11. Confesiones para hacer una lista de pro y contra.

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Despierto acurrucada a un cuerpo extremadamente caliente, abro los ojos y miro de reojo a la figura que yace dormida plácidamente a mi lado; y cabe destacar que está completamente desnudo.

Estaba muy desnudo.

Como.

Justo delante de mí: como Dios lo trajo al mundo.

Frunzo el ceño y levanto sin nada de delicadeza la sábana que me cubre temiendo lo peor.

—Joder, ¿qué hice?

Observo al tatuado, detallo sus facciones relajadas y amago una sonrisa que al sentirla la reprimo.

¿Qué me está pasando? ¿Por qué no me molesta su cercanía?

—¿Te gusta lo que ves? —Su voz ronca no me extraña, puesto a que se acaba de despertar, me mira de reojo y yo ruedo los ojos.

—Ya quisieras tú que babeara por ti.

—Eso no me lo decías anoche cuando casi me ruegas que te penetrara, Zanahoria. —Sus ojos se posan en los míos y su sonrisa socarrona no tarda en aparecer—. Menos mal, yo soy un buen amigo y te controlé, ya que por órdenes del doctor no puedes tener ese tipo de emociones. Por ahora; y créeme —susurra—. Para mí fue muy difícil, me quedé dormido con un dolor de bolas de padre y señor nuestro.

Abro y cierro la boca sin saber muy bien qué decir.

—No recuerdo muy bien lo que pasó.

—Me lo imaginé, Zanahoria. Estabas muy dopada con esa medicina, no quise hacerte nada, en esas condiciones, sé que a veces soy un bruto, pero ante todo, te respeto. —Se incorporó sentándose en la cama y mirándome los pechos, que sí, están desnudos y le exigí respuestas con mis ojos estrechados—. Te quitaste la blusa y el sujetador, llegamos oficialmente a segunda base. —Alza las cejas orgulloso—. Hasta que te quedaste dormida.

¿Dónde meto la cabeza ahora?

¿Yo hice eso?

Culpemos a los analgésicos, sedantes y cualquier cosa que me hayan metido en esa clínica, porque yo en mis cabales no creo que haya llegado a eso.

—¿Qué hora es?

Lo mejor que puedo hacer ahora es cambiar el tema y salirme por la tangente. Sí, eso es lo mejor y más lógico, puesto que no sé qué hora es y no he hecho una lista con los pro y los contras de tener sexo con el niño mimado, mucho menos he evaluado la curva motivacional y las consecuencias de lo que pasó anoche.

¿Cómo me afectará eso en un futuro? ¿Afectará nuestra relación modelo/fotógrafa? ¿Somos novios ahora?

Menudo lío... si yo para echarme un novio tengo que hacer otra lista de planes, además de la lista de las ventajas y desventajas, añadiéndole también las metas que podamos tener juntos a corto, mediano y largo plazo.

—Es hora de tu medicina —informa, levantándose de la cama sin vergüenza alguna—. No sé si te las colocas tú, o prefieres que te lleve a emergencias.

Busca su ropa interior en algún lado de la habitación y una vez los consigue, camina hasta ellos y se los coloca buscando el resto de su ropa. Pestañeo varias veces. No, no me avergüenzo de estar en topless, menos su desnudez, estoy acostumbrada a ella, lo que me apena de verdad es no saber qué me pasó anoche para acceder a esto.

—Lucca.

—...Creo que lo recomendable es que te lleve a emergencia, porque yo no sé de medicina ni de inyecciones y aunque tengas la vía puesta me da un poco de miedo, no sé...— Me está ignorando. 

Focus [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora