Y si BUNGOU STRAY DOGS sucediera en...

Junjou Romantica

Esta es la historia de tres parejas que al principio, parece que no tienen nada que ver entre ellas. Sin embargo, al final, sus caminos se entrelazan... más o menos...

  -Kunikida-kun, ¿esto es una novela erótica?

  -Sí.

  -¿Y el personaje principal soy yo?

  -Sí.

  -¿Y su seme eres tú?

  -Sí.

  -Estás enfermo, Kunikida-kun.

  -¿Ah?

  -¿Cómo puedes publicar nuestras intimidades?

  -Pues igual que tu pudiste subir el vídeo porno que hicimos a Internet.

  -¡Es distinto! ¡Se hizo viral! ¡Fue un éxito!

  -¡Me han dado el Nobel por esa maldita novela erótica!

  -Nimiedades, Kunikida-kun, nimiedades. -Entonces, Doppo se cargó al hombro a Osamu-. ¿Qué haces?

  -Voy a violarte.

  -Sabes que si me dejo no es violación, ¿verdad?

Entre tanto, la pareja egoísta se encontraba en una situación típica de ellos dos.

  -Atsushi, te quiero.

  -¡N-No digas cosas tan vergonzosas!

  -¡Estamos en casa! ¡Y además acabamos de hacer el amor!

  -¡Akutagawa, idiota, no te importan mis sentimientos! ¡Sabiendo que tengo el corazón roto!

  -Otra vez no...

Adorables. Simplemente adorables. ¿Verdad? Pero todavía hay una pareja cuya historia no ha sido contada, la terrorista. No, de los que ponen bombas no, más bien... ilegal, pero en otro sentido.

  -Yukichi, ámame.

  -No puedo amarte, eres menor de edad.

  -Tengo veintiséis años.

  -La edad psicológica sigue siendo de quince.

  -Eso es porque tuve un crush por ti a esa edad. Es culpa tuya. Responsabilízate.

  -Lo siento, eres el hermano de mi ex-mujer.

  -Mentiroso. Ni yo tengo hermana ni tú tuviste esposa.

  -¿Ultradeducción?

  -Es posible. ¡Ya sé! ¡Te haré la comida!

  -Vale, vale, te amo. Salgamos a comer fuera para celebrarlo.

  -¡Bien! Aunque me hacía ilusión que vieras toooodo lo que he mejorado en la cocina.

  -Ya si eso otro día, ¿vale? O nunca, mejor... No quiero ver otra cocina explotar...

Y podéis pensar que ya acabó todo, no obstante, ¿qué sería de una pareja romántica sin hombres intentando violar constantemente al uke? Además de su seme, claro.

  -¡Entrégame a Dazai!

  -Jamás te lo daré. Siempre me has quitado lo que amo, pero esta vez no te lo pienso entregar.

  -¡Kunikida, él debe ser mío!

  -¡Nunca permitiré que se vaya contigo, Chuuya!

  -Pero ¿vosotros de qué cojones os conocéis?