Mundos Opuestos

Capítulo N°5

Conociéndolos Nuevamente: Parte Uno.

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-Bien.. Aquí es- dijo Luka, señalando su hogar.

Era una casa típica americana. Patio delantero grande, dos pisos, con porche, cochera, un balcón delantero, ático con ventana hacia la calle, posiblemente un sótano y patio trasero. El camino hacia la puerta era de un empedrado de baldosas, había cerca a ambos lados de la casa, donde tenían una hilera de azucenas rojas (si no me equivoco), un par de árboles a ambos lados de la casa dándoles sombra en todo el patio. El porche, al igual que las escaleras que lo llevaban a este y el barandal eran de madera, pintadas de crema perlada o blanco, no lograba distinguirlas bien. En el porche había una hamaca de madera, dos sillas de mimbre y una mesa del mismo material, de colores azul-violetas haciendo juego y resaltando en el lugar. Los marcos de las ventanas eran del mismo color y las puertas (dobles) estaban pintadas en marrón claro.

El lugar tenía un ambiente familiar, y uno muy cálido.

Luka comenzó a dirigirse hacia la entrada, mientras buscaba algo en su mochila.

-Mi mamá no llega hasta dentro de una hora- comentaba Luka- Normalmente a esta hora va al mercado, cuando llega me deja las compras y se va al trabajo, vuelve como a las 8 de la noche, a veces antes.

Su comentario me sorprendió, coincidía con la excusa que le había dicho a mis padres.

"-¿Seré psíquico?-" pensé, luego me reí interiormente de mi mismo a causa de ese tonto pensamiento.

Aparentemente no me reí interiormente, ya que Luka me miró extrañado. Sentí que me sonrojaba, supe que debía decir la razón por la que reía antes de que haya un malentendido.

-¿De qué ríes?- preguntó con la curiosidad impregnada en su voz.

-Es que, para que mis padres me dejaran venir, les dije exactamente lo que me acabas de contar, por eso reí- le expliqué.

Noté que sus hombros se relajaban, no me había dado cuenta de que se había puesto tenso. Escuché que reía levemente, haciendo que sonría inconscientemente.

-Hehe... ¿Eres psíquico?- dijo.

"-¿Qué demonios?-" pensé, la segunda coincidencia a lo que decía.

-Mmm... Tal vez..- le respondí sonriendo con picardía.

Entre bromas, llegamos a la puerta de su casa. Cuando Luka está por incrustar la llave en el cerrojo, se escucha un ruido proveniente de adentro que congela a Luka en el lugar. Pude ver que se puso rígido y frunció en seño. Unos pasos se empezaron a escuchar, estos se dirigían hacia la puerta.

-¿No dijiste que tu mamá no estaba?- le pregunté un poco preocupado, Luka apretó los puños.

-Si, eso dije- respondió sin apartar la vista de la puerta.

Su mano derecha se extendió en mi dirección, tocando mi brazo derecho y corriéndome detrás suyo. Inhale profundo silenciosamente.
¡Luka me estaba escudando, estaba poniéndose entre mi y el posible peligro que esté en su casa!

Una sensación de calidez me invadió por completo, nadie en mi vida ha hecho algo así por mí, nadie me ha querido proteger del peligro a costa de su bienestar propio. El que Luka hiciera eso me dió un increíble impulso de querer abrazarlo, de ser yo quien lo proteja del peligro, de besar esos tentadores y dulces labios con los que siempre he soñado besar desde que lo ví en el colegio por primera vez...