Hoy fue la misma rutina que ayer, mientras me alistaba para el colegio, mi celular comenzó a sonar marcando un número desconocido. La verdad, este tipo de cosas siempre me han dado mala espina, o son personas haciendo sus pesadas bromas o la línea pidiéndote que compres algo de su empresa y bla bla bla. Sin más me propuse a contestarlo obteniendo una voz bastante conocida.
-Hola, soy yo Angel- lo oí bastante alegre del otro lado de la línea llevando a mi mente su sonrisa que hace con cualquier persona.
-¿Cómo conseguiste mi número?-dije confundido, por lo que recuerde, no le di mi número a nadie hasta ahora.
-Ohh eso no importa ahora, ¿sigues en tu casa?-.
-Si... ¿Por qué?-.
-Es para ir juntos al colegio, ¿me dices la dirección?-
-Sí, te agregaré a mis contactos y te enviare un mensaje con la dirección.-
-Excelente entonces... Nos vemos- Sin más corto la llamada.
Al cabo de diez minutos ya me encontraba sentado en las escaleras de la entrada de mi casa esperando a que llegara. De alguna forma, el que vayamos juntos me emocionada, el por qué es muy simple, nunca tuve un amigo que se interesara en entablar una conversación conmigo o que me viniesen a buscar para ir juntos a algún lado, era emocionante saber que al menos alguien te tenga en cuenta. Lo tomo como amigo porque de alguna forma, presiento que él no tiene algún tipo de mala intensión, al menos no he visto nada malo hasta ahora.
Por lo lejos, vi detrás de las rejas del gran portón a un chico con uniforme, medio bajito y cabello negro, era Angel. Me comencé a dirigir hacia allá una vez que dejé que se abran las grandes rejas y levantar mis manos en forma de saludo.
-Lamento la tardanza, el autobús tardó en llegar- dijo una vez que nos dirigíamos a la parada nuevamente.
-No pasa nada, ¿puedo hacerte una pregunta...?- dije seguido de que su mirara tome una de curiosidad mientras caminábamos.
-Ya la estás haciendo tontito.- Dijo luego de una sonora risa que se pudo haber escuchado desde tres cuadras. Me llama la atención que sea un chico tan alegre, libre de problemas... aunque eso aparente.
-Ese tal Fred... ¿es así con todos?-pregunté entre ansioso y nervioso por saber la respuesta.Por lo tanto, Angel dejó de reírse y me miro algo sorprendido mientras paró en seco y lleva una mano a su cabello despeinándolo un poco.
-Ahh, el ya es así con todos, tiene un carácter un tanto... Ehh, no amistoso, no es muy confiado con gente que recién conoce...- volteo a mirarme nuevamente- ¿Cómo sabes su nombre? ¿llegó a presentarse? - esta vez su expresión cambio a una más curiosa otra vez.
-Yo... se lo pregunté ayer, a la salida del colegio- me puse nervioso de la nada, el por qué me preguntara algo sobre él me hacía sentir algo extraño, no me ponía enojado, era una sensación diferente, pero como que a la vez no quería hablarlo. ¿Suelo ser bipolar o qué?
-Ahh, entiendo -sonrió- es un tanto llamativo para muchas personas del instituto, su hermosa cara de seme y cuerpo de ''dios griego'' según las chicas, es imposible no acercarse -.Siento que se llevaría muy bien con mi hermana, tienen gustos similares por lo que llegué a escuchar en lo que decía. Angel imitaba con voz más aguda y haciendo movimientos delicados con las manos dando pestañeos como si imaginara algo precioso, haciéndome reír con facilidad, pero algo en la que dijo llamó mi atención...
-¿Tiene admiradoras?- interrumpí su actuación de princesita soñada mi pregunta salió inconscientemente de mi boca, ¿por qué me molesto en preguntar? no me tiene que interesar de alguna forma, tengo curiosidad de saberlo. - Y espera... ¿seme que qué?- esa palabra la solía decir mi hermana cuando veía sus cosas esas, siempre olvido el nombre.
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Perfectos Opuestos. (Yaoi/Gay)
RomanceSam Freneguer, típico chico de 17 años en camino a nuevos rieles en su vida. Nuevos sentimientos, amigos y verdades tal vez sean de su nueva vida en otra ciudad, Estados Unidos-California. Esta sería una nueva oportunidad para Sam para poder reinic...