Focus [#1]

1. Fotógrafa a tiempo completo, niñera a medio tiempo

—Susana, en diez minutos te toca cubrir la pauta de Don-Te-Miro-Con-Deseo para el calendario 2017 de Calvin Klein —informa Bertha, mi secretaria, por el intercomunicador.

Resoplo y asiento aunque sé que no puede verme 

—Que felicidaaad...

Está de más que diga que es ironía, ¿cierto?

A ver, explico: Don-Te-Miro-Con-Deseo o también conocido como Señorito-Pongo-Tu-Mundo-A-Mis-Pies es nada más y nada menos que: Lucca Santiago, el modelo más deseado y a la vez el más odiado de toda la agencia. Al ser la imagen principal, tener tantos billetes que los convierte en almohadas —o quizás papel sanitario, no lo sé, todo depende de sus gustos—, se cree el rey del mundo.

Su personalidad está bañada en ego combinado con antipatía, mientras que su organismo lleno de "X" cantidad de drogas y alcohol de todo tipo —me atrevería a decir que hasta etílico—, el hombre está tatuado hasta en sus partes nobles; y lo confirmo porque me ha tocado hacerle fotos desnudo, no porque haya intimado con él, aunque bueno, bañarlo y curarle la cruda y la pálida también debe estar incluido en el paquete.

Es varonil, perfilado, con sexaphil y buenmozo, ya saben, típico modelo de revista —aunque nadie supera a David Beckham, ni después de viejo—, su gancho, para mí —aunque no creo que mi opinión importe—: son sus ojos azules, tiene el cabello rubio liso y encopetado, nariz perfilada, bonita sonrisa, manos grandes.

Básicamente el hombre puede ser el Dios de la perfección si no cargara con esos defectos tan deprimentes, sumando su mal humor; es por eso que sale mi lado refunfuñón e irónico al trabajar con él, porque dejo de ser solo la fotógrafa, para ser la niñera personal y cuidadora de niños mimados.

Y ni les cuento el amor que nos tenemos.

Uff... si hasta creo que no podemos vivir el uno sin el otro,

Él siempre tan agradecido conmigo por todo lo que hago por él y yo sueño día y noche con lo feliz que me hace llenarme las manos de mierda por él. Siempre sonrientes. 

Nos amamos. 

Entonces se preguntarán. Pero bueno Susana —Susy para mis amigos, aunque mi novio me llama Sue—, si el hombre es así ¿porque no renuncias o mandas a otro a trabajar por ti? o ¿por qué no lo mandas a la mierda...?

Esa es fácil de contestar...

Porque es el hijo del dueño, y también que cuando firmé el contrato me lo encasquetaron como infinita obligación hasta que culmine. Oh Susy, ¿Por qué aceptaste? Bueno tengo tres importantes razones para eso:

1.Necesito el trabajo para perfeccionar el currículo, además de tener una excelente paga.

2.Nunca pensé que sería tan extrema la situación de su mimado hijo.

3.Estaba dentro de mis planes y nunca jamás en mis 28 años yo he fallado a mis ellos -Los planes son mí vida-

Y sí, yo también me pregunté ¿Cómo es que sus padres saben que tienen a un hijo en el mal camino y no hacen nada más por él?

Y me respondió el gran Señor Lucius Santiago —está de más decir que tiene un gran parecido a su hijo—, con su mal genio característico, muy firme y seguro de sus palabras cuando me contrató:

—Tengo negocios más importantes de los cuales ocuparme que de un malcriado, descarriado, niño mimado que lo que intenta es llamar mi atención o la de cualquier otra persona, señorita Oria. —Cruzó los dedos encima de su escritorio y posó sus ojos grises con intensidad en mí—. Además que para eso la estoy contratando a usted, y, él tiene trabajo fijo; es mi forma de ocuparme.