CAÍDOS DEL MAPA 12 (Fanfic, TERMINADA)

Consecuencias

Tres policías se estaban llevando a los ladrones que seguían forcejeando (Héctor seguía gritando completamente sacado), y los otros tres se encargaban de desatar a los chicos y calmarlos
- Tranquilos chicos ya pasó. ¿Los lastimaron? ¿Están todos bien?
- S-ssi- logró articular Federico que parecía ser el menos traumado de los cuatro. Graciela corrió a abrazar a Paula y sollozaron juntas un ratito, Fabián las fue a consolar mientras los policías interrogaban a Fede (que no estaba muy contento)
- ¿Vos sos amigo de la dueña?
- Soy el novio- respondió todavía nervioso
- ¿Y los padres? ¿Dónde están?- siguió el oficial
- Estaban tomándose unos días, creo- Federico seguía mirando de soslayo a sus amigos, como queriendo participar del abrazo, Graciela lo vio y se separó de los demás para acercarse y ayudar con las respuestas
- Bueno- el oficial suspiró- Sus padres están en camino, mientras tanto cuéntenme todo lo que pasó
Fabián y Paula se unieron y entre los cuatro relataron la historia desde el principio. Cómo habían visto que unos señores raros miraban la casa, que un día había aparecido uno haciéndose pasar por empleado de la casa de pizza, y finalmente, que habían entrado a buscar el contacto de unos amigos millonarios de los padres de Graciela.
- Entonces... ¿Encontraron lo que buscaban? ¿Se llevaron algo?- preguntó el policía extrañado
- No... - respondió Graciela- creo que no.
Entonces se escucho un chillido histérico proveniente del otro lado de la calle
- ¡¡PAULITAAA!! ¿¡¡Donde está Paula!!?- se escucho como un auto tocaba bocina y alguien lanzaba palabrotas- ¡Infeliz! ¡Tengo que ver a mi hija!- la mamá de Paula irrumpió como un tornado en el salón, toda despeinada y con los zapatos a punto de salírsele, miró con recelo a los policías y se abalanzó a abrazar a su hija
- ¡Estas bien! ¡Qué alivio! Cuando recibí el llamado vine corriendo, ¿qué pasó?- y al ver las sillas y los manteles tirados exclamó horrorizada- ¿¡Los secuestraron!?
- Mamá, mamá, tranquila estoy bien- dijo Paula cuya cabeza había logrado emerger de el abrazo de su madre. En ese momento llegaron los padres de Federico y los de Fabián corriendo con cara de preocupados. Cada uno fue a abrazar a su respectivo hijo y Fede murmuró
- Solo se juntan cuando me pasa algo...
La mamá de Paula informó que su marido estaba en camino, y el papá de Fabián dijo que igual los padres de Graciela, que apenas se enteraron habían emprendido el regreso pero que les faltaba para llegar. Los esperaron unos quince minutos y una vez que abrazaron a su hija, se sentaron a hablar con los policías
- Bueno... siéntense por favor, los chicos les van a contar lo que pasó- dijo el oficial que los había interrogado. Y así relataron por segunda vez la historia, interrumpida solo por algún que otro gritito de las madres y alguna que otra maldicion por parte de los padres
- Y entonces llegaron los oficiales y agarraron a los tipos, si no, no se que habría pasado- concluyó Fabián al que le había tocado la parte final del relato. La mamá de Paula estaba pálida como la cera y se apantallaba sin cesar mientras que la mamá de Graciela, también nerviosa, la trataba de calmar
- Los chicos fueron muy valientes- sentenció el policía que los había entrevistado- Pero también tuvieron suerte.- Y con esto dieron por finalizado el interrogatorio; luego de conversar con los padres de Graciela y recomendarles a los chicos que no se metieran más en problemas (a lo que los chicos asintieron, como siempre) todos los oficiales salieron de la casa y uno a uno los patrulleros fueron desapareciendo de la calle. Ahora se venía el reto.

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- ¡¡NO LO PUEDO CREER!! ¿¡ME QUERÉS EXPLICAR GRACIELA POR QUE NO NOS AVISASTE!?- El papá de Graciela estaba gritando lo mismo hace como media hora por toda la casa, su hija escuchaba pacientemente mientras en su cabeza recitaba de memoria la siguiente frase: les...- ¡¡...PUDO HABER PASADO ALGO GRAVE!!
- Calmate un poco- intervino la mamá- los chicos están bien y te vas a lastimar la garganta, además no debe haber sido divertido para ellos tampoco, dejala a Gra que se valla a descansar.
Graciela abrazo a su mamá agradecida y se fue a dar un baño para relajarse, bajo el chorro de agua caliente pensaba como les estaría llendo a los demás, que se habían ido a sus respectivas casas un par de horas antes.

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- Paulita, te traigo más té así te relajás
La madre de Paula en vez de gritar, había llamado a su esposo y habían coincidido en que su hija necesitaba unas horas de reposo para sacarse el susto. Paula, por su lado, pensaba que los que se tenían que sacar el susto eran ellos y también pensaba en que tenía mucho calor. Su mamá la había envuelto en mantas en la cama como si estuviera enferma y no paraba de traerle tazas de té (lo cual no ayudaba mucho, ya que le estaban dando ganas de ir al baño y su mamá no la dejaba levantarse) a la vez que la consolaba constantemente como a una niña pequeña cuando se asusta con un rayo
- Ya está Paulita, ya pasó mi amor, no te asustes.

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-De verdad que perdón papá, mamá, tendría que haber avisado pero pensé que era una boludez de Graciela- trataba de explicar Fabián que se sentía bastante culpable- ¿Me van a castigar?
El papá de Fabián se acomodó los anteojos y la mamá lo miró sonriendo
- No Fabi, no es tu culpa- dijo ella.

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- Ya está Fede, te podés ir a tu cuarto- dijo su papá bastante relajado
- ¿¡Y ya está!? ¿¡Hacemos como si nada!? ¿¡Ni reto ni consuelo!? ¡No te lo puedo creer!- contestó bastante sacada la mamá. Federico pensó que tanta bronca se debía probablemente a un problema anterior que había decidido liberar ahora, pero a la vez no sabía si moverse o no. Su madre se acercó a su padre y le comenzó a gritar, a lo cual el agredido contestó con igual intensidad; Fede, al ver venir una pelea fea, se empezó a escabullir hacia las escaleras, pero de pronto escuchó un silencio repentino y se volteó, al hacerlo abrió los ojos como dos huevos fritos y la boca como si fuera a tragarse un camión. No podía creer lo que estaba viendo.
Sus padres se estaban besando.