Capítulo 2. Double infini, l'éternité pour toujours,

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No podía dejar de pensar en todo lo que había sucedido en este tiempo, y lo único que podía hacer era beber, sentado en un sillón de cuero en Malfoy Manor con un whiskey de fuego en una mano y la carta en la otra, esa última carta que había acabado con todo hace 6 meses. Leía y releía esa carta, con la intención de encontrar una sola señal de que todo iba a acabar de esa manera, una pista en la que ella le dijera porque lo había hecho necesitaba tantas respuestas, ¿cuál era el gran problema que la había orillado a tomar esa decisión tan egoísta? ¿Por qué él no había sido suficiente para ella? Pero no había mucho que buscar. Esa despedida en una carta (que ni siquiera sabía si podía llamar de esa manera) contenía 3 renglones, ¡3 malditos renglones que solo le traían recuerdos y dolor!


Draco:

Todo tiene un final, y el nuestro ha llegado. Mi lugar está con la persona a la que amo, debo estar con Ron. Este es un adiós, no volveremos a saber uno del otro pero recuerda siempre "à double infini, l'éternité pour toujours".

Hermione



Con esas palabras había acabado todo, ella se negó a responder todas las cartas que él le mandó buscando respuestas. Su "relación" ni siquiera había merecido más que esas 45 palabras, eso es lo que él había significado para ella.

Eventualmente, la misma fuente que le informó de su muerte, le hizo saber lo feliz que ella se encontraba con su esposo, caminando por Hogsmeade tan felices tomados de la mano. Así fue como Hermione desapareció hace meses, y esa carta solo dejó resonando en su cabeza esa última frase "à double infini, l'éternité pour toujours". Nunca podría olvidar esa frase, se quedaría torturándolo para siempre.

Y de repente se encontró regresando a aquel día en Paris, se encontraban los dos sentados en un largo sillón viendo la torre Eiffel desde el balcón, Draco la rodeaba con sus brazos mientras ella posaba su cabeza en el pecho de este. Habían decidido escaparse esa semana para poder estar juntos, escondidos en su propio mundo, sin tener que esconderse de nadie. Compartiendo el amor por este lugar. Su estadía había llegado a su fin, en unas horas volverían a la realidad, a esconderse.

— ¿realmente ya acabó todo, no? ¿Volverás simplemente con la comadreja como si nada hubiera pasado?— Había preguntado él rompiendo el silencio que había reinado en ellos durante las últimas horas, el rastro de dolor que venía detrás de esa oración no podía ser ocultado.

— Lamento que esto tenga que ser así, pero ese fue el acuerdo, Draco— había dicho ella, levantando la mirada para verlo directamente a los ojos

— Pero, ¿entonces esto que es? ¿Un simple revolcón y ya? – su tono de voz iba subiendo gradualmente, realmente ya estaba harto de esto. – odio tener que estar lejos de ti todo el tiempo, Hermione, Te amo y creo que lo sabes perfectamente, soy un estúpido por enamorarme cuando me pediste que no lo hiciera, pero simplemente ya no puedo vivir sin ti

— Draco, no hagas esto más difícil de lo que es –Le dio una mirada suplicante, esa discusión la habían tenido miles de veces en las últimas semanas, y Hermione estaba llegando a su límite, ya no podía soportar esa situación, ya no podía ocultar sus sentimientos por más tiempo, tenía que ser sincera con él, pero no podía.

Tras escuchar esto Draco no pudo evitar sentir como la ira empezaba a crecer dentro de él, se paró furioso entrando a la habitación y con un movimiento de varita las cosas comenzaron a volar hacia su lujoso baúl que ahora se encontraba abierto y sobre la gran cama, cubierta de sabanas de seda.

¿Qué fui para ti? ( dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora