Grabaciones del Alma (JICHEOL)

死ぬべきです

Estoy tomando un café frío, aunque odio el café y su sabor amargo en mis labios.

Estoy esperando a mi padre en una banca fuera de la ferretería del vecindario, no he visto a jihoon desde la ultima vez.

Me ha llamado pero no he querido contestar y cuando contesto el cuelga, nuestra relación se ha basado en mensajes con "buenos días" y "buenas noches", "un te extraño" y "un ven a verme".

Pero ninguno de los dos ha intentado ir hacia el otro.

Aunque Jihoon lo intente con todas sus fuerzas, yo mismo me encargo de empujarlo hacia atrás, tengo miedo de que se sorprenda al ver mis ojos más grises, más rojos del dolor, y cada vez sin ver más.

Estoy llenándome de valor para mostrarle mis heridas del alma, aquellas que me atormentan cada día más, estoy intentando pensar del por que me quiere, sí yo no tengo ningún futuro, solo en un tiempo más seré un preocupación para él, una gran carga que se hartará con el tiempo.

Papá ha salido al terminar sus compras, me toma de la mano y llevo mi bastón, me estoy acostumbrando a no estar solo, a molestar a los demás.

Mamá y papá ya no me dejan ir a pasear a mechitas solo, y si lo hago correrán a verme.

Me siento como un bebé, un bebé llorón; de esos que solo lloran en las noches bajito, que nadie se percata que esta pidiendo ayuda.

Papá intenta que el camino a casa se divertido, me molesta para saber más información de Jihoon y nada sale de mis labios, se bien que si le digo algo seré molestado de por vida.

(📟)

-Un amigo esta esperándote en tu habitación-Dice mama un poco seria mientras se seca las manos en su delantal de cocina.

-¿Un amigo?-Estoy dudoso de su expresión.

-Sí-Asiente mientras vuelve a la cocina.

Subo las escalera mientras me sujeto bien de los barandales, la puerta de mi pieza esta abierta, lo sé por que puedo ver la luz brillante del atardecer.

-¿Hansol?-Medio grito cuando estoy por entrar a mi habitación, guardo mi basto en la esquina del umbral de mi puerta, y se que no es Hansol, por que la atmósfera es demasiado silenciosa e incomoda.

-Cheol, Soy yo, JiSoo-Habla parado en medio de mi Habitación.

-Debí adivinarlo-Suspiro-Puedes volver por donde viniste-Señalo mi puerta mientras camino hacia mi cama.

-Por favor déjame conversar contigo un momento-

-¿De qué?, ¿de tu nueva y grandiosa vida universitaria?, ¿De tu novio?, ¿De cómo me dejaste cuando tu fuiste el culpable?-Me tiro a la cama, puedo escuchar su suspiro pesado intentando buscar escusas para estar más aquí-Solo vete JiSoo-Me doy vuelta mirando mi ventana, se que el esta aun parado ahí.

-Yo no tuve la culpa , ese día todos estábamos borrachos, eramos menores de edad, yo-Su voz se corta.

-¿Tu qué?, no tienes escusas Jisoo, no te culpo, sabes... ya deje de odiarte-Me volteo a verlo y esta llorando en ahogos de sollozos.

-Yo... Yo lo siento tanto por dejarte, pero no me sentí lo suficientemente fuerte para cuidarte-Habla entre gimoteos, me paro de la cama y camino hacia él.

-No tenías por que saber cuidarme, solo teníamos diecisiete años-Lo abrazó como despedida-No te culpes más y vuelve a tu casa-Acaricio su cabeza como lo hacia antes para tranquilizarlo-Yo, ya no te odio-Su manos aprietan mi espalda, lo sigo escuchando llorar.

-Lo siento, lo siento tanto-Dice sollozando, y beso por ultima vez su cabello.

-SEUNG...cheol...-Escucho la voz de JiHoon, escucho sus pies corriendo escalera abajo y un portazo.

Mierda, mierda, mierda.

-Debes irte, te perdono, pero ya no vuelvas más, vive tu vida-Lo tomo por los hombros, mientras veo sus mejillas bañadas en lagrimas-Yo viviré la mía-Le doy mi dedo meñique como juramento-No hay rencores-Los juntamos, se que no volverá mas.

Y espero que no vuelva más.

Espero que mi pasado no vuelva a destruir mi presente, aunque lo veo romperse de nuevo.

Por que no importa cuanto llamé a JiHoon, el ya no contesta mis llamadas.

Tal vez de verdad el se me vaya, se me irá, como todo se va.

📟Clic📟

Es el viernes más penoso de mi vida, es más penoso de lo que creí.

Los chicos me han llamado para preguntarme que pasó con JiHoon, del por qué llegó con los ojos angustiados y llorosos.

No pude decir nada, no por miedo a ser golpeados por ellos, si no por que yo mismo estaba llorando, mientras hablaban todos a la vez desde la otra linea.

No he comido, no he salido de mi habitación, estoy aquí acurrucado en el umbral de mi ventana, dejando que el frío viento de la noche, despeje mis penas, estoy esperando, esperando que pronto termine todo este dolor.

Toda esta angustia por ser dejado y por seguir siendo una falla más, seguir siendo la piedra que molesta en el zapato.

Estoy destruyendo a todo el mundo, y en estos momentos pienso en morir.

Morir podría ser muy fácil, no molestaría a nadie y sería fácil de olvidar... Es solo dejar de pronunciar mi nombre y no verme más, para que desaparezca de sus mentes.

Es fácil, morir es fácil.

Lo podría intentar.

Adiós, a quien me escuche...

Estoy aun aquí en esta ventana con la grabadora en mis manos y las penas en mis llantos, no quiero que nadie me escuche así que muerdo mi mano, es fácil ocultar el dolor.

Es demasiado fácil.

Mi palabra favorita, fácil.