Miré por la ventana con el mismo aire melancólico de días atrás, de nada me servía volver a Londres cuando lo único que estaba haciendo era huir, pero desde un principio había llegado ahí como parte de un plan bien estructurado para mantenerme alejada de él, ahora cuando creí no volver a huir me tope con la verdad.
No dejaba de sorprenderme, se había estado ocultando durante un año sin dar señales de nada, mirando a lo lejos el dolor de sus hijos y quizá el mío.
–Por fin en casa –L tomó mi mano intentando hacerme voltear la mirada hasta él, pero eso no sucedió.
–Por fin de vuelta.
Mi voz no era de alivio o alegría, había regresado en vano, pues después de todo esa casa ya no era mi hogar. A pesar de sentirme aliviada no estaba tranquila, probablemente nunca lo estaría porque justo en ese momento sabía de su existencia y si un año antes me perseguía su fantasma ahora volvería a ser él.
– ¿Quieres salir a comer o algo? –cuestionó con media sonrisa mientras abrió la puerta.
–No. Estoy cansada y el cambio de horario me ha caído mal, prefiero dormir.
–De acuerdo, prepararé la cena mientras tú y nuestras hijas descansan.
–Gracias.
Esperaba algo más de mí, lo note en su mirada brillante, sin embargo, en esos momento no tenía cabeza para pensar en él mientras al otro lado del mundo se encontraba el hombre cuya sonrisa estremecía todo mi mundo. Le acaricie la mejilla mientras salía del auto con Harper entre los brazos.
No supe siquiera como logre llegar hasta mi habitación, no pude averiguar cuál había sido mi ritual para hacer dormir a las niñas, y no deseaba concentrarme en nada más, mi cuerpo aún clamaba sus cálidos brazos, sus ultimas palabras.
¡Lisa! ¡Lisa, vuelve!
No me di cuenta de como había logrado concebir el sueño luego, cuando abrí los ojos todo estaba claro, las primeras horas de la tarde pintaban el cielo de colores anaranjados, sin embargo el sol no fue el causante de mi despertar. Era ese tintineo molesto taladrando mi cabeza –el teléfono– adiviné. Abrí la maleta sin muchas prisas, la pantalla iluminada me mostró el nombre de quien tanto temía.
–No quiero hablar.
–Lisa, por favor escuchalo.
–Paris, no quiero hablar.
– Lisa, estuviste diciendo que deseabas volver a verlo...
–Sí, quería verlo, quería cambiar las palabras de nuestra ultima conversación, pero no quería esto.
– ¿Por qué?
–Porque tengo una familia, porque tenerlo de vuelta en mi vida es dejar todo a un lado y está vez no puedo, lo siento.
–... Lisa.
–Adiós.
Apague le teléfono y casi al instante escuche el timbre de la puerta, el corazón me golpeaba el pecho bruscamente mientras los escalones desaparecían a mi paso, tuve miedo de tener a Michel frente a mí luego de abrir la puerta, pero el hombre de pantalones y camisa azul marino en definitiva no era él. Sentí un deje de decepción y alivio al mismo tiempo.
–Entrega urgente para Lisa Marie Presley –me sonrió.
–Soy yo.
–De acuerdo –me extendió una caja de color marrón y en seguido su tabla–. Firme por favor.
–Claro –escribí sobre la linea punteada con cautela–. Gracias.
–Tenga un buen día.
–Igualmente.
Cuando desapareció de la fachada de mi casa cerré la puerta, me aproxime a los escalones reposando un poco, examine el paquete sin descifrar cuál sería el contenido de este y finalmente me decidí por abrirlo.
El envoltorio de plástico como tanto como el papal de burbujas evitaron cualquier abolladura en el contenido, era la caja de música, con las joyas, la carta y finalmente una nota.
Vuelve.
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Vuelve
FanfictionVolví de una larga ausencia, me quedé mirando la nada por un par de minutos, no quería estar en la oscuridad para siempre, no quería estar ahí sin ellos, deseaba volver como un ave fénix, era la hora de buscar el inicio en un tierra verdaderamente l...