruido Corazón (Sin Editar)

CAPITULO 11

Anastasia

Estamos aterrizando y no puedo creer lo que acaba de pasar, me deje llevar del deseo y pasión del momento dejando que la excitación nublara mi juicio, maldita sea le entregue mi virginidad a Christian y aunque fue muy placentero no puede volver a pasar y al final Kate tenia razón tuve que tomar una pastilla de emergencia. Bajamos del jet y nos espera un Audi para llevarnos al  hotel

-¿En qué piensas? -- me pregunta Christian mientras toma mi mano y la besa
-Nada importante – digo restándole importancia
-Anastasia cuéntame , sabes que estoy para escucharte – dice tiernamente mientras acaricia mi mejilla 
-Es que me siento rara, no pensé que llegaría a pasar – digo con toda sinceridad agachando mi cara, Christian toma mi rostro entre sus manos y hace que la mire 
-Anastasia lo que paso fue lo mejor que me ha pasado – dice y me da un casto besó en los labios 
-Entiéndeme nunca me ha pasado esto – le digo y el suspira y me sonríe
-Lo sé – dice y meda un casto beso – mejor te cuento donde nos vamos a quedar – dice y asiento -- nos quedaremos en un barco – dice como si nada y yo no lo puedo creer
-¿Me estas jodiendo? – digo y el niega divertido
-Yo te dije que me gusta navegar, así que esta primera semana estaremos en un barco que estoy seguro que le gustara – dice feliz y yo me lanzo a sus brazos
-Eso es genial Christian  gracias – digo abrazándolo y el me devuelve el abrazo   

Después de ello me comenta que vamos a tener motos acuáticas, personal para lo que deseemos, me encanta esa idea, nunca he navegado y tenerlo de luna de miel, es lo mejor. Llegamos al muelle y una lancha nos espera y a lo lejos puedo apreciar un gran barco, por Dios, esto es genial. Nos montamos en las lanchas y los de seguridad que no sé porque Christian contrato van en las motos, esto parece de película. Llegamos y al subirnos al barco un joven nos recibe con dos copas de champán

-Por nosotros señora Grey – me dice y le sonrió
-Por nosotros señor Grey – le digo mientras tomamos nuestro champan, esta delicioso

Christian inicia a darme un recorrido por el barco, hay hasta un pequeño despacho y al ver nuestra habitación me tenso de inmediato, maldita sea, él y yo solos en un lugar así, solo nos llevara al pecado, necesito hablar con Kate 

-Voy a cubierta, puedes ponerte cómoda, ya nuestro equipaje está aquí – me dice Christian y asiento – llama y di que estamos bien y ya vuelvo – dice y sale de la habitación

Me siento en la cama y evaluó lo que a sido mi vida hasta ahora y no puedo creer que con 22 años me haya casado, con un Dios griego, que solo tenga a mi hermano y que todo cuando quiere se vuelve una completa mierda, decido marcarle a Kate y luego José

-Ana – dice feliz Kate y sonrió
-Lo hice – es lo primero que sale de mi boca
-No me jodas Anastasia – dice sorprendida y bufo
-Eres a la primera que llamo, maldita sea Kate – digo y ella comienza a reír
-¿Te tomaste la pastilla? – cuestiona y asiento, aunque sé que no me ve
-Obvio – digo frustrada – no sé qué hacer – digo y miro por la puerta y no hay rastro de Christian lo cual me alegra
-Dile, que no estas protegiéndote y que usen condón, no puedes estar tomando esas pastas de seguido – me advierte y tiene razón
-Gracias amiga – le digo y suspiro – debo irme – digo y ríe
-Llámame – dice y cuelgo

Me siento mejor, hablar con Kate siempre me resulta loco pero tranquilizador, miro el equipaje y saco todo y lo dejo en la cama para comenzar a acomodar lo mío y lo de Christian, mientras acomodo todo decido llamar a José, coloco altavoz ya que Christian no ha vuelto

-Hola hermanita – dice feliz José y sonrió
-¿Cómo has estado, si comes bien, estás haciendo caso? – digo y el ríe
-Ana estoy muy bien – dice y suspiro -- ¿y a ti, como te ha ido? – pregunta y me tenso
-Bien, estamos en un barco – digo lo que me parece debido contarle
-Genial – dice y rio -- ¿pero en qué parte del mundo? – pregunta y rio
-Al sur de Francia – le cuento y lo escucho jadear
-Mierda Ana – dice José y rio – me encanta que la estés pasando bien – dice y sonrió, miro y ya arregle todo, me lanzo a la cama y suspiro – te extraño – dice y mis lágrimas amenazan con salir
-Y yo a ti, nunca nos habíamos separado – digo y una rebelde lagrima se escapa de mis ojos
-Pero siempre hay una primera vez para todo – dice y suspiro – te amo – dice y sonrió – bueno me llamas, cuídate, usa condón – dice y me cuelga, me comienzo a reír