NO ES DE HUMANOS

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Esos días que había pasado con Yoongi, se iban como agua, bueno agua no, más bien como vapor, si eso era, el tiempo con el pasaba demasiado rápido.

Desde el día en el cual de alguna forma se había quitado la venda de los ojos y había aceptado su amor por el castaño habían pasado ya tres semanas, tres semanas en las cuales busco el momento adecuado para poder hablar con Yoongi al respecto. Aunque para que engañase, la única verdad (que tanto él como Tae, sabían) es que estaba retrasando ese momento, TAE, por su parte no entendía su comportamiento, ya que a sus ojos no había ningún impedimento para que estuvieran juntos, a los ojos de Tae, claro está, ya que a los suyos si había impedimentos y eran muchos, y sin duda el más importante y problemático de todos era la naturaleza de Yoongi, el era un ángel y él, él sólo era un humano.

— ¿En qué piensas, Jimin?

Frustrado se levantó de la cómoda y elegante silla de su oficina, se dirigió a la ventana sólo para que su vista se perdiera en el cielo, no lo podía entender ¿En qué momento había dejado de ver a Yoongi, como su amigo? ¿En qué momento se había enamorado de el? Sin duda eso sólo a él le pasaba, venirse a enamorar de un ángel de la muerte después de haber perdido de aquella manera tan injusta a Jungkook.

En ese momento alguien entro a su oficina, no se molestó en preguntar quién interrumpía sus pensamientos, ya que sabía que Yoongi no era, si hubiera sido el chico, el se materializaría de la nada como muchas otras veces.

— Amigo ¿Estas bien?

Trato con todas sus fuerzas sonreír para que Tae, no sospechara nada, se dio la vuelta y ahí estaba su amigo, viéndolo con un rostro lleno de preocupación.

— Si, muy bien.

— Claro.

— De verdad.

— No te creo a ver, dime ¿Ya hablaste con Yoongi?

Al escuchar el nombre de el castaño, no pudo más que entrecerrar los ojos y de nuevo sentarse en su cómoda silla mientras negaba con la cabeza.

— Vaya, ¿Se puede saber por qué no?

— No lo sé, supongo que no se ha dado el momento.

— Tú y yo sabemos que no es verdad, aquí lo único que pasa es que no quieres decírselo, no me vengas con que el momento no se ha dado si todos los días hablas con el, aunque claro siempre me niegas el tema a tratar.

Y ahí iba de nuevo el reproche de su amigo, y es que no había día en que el chico no le reclamara este hecho, él no pudo más que sonreír. No es que quisiera ocultarle cosas a su amigo, solamente no podía contarle los temas a tratar con el castaño, todo porque no podía decirle que Yoongi, se pasaba todo el día o al menos las horas que estaba a su lado preguntándole cosas que para él como para Tae, eran tan comunes.

— Vaya, sí que son complicados los celos.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al recordar el momento en el que trato de explicarle a al chico que eran los celos, ya que Yoongi solamente había fruncido el entrecejo y fue perfectamente consciente de cómo trato de decirle algo, algo que al final no pudo decir.

— Supongo que no los podré entender, espero no llegarlos a sentir.

Al recordar aquellas palabras, estas tuvieron el mismo efecto que cuando las escucho la primera vez, él no había entendido por qué las decía, así que confundido le había preguntado a que se refería exactamente, ya que según lo que sabía los ángeles no sentían y por lo mismo era extraño que el chico se expresara así. Trato de ahuyentar la tristeza que lo embargaba al recordar el hecho de que Yoongi, no podía sentir.

Àngel Of Death  |YOONMIN ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora