Capítulo III.

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- ¡Maldita sea, esta mierda se ve increíble!-Exclamó Aslan con la mitad de su cuerpo afuera por la ventana.

Después de quince minutos al fin estábamos a media cuadra de llegar a la dichosa fiesta. Tenía razón mi hermano cuando dijo que la fiesta sería en un lugar apartado. Tampoco es como si conociera todo el condado pero si me manejaba por las calles, sin embargo este sector en particular me era totalmente desconocido. Creo que si seguíamos derecho podríamos llegar al bosque Francis Marion. Creo.

La música electrónica llegó a mis oídos y por un segundo casi quedé sorda. Era increíble como las ventanas aun no se hacían trizas por el rebote que podía apreciar daban. La cola de autos estacionados era inmensa, eso y la enorme cantidad de personas afuera, en el balcón y otros que podía ver por las ventanas, me hizo dar cuenta que la fiesta era más grande que la del año pasado.

Eso solo significaba una cosa:

Problemas.

En cuanto logramos estacionarnos nos bajamos y Aslan tomó mi mano izquierda porque la derecha estaba ocupada por la mano de mi novio, nos movimos entre la aglomeración de gente y entramos a la casa.

Si pensaba que la música casi me deja sorda cuando estaba en el auto, ahora siento que mis tímpanos piden auxilio con enormes letreros de ''SOS''.

-¿Dalas, tu hermano está aquí?-Oí que preguntaba Brianna gritando.

-Si, vino con sus amigos, debe estar en el bar o donde haya alcohol.

Le lancé una mirada de advertencia a mi hermana menor que no logró detectar o simplemente ignoró. Se volteó con una sonrisa en su rostro y se movió entre las personas logrando que la perdiera completamente de vista.

Miré a todos lados buscando a mi hermano y lo único que pude ver fue a gente que no conocía bebiendo, fumando, comiéndose las bocas y algunos manoseándose sin pena alguna.

Dalas tiró de mi mano y me vi caer sobre su regazo, a mi lado sentadas en un enorme sofá que se veía de colores por las luces, se encontraban Nicol con su novio Kevin, y mi mejor amiga Kat sentada en el regazo de un chico desconocido.

- Chica, luces preciosa-Gritó Kat en mi oreja después de besar mis mejillas.

-Gracias, tú también estás hermosa.

Y no mentía, sus ojos marrones se veían más intensos y rasgados pintados por ese delineado, lucían como los de un gato drogado.

-Ten, bebe esto, está increíble.

Cogí el vaso que me tendía Kevin y le di un sorbo antes de pasárselo a Dalas. Sentía como la quemazón producida por el sabor del vodka de frutas bajaba por mi garganta dejando un agradable escozor y un delicioso sabor dulce en mis labios.

-¿Quién es tu chico, Kat?-Pregunté señalando al tatuado quien se encontraba hablando con otro tipo a su lado mientras daba caricias a la cintura de mi amiga.

Kat se encogió de hombros y me sonrió con inocencia-Ni puta idea como se llame, pero besa increíble.

Revoleé los ojos y me dediqué a inspeccionar lo que mis ojos podían observar aparte de las personas moviendo los cuerpos como posesos.

Sobre la piscina podía ver un par de cañones que amenazaban con soltar espuma en cualquier momento, una barra se extendía por todo el borde del jardín hasta llegar al final de la cerca. También pude ver una pista de baile donde algunas personas hacían breakdance, otros el ridículo y las mujeres, algunas zorreando otras bailando normal. Confeti, luces de colores, una bola de espejos, luces de neón, algunas cintas de decoración y papel higiénico adornaban todo el lugar. Al parecer ya habían comenzado con la destrucción.

Isaaz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora