¿16 años otra vez?

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Hinata corría por la Aldea, había oscurecido hace ya una hora y a pesar de haber llegado un día antes de la misión, no quiso esperar para ver a Naruto. Al llegar al hogar del rubio, se calmó un poco, apenas y Kakashi le había dicho que podía retirarse salió disparada para allá, pues no había visto a su novio en varios días. Tocó la puerta con suavidad, esperando no ser inoportuna, escucho los pasos detrás de la puerta y se puso recta antes de que él abriera:

— ¡Ya te dije que no puedo hacer...! —grito, pero calló a penas vio a la chica frente a él, sus ojos se iluminaron

— Naruto-kun estoy en... —fue interrumpida por el abrazo del rubio

— ¡Hinata haz vuelto'ttebayo! —grito emocionado— Vamos, pasa te congelaras ahí afuera. —la chica así lo hizo sin objeción alguna, una vez dentro Naruto pudo observar mejor su aspecto: tenía el rostro y los brazos sucios al igual que su ropa, parecía cansada pero estaba ilesa y eso le tranquilizó

— ¿Cómo haz estado? —le pregunto dulcemente la chica de 19 años con una sonrisa— Lamento si te moleste pero...

— Hina-chan, me alegra tanto que estés aquí. —sonrió— Pero creo que será mejor que tomes una ducha y te cambies, después me contarás que tal te a ido en la misión

Ella asintió, mientras tomaba un baño, Naruto le preparó algo de ropa: un pantalón naranja que solía usar cuando tenía dieciséis años, una camiseta Blanca y una de sus chaquetas. Mientras esperaba, el rubio tomo una de las bolsitas de armas de la chica de cabello negro, sólo para encontrarse con un pequeño frasco con un liquido de color gris ¿que era aquello? Lo abrió para olerlo, su aroma era a algo parecido a madera quemada y carbón. Dejó el frasco sobre la mesa junto a las tazas de te con una cara de asco

— Naruto-kun, ¿estas ahí? —lo llamó su novia, se levantó de prisa; haciendo tambalear la mesa, corrió hasta llegar a su recámara, cerrada.

— Hinata ¿qué ocurre? —a pesar se sus intentos la puerta no cedía ante él

— La... la puerta se atoro. —dijo ella con su tierna voz, sonaba tranquila

— ¡Haste un lado! —grito el rubio, se alejó un poco antes de correr hacia la puerta y que esta se abriera de golpe, del otro lado, se encontró con Hinata aguantando una risita, parecía mejor y él también le sonrió

—Gracias. —musito acercándose a él— Ahora te debo una puerta.

— Tranquila. —la abrazó dejando que su olor lo embriagará— Lo importante es que estas a mi lado. —ella se ruborizó ante el comentario, escondiéndose aún más en su pecho

— Me... mejor vamos a comer. —de pronto las palabras le fallaron, él asintió, la tomó de la mano y caminaron hacia la cocina, en la pequeña mesita se acomodaron uno a lado del otro y tomaron te, cenaban y se contaban lo que había pasado en los días que habían estado separados.

— Sakura-chan esta muy feliz. —siguió hablando Naruto— Ahora que Sasuke a vuelto creo que nos ignorara un poco. —ambos rieron.

— Bueno, ya había pasado un tiempo. —le sonrió— Me alegro por ellos.

— ¡Si! Estos días han sido raros, ¡no se separan'ttebayo! Lo bueno es que ya estás aquí.

Ella lo miro enternecida y se acercó más a él hasta quedar frente a frente, tomó su rostro entre sus manos y lo besó, tan fuerte como pudo, tratando de saborear el momento, a él, Naruto tan contento de volver a tenerla cerca no pudo percatarse que el frasco había sido derramado en la taza de Hinata, la cual ya estaba vacía.

[...]

Por la mañana, Naruto fue el primero en levantarse. No había dejado ir a Hinata la noche anterior, además se suponía que llegaría esa mañana por lo que su familia no sospecharía. Mientras se encontraba en la cocina pensó en lo que había hablado con Hiashi hace días y creyó que ese era el mejor día para hacerlo, parecía un día bastante soleado y ya había planeado todo por lo que sólo tendría que ponerlo en acción, sabía que Hinata volvería a su hogar para mantener a su padre tranquilo por lo que le daría tiempo. Tomó el teléfono para llamar a la casa Hyuga cuando un ruido lo alarmó.

— ¿Hinata? ¿Estas bien? —grito acercándose a la escalera

— ¡¿Qué?! —se escucho el grito de la muchacha, Naruto la diviso a media escalera, aún con las ropas de ayer.— ¡¿Na... Naruto-kun?! —su rostro era una mezcla de vergüenza, horror y asombro

— ¿Eh? Si, soy yo. —estaba distinta, no sólo por la forma en la que estaba de pie, con la mano en el pecho, sino por su rostro, inclusive su cabello era más corto— ¿Te Sientes bien?

— ¡¿Qué... Que... estas haciendo aquí?! —ella se apego más a la pared, alejándose lo más que podía de él

— Hinata, yo vivo aquí. —se acercó aún más a ella, había algo extraño en ella. Alargó la mano para alcanzarla pero esta no pudo más y se desmayó, Naruto la tomó entre sus brazos antes de que tocará el piso y la llevo de nuevo a su recámara.

<<Que extraño, será mejor que llamé a Sakura-chan>> pensó, cuando regresó a la cocina tomo el teléfono y marco el número de su casa.

— ¿Si? —contestó después de un par de tonos, sonaba contenta

— Sakura-chan, yo...

— ¿Qué ocurre Naruto? —dijo un tanto fastidiada

—Algo ocurre con Hina-chan. —suspiro— Esta actuando muy extraño, casi como si le avergonzara estar cerca de mi, ayer estaba bien. —se escucho un resoplido de parte de su amiga, posiblemente lo mataría sino se trataría de Hinata

—¿Esta ella en tu casa? —pregunto, el respondió con un corto si— Voy para allá, oye, no hagas nada extraño en lo que llegó. —y colgó.

[...]

— ¡¿Y bien'ttebayo?! —pregunto un alarmado Uzumaki cuando Sakura salió de su recámara, parecía haber visto un fantasma

— Es... complicado.-comenzó, había pasado un buen rato ahí, e incluso había llamado a Tsunade y a Kakashi— Naruto, quiero que te tranquilices

El ya mencionado se quedo en blanco, ¿tan malo era?

— Hinata, ella tiene 16 años. —soltó, el Uzumaki la miro sorprendido ¡¿Qué?! Ella volvía a hacer la chica no correspondida por Naruto, todo antes de la 4ta Guerra, todo antes de ellos.

— ¡¿Cómo?! —dijo, confundido y sobre todo, temeroso

— Ella fue a una misión en la que debía sacar unos frascos de una bodega de Orochimaru, tal vez ella lo tomó, se tenían pruebas de que esas cosas hacen que las personas rejuvenezcan pero perdiendo su recuerdos, sólo con la mentalidad de su época.

— Hinata, ¿no me recuerda?

—A tu versión de 16 años si, a la del presente, no. —Sakura miro a su amigo caer en depresión de una manera bastante cómica— ¡Oye! —le grito, irritada— La llevaré a su casa, después iré con Tsunade para ver que podemos hacer. Mientras tanto, arréglate y encárgate de traer sus recuerdos del presente

— Sakura-chan. —dijo un tanto recuperado— ¿Crees que pueda acerca a ella?

— Esta Hinata es más fuerte pero no tanto como la nuestra, por lo que debes hacerlo sutilmente, tal vez Sasuke te ayude.

Y sin más, Sakura se llevó a Hinata, dejando a un Naruto muy dolido.

Regrésame al Presente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora