Un Destruido Corazón (Sin Editar)

CAPITULO 17

Maratón 4/?

Anastasia

Estoy muy preocupada y simplemente, no puedo dormir, miro a Christian descansado tranquilamente a mi lado, pero la incertidumbre y la preocupación pueden más conmigo. Me levanto lentamente sin despertarlo buscando algo que ponerme, porque desde que nos casamos, no volví a saber que era tener puesta un pijama. Me coloco una de sus camisas y salgo en silencio de la habitación entrando a la cocina y sentándome en la encimera a pensar, maldita sea porque solo manche en la mañana y ya no más, soy la persona más regular del planeta y que solo me haya durado unas cuantas horas y eso me perturba, no quiero ser mama, no aun por lo menos, soy muy joven, además está todo lo de Leila y Ray, y ahora dos locas más, solo es estrés, me repito una y otra vez hasta intentar convencerme. Me siento en el piano y me siento cansada por algún motivo ahora si tengo sueño, me subo como una loca encima del piano y se siente tan cómodo, no me entiendo y la verdad no lo quiero saber en este momento y con estos pensamientos me quedo dormida

- ¿Ana? – dice alguien a lo lejos, pero quiero seguir durmiendo – nena ¿Qué haces hay? – dice una voz muy familiar que amo a lo lejos – Anastasia – dice preocupado mientras acaricia mi mejilla
- Ven duerme conmigo – le pido sin abrir los ojos
- Ana estas durmiendo encima del piano – me dice y asiento
- Lo sé – le digo acurrucándome más – es tan cómodo – le digo y el ríe
- Mejor vamos a la cama – me dice y asiento, me alza en sus brazos, pero me niego a abrir los ojos – estas más rara de lo normal – me dice Christian besando mi cabeza con ternura
- Ya se – le digo aspirando su aroma – me encantas – le digo y él ríe haciendo que su pecho vibre

Me acomoda en la cama y se acuesta a mi lado abrazándome, no tengo ni idea que hora es y la verdad no me importa, solo quiero descansar y dormir en los brazos del hombre que amo

Escucho ruidos a mí alrededor, pero no le prestó atención, creo que escucho gritos, pero no estoy segura, abro los ojos y no esta Christian a mi lado, pero si escucho que grita. Me levanto y verifico que lleve algo de ropa, salgo con sigilo de la habitación y veo a Christian solo en pantalones de pijama con los puños apretados discutiendo con ¿Ethan, es enserio? 

- ¡Maldición Grey independientemente de todo necesito hablar con ella, no entiendes! – le grita exasperado Ethan
- ¡Me importa una mierda déjala en paz! – grita Christian acercándose peligrosamente a el
- ¡ya cállense! – les grito y los dos me voltean a ver – maldita sea estaba durmiendo – me quejo y paso de ellos dirigiéndome a la cocina – Christian, no me prohíbas hablar con nadie – digo de manera amenazante mientras veo como los dos me siguen – y Ethan que mierdas quieres – digo frustrada mientras me sirvo un poco de jugo de naranja
- Anastasia, es demasiado serio – dice el frustrado – pero tu marido, le vale verga y no me deja hablar contigo – dice Ethan enojado
- Ana, pero este animal – dice y lo interrumpo alzando mi mano
- Amor déjalo – le digo con tranquilidad y miro seria a Ethan – coméntame Ethan – le pido y se ve sorprendido
- Preferiría a solas – dice mirando mal a Christian el cual bufa
- Por él no te preocupes – le digo señalando a Christian – habla – le digo y Christian sonríe
- Como quieras – dice sentándose en una de las sillas de la encimera – Leila y Ray me contactaron anoche y me citaron a mí y a otro sujeto que no recuerdo el nombre para que nos aliáramos – dice con naturalidad y me sorprendo – los quieren destruir a como dé lugar, pero mientras ellos nos comentaban entraron dos mujeres con máscaras y dispararon al aire, todos salimos corriendo – cuenta y estoy sorprendida
- ¿Cómo sabias que eran mujeres? – pregunta intrigado Christian
- Solo lo supuse por sus senos que sobre salían – dice irritado – lo que importa aquí, es que el otro sujeto acepto y también yo – dice y Christian aprieta sus puños – pero no soy tan basura para hacer esas cosas, los mantendré informados – dice y se levanta – y Ana, lo siento por todo – dice y con esto se va dejándonos más que confundidos