Grabaciones del Alma (JICHEOL)

他の私

He escapado de casa, quiero estar solo, pensar un poco.

Estoy llevando mis zapatos nuevos, la chaqueta de mi padre, unos jeans viejos y debajo de todo eso mi pijama.

Me encuentro acostado sobre el pasto, estoy en aquel parque donde por primera vez bese a JiHoon, estoy dando vueltas en cada lugar donde he estado con él, el parque, su universidad, la cafetería, su casa...

Si, estoy fuera de su casa.

Escondo mi bastón en mis espaldas y camino de un lado a otro, debatiéndome si debo llamar a su puerta o volver a casa.

No debo pensarlo más por que veo a JiHoon con una chaqueta azul y su rostro escondido del frío en una bufanda.

-Lee JiHoon-Le llamo, tomando su atención en mi y no en sus llaves.

Se voltea viendo su puerta y sus manos las guarda rápidamente en sus bolsillos.

-No quiero verte en estos momentos-Dice bajito y camino lentamente hacia él.

-Necesitamos hablar-Susurro un poco más cerca, el niega con su cabeza.

No quiere verme y lo entiendo.

-Si quieres terminar, pues bien... Fue un gusto conocerte-Escucho un pequeño sollozo y cuando sorbe su nariz, no quiero verlo llorar, y menos escucharlo.

-JiHoon...Por favor, hablemos-Hablo más fuerte, necesito decirle todo, dejar todo aquello que me atormenta y compartir mis penas con él.

-Ve con tu ex novio, ¡Ah no ahora tu novio!-Su voz se escucha entrecortada, pero enojada, y este dolor en mi pecho es peor de lo que imagine.

-Jihoon, hablemos-Lo tomo del brazo girándolo hacia mi, sus mejillas rosadas están envuelta en lagrimas y su labio roto por contener los jadeos, quiero llorar, no quiero dejarlo.

No me dejes Lee JiHoon.

Y cuando suelto su brazo el baja su mirada, aguantando el llanto.

- Me he enamorado irremediablemente de ti, pero tu me alejas cada vez que puedes, intento derribar aquella muralla que creas, pero yo soy el que salgo lastimado – El suspira, mira sus pies, no me mira- Y no sé si pueda seguir así de herido, pienso que es mejor yo mismo alejarme de ti, pero no puedo estar sin ti-Murmura despacio, siento que me quiebro en dos, pero es verdad.

Yo soy el que lo aleja, mis temores hacen que yo mismo arruine todo.

Soy un desastre, arruino todo lo que amo.

Y estoy arruinando el amor que Jihoon siente por mi.

-No me dejes-Hablo intentado no llorar, pero una gota salada cae en mi lastimosa mejilla- Jihoon, por favor escúchame-Tomo sus hombros aferrándome a ellos- Se que lo que viste ayer pudo malinterpretarse, pero yo no te engañe, yo no lo amo a él, el fue mi novio, lo fue hace mucho, ayer solo lo perdone y lo deje libre de todo arrepentimiento-

-PERO ¿DE QUE?, ¿QUÉ ES LO DE LO QUE TANTO SE ARREPIENTE?-Grita mirándome fijamente sus lagrimas caen como dolorosos  goterones.

Y es la hora.

Es hora de que le diga como llegue a este punto de mi vida.

-El fue el causante de mi ceguera-Suelto de una vez, Jihoon me mira sorprendido, su boca queda seca, sus lagrimas las limpia con las mangas de su chaqueta y se que quiere oír más-El causo el accidente de hace cinco años atrás-Su atención esta en mi y le señalo el escalón de su puerta para que tome asiento. Mi historia es un poco larga- JiSoo y yo nos hicimos novios a los catorce años, el era igual a mi, nos escapábamos de casa, nos drogábamos, tomábamos, entrabamos a bares con identificaciones falsas, ambos gritábamos al mundo que eramos mejores que ellos por vivir de esa manera, no me iba bien en la escuela, gritaba, golpeaba a mis compañeros, era todo un horrible matón, mamá lloraba cada día por mi, esperaba por mi cada noche de tomatera, y yo seguía comportándome como un idiota, pero eso cambio-tomo aire para seguir y siento la mano de Jihoon tomar la mía- Eso cambio una noche de mis diecisiete años, a Jisoo le dijeron de un buen lugar para ir a robar cuando estábamos en plena fiesta, estábamos borrachos, así que yo me negué, pero el me llevo a la fuerza a su auto- Sin darme cuenta estoy hablando entre sollozos, Jihoon soba mi espalda cada vez que hablo-Y chocamos con un camión, Jisoo tuvo graves heridas, pero yo quede en coma un año-Mi cuerpo se tensa, no quiero seguir hablando de mi pasado, es demasiado doloroso recordar cada error que cometí, tomo una bocanada de aire y prosigo hablar a los ojos atentos de Jihoon-Podía escuchar cada palabra de mi madre cada noche, ella leía los cuentos que solía leerme cuando niño, Jisoo vino cada vez menos, lo sé por que su voz cada día más se escuchaba menos, cuando desperté el doctor me aviso que podría quedar ciego, esa era una de mis secuelas, las otra fue una prótesis de metal en mi pierna izquierda, Jisoo se asusto, recuerdo muy bien que lloro y me pidió disculpa cada día que me ayudaba con mi rehabilitación, pero yo no quería ver, no quería que me viera así, y un día dejo de verme, luego un mes menos y luego solo llego una carta a mi casa, diciéndome que termináramos- Seco mis lagrimas y siento los brazos de JiHoon rodearme la cintura- De a poco fui quedándome solo, todos fueron dejándome, solo mis padres se quedaron conmigo-

Se siente bien, soltar todo se siente bien, aun quiero llorar, pero los brazos de mi pequeño hacen que esto no duela tanto.

-Lo siento, yo no sabia nada-Habla con su cabeza oculta en mi cuello y sus ojos nuevamente vuelven a llover.

Ambos llovemos, creamos la burbuja más mojada, sus llantos me hacen consuelo a mi dolor, y ya no me siento tan solo.

No estoy solo.

Tengo a JiHoon, tengo a mi amor.

-No lo sientas, tu no sabias nada-Lo abrazo fuerte y lloro en su hombro.

Dejar ir el pasado es bueno, decirle adiós mientras abrazó Jihoon es aliviador .

Puedo sentir sus labios en mi cuello, dándome calor.

Adiós pasado, adiós a mi otro yo.

📟Clic📟

Hoy sábado lloví y me confesé, hoy sábado de invierno, dije lo que siempre guarde.

Mi pasado.

Y lloré, llore como nunca antes había llorado, por que me dolía, pero dejo de doler cuando sentí que todo podía estar bien si estaba junto a él.

Si tengo a mi chico, se que podré estar bien.

El dolor de mi alma se calmo, aquellos arrepentimientos de toda la escoria que fui y soy dejaron de apuñalarme, las heridas están más calma, y las manos de Jihoon más tibias.

El entibia mi alma.

Sus susurros amorosos de la tarde compensaron los regaños de mi madre por salir solo de casa y sin avisar.

Hoy también le dije a Jihoon, que pronto, muy pronto no lo veré, que cada vez me tropiezo más, que cada vez veo menos.

No dolió tanto decirle lo que ya siempre supe, pero ver su rostro preocupado dolió más que confesarme.

Adiós, a quien me escuche...