知っています

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 Me he desvelado mirando el techo y las estrellas, el cielo frío de invierno me deslumbro a través de mis grandes anteojos. Mi dulce perro que roncaba a paso lento en la esquina de mi cama, deja un dulce cantar que tranquiliza a mi pecho.

No quiero dormir.

Si duermo puede ¿Qué no vuelva a ver?

Tengo miedo de cerrar mis ojos y que todo se vuelva oscuridad por siempre. Ya son las ocho de la mañana y no he cerrado mis ojos en toda la noche, estoy cansado, pero el miedo fue mucho más fuerte que el cansancio de mi cuerpo.

Mamá esta haciendo tostadas; el olor a pan tibio llega a mi nariz, el olor a café de mi padre atraviesa mi estomago, así que tomo mis medias mas holgadas y bajo de la cama con un hambre deslumbrante.

―¡SEUNGCHEOL, CARIÑO!―Mamá grita mientras me veo caer por las escaleras, en dos segundos estoy en suelo mi cabeza sangra y ya no veo más. Digamos que soy un poco inútil y mas torpe de lo normal.

(📟)  

―Su hijo se encuentra bien, señora Choi, solo han sido cuatro puntos en la frente, cuando despierte le haremos los exámenes pertinentes a su visión―Escucho al doctor, el olor a hospital llena mis fosas nasales. Y los recuerdos de mi gran accidente hacen que se me retuerza el estomago y el pecho me duela.

―No me diga que esta bien, si aun no ha abierto sus ojos― La voz de mi madre se escucha  desesperada, angustiada que genera un dolor en mi pecho pensar que ella podría estar reviviendo mi accidente.

Esperar en un frío hospital, en grandes pasillos vacíos de caricias y risas, lleno de sus pensamientos preocupantes por mi.

―Estoy bien mamá― Logro dejar salir un susurro, intentando despertar de mi sueño―anoche me desvele no te preocupes demasiado― Intento abrir mis ojos lentamente.

Pero seré sincero no veo nada  y me entran grandes ganas de llorar, Dios dime que solo es otro susto, como aquellos mañaneros.

―SeungCheol, puedes verme―habla el doctor pero solo escucho su voz.

No lo puedo ver.

No lo veo.

―No señor... no lo veo―Hablo lentamente y escucho mi corazón palpitar más rápido y  el sollozo de mi madre hace retumbar las paredes.

―Bien, ¿te duele algo sientes alguna picazón en tus ojos, puedes explicarnos?

―¿Las lagrimas cuentan como picazón?―gimoteo.

Adiós a los colores brillantes, adiós al viejo gallo de mi vecina, adiós a los cielos azulados, adiós al paso del tiempo en las comisuras de mi madre, adiós a las sonrisas de mi padre.

Adiós a la vida a través de mis ojos.

Adiós mechitas y tus cabellos blancos como la nieve.

Siento mi pecho agitarse por mi llanto, mi nariz congestionarse, y mi corazón destrozarse.

―No se desesperen, esto puede ser solo temporal, Seungcheol necesitas calmarte―El doctor habla pero no lo escucho, mi llanto solo llena mis pulmones y mi alma.

―MALDITA SEA NO ME DIGA QUE NO ME DESESPERE SI NO VEO NADA―Grito puedo escuchar el llanto de mi madre intensificarse.

Entonces lo entiendo.

Grabaciones del Alma (JICHEOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora