Un Destruido Corazón (Sin Editar)

CAPITULO 13

Anastasia

Me levanto y no encuentro a Christian, tengo imágenes borrosas de él llamando diciéndome que tenía una reunión, la verdad no me acuerdo, me dirijo a la sala de la suite y veo un papel y es de Christian

Nena te llame, pero estabas dormida y creo que no te acordaras que te dije que tenía una reunión, y asuntos que atender, así que llegare en la tarde, come bien y si sales hazlo con Taylor, te quiero
Christian

Sabía que él me había llamado, pero el sueño era más fuerte, no entiendo como él no le da sueño si dormimos lo mismo y me tuvo bastante ocupada anoche, él sabe cómo hacerme encender con un beso y hay por Dios, me sonrojo solo de acordarme y aparto esas ideas de mi mente, miro el reloj y son las 10 de la mañana, mierda sí que dormí, llamo y pido mi desayuno, al llegar desayuno y me dispongo arreglarme para poder quizás salir un rato

***
Ya estoy lista para dar una vuelta y quizás comprarle algo a Christian, me gustaría regalarle algo lindo y especial, me dirijo hacia la salida de la suite, pero mi celular suena, es un correo, de un anónimo, eso sí que es raro, lo abro y siento que algo dentro de mí se rompe, todo a mi alrededor da vueltas y siento como el aire abandona mis pulmones, es una foto de Christian con Leila teniendo sexo, la foto se ve vieja, pero aun así, me duele siento como las lágrimas corren libres por mis mejillas y mi pecho duele, se ven tan unidos y felices, leo lo que dice y mi alma se rompe 

El pasado es algo que no se borra, porque persiste para toda la vida, primero estuve yo antes que una insignificante mujer como tú, querida a mí me amo de verdad, tú no eres nadie para él, solo yo fui importante… solo eres una más…
Att: Leila

Lloro desconsoladamente y me siento en el piso abrazando mis rodillas mientras dejo el celular a un lado, esto no puede estar pasando, sé que Christian y yo nos contamos todo, pero verlo es peor que escucharlo, siento que todo lo vivido cae, que no merezco a nadie, que Ray tenía razón, solo soy una más, cuando se aburra de mi me dejara, no soy nadie. No sé cuánto tiempo permanezco llorando, pero me levanto y me siento en el balcón mirando el paisaje, la gente que pasa se ve tan feliz, sin preocupaciones y así estaba yo, creyendo que mi final feliz había llegado, pero no es así, solo soy una pobre estúpida que no tiene nada en la vida. El tiempo pasa y yo no me muevo, no quiero saber nada, me siento mareada, pero me niego a levantarme. Escucho como la puerta se abre, pero no me muevo, escucho como se acerca alguien a mí, pero la verdad no me importa

- Hola – me dice, él y solo suspiro
- Hola – digo con tristeza
- ¿Qué haces aquí? – me pregunta y me encojo de hombros 
- Es un buen lugar para pensar, respirar – digo con nostalgia mirando el atardecer 
- ¿Qué tienes? – me pregunta y siento como todo vuelve a mi mente, las lágrimas bajan por mis mejillas, él no me toca y lo agradezco, no sé qué pasaría si me tocara  
- Me duele – digo mientras mis lágrimas corren libres – ella es tu pasado, ella – digo sollozando y decírselo es más duro, duele mas 
- Nena yo – dice y simplemente me abraza, me dejo abrazar y me derrumbo, sé que él lo sabe, su voz lo dice, pero él no tiene la culpa – perdón – dice y niego, necesito alejarme de él, el quizás aún la quiera
- Ella tiene razón, ella es tu pasado, ella estuvo antes que yo – digo rota  – yo no soy nadie – digo dolida y rota, esto es una mierda, me enamore de él y me duele todo esto
- ¿Anastasia, como puedes decir eso? – dice con tristeza – eres lo mejor de mi vida, la mujer de la cual estoy enamorado, ella solo fue un error en mi vida – dice frustrado y yo solo lloro, ¿Cómo sé que es verdad?
- ¿Aun sientes algo por ella? – pregunto y el niega rápidamente, parece horrorizado con mi pregunta 
- No – dice con firmeza y seguridad, eso me pone un poco más tranquila, pero no quita mi dolor – maldita sea Anastasia te amo a ti – dice desesperado y no puedo creer lo que escuche, un mareo más fuerte que el anterior me atraviesa y siento como mi cuerpo se debilita y todo comienza a ponerse negro -- ¡Ana! – grita Christian y es lo último que escucho hasta dejarme llevar por la oscuridad