—Encantado de conocerte ¿Dónde has estado?
—Eso se llama hogar, Sr. Sharpe—me contestó una joven de pronto a lo lejos haciéndome girar en mi dirección, estaba en el baile de caridad del mes, la verdad es que todo esto me parecía absolutamente inútil ¿Para qué querría yo estar aquí? ¿Acaso donar dinero me hacía alguien especial? Claro que no, solamente era una manera de quitar el dinero a las personas, por dios de solo recordar las cosas que pasé antes de estar aquí, era gracioso recordarlas.
Yo era el tesoro codiciado de la ciudad y aun lo era, la verdad era que el juego de Lucille era tan excitante que de solo recordar todas las caricias que daba a cada una de aquellas estúpidas que ahora formaban parte de mi lista de ex amantes, me daba risa de solo recapitular cada fea cicatriz que dejaba en sus cuerpos después de utilizarlas; era algo así como que yo podía mostrarles la magia, la locura, el cielo y el pecado, podía mostrarles cosas maravillosas... pero ahora el juego era distinto y no sabía porque; recordé cada vez que les entregaba dinero a esas bastardas, trajes hermosos, podía leerlas como una revista, eran tantas cosas; tantas estupideces, ahora recordaba los besos robados, las dulces y hermosas mentiras, yo era el rey y ellas eran la reina, eran la "chica del mes" y lo peor era que cuando ellas me veían hablar con cualquier mujer se ponían histéricas, me decían que podían emborracharse de celos y la típica pregunta: "¿Quién es ella?" ¡Oh no! Gritos, lágrimas, una perfecta tormenta, un jardín lleno de espinas, pero yo era una pesadilla vestido como un sueño.
Nosotros como hombres solo queríamos amor si era una tortura, sí, pero tenía que advertirle a cada doncella que se estaba adentrando a un laberinto sin salida, ya si hacían caso omiso de mi advertencia no podían decir que no se los advertí; todas aquí saben que yo amo a mis jugadoras ¡y ellas aman el juego! Continué entablando conversaciones con los distintos invitados en el evento de caridad hasta que de pronto me cansé de todo esto, de fingir interés en algo que me daba absolutamente igual; decidí que ya no era el momento de fingir así que me acerqué a Lucile que charlaba con una amistad de antigüedad para nuestra familia; en un susurro le dije tomando una copa de cristal llena con vino tinto—Necesito aire.
—No hagas travesuras, hermano—me respondió ella asintiendo con la cabeza al mismo tiempo que yo le sonreía acomodándome las mangas de la camisa diciéndole comenzando a caminar a la salida del salón—No prometo nada.
Pasados los minutos estaba en el balcón de la casa, pensando ¿Habrá algo más en medio de esta multitud de doncellas comunes y corrientes? ¿Llegaré a vivir un nuevo romance? ¿Este se consumirá en llamas? ¿Habrá solamente dolor? ¿Los riesgos valdrán la pena? Oh mi Dios, miren esa cara, luce como mi próximo error, el amor sigue siendo un juego y yo quiero jugar; una mujer rubia salió al balcón con su copa en la mano, le dije mirándola—Encantado de conocerte ¿Dónde has estado?
— ¿Lo conozco?
—Oh lo siento, soy Thomas, Thomas Sharpe ¿Usted es?—en ese instante la mujer me tendió su mano y yo planté un beso en ella al mismo tiempo que ella me contestaba con una sonrisa:
—Edith.
Con solo verla supe que ella era la respuesta que estaba buscando, seguramente ha oído hablar de mí ¡Hey Edith seamos amigos, quiero saber cómo termina esto, toma tu pasaporte y mi mano! Puedo hacer de las chicas malas, chicas buenas en un fin de semana. ¿Durara para siempre o se consumirá en llamas? Ella me tiene que decir cuando se termine o si los riesgos tomados valieron la pena, tengo una larga lista de ex amantes que le dirán que estoy loco, ¿Iremos lejos? La puedo dejar sin aliento, o con una fea cicatriz... Pero tengo un ESPACIO EN BLANCO y escribiré... TU NOMBRE, Edith.
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One Shots VARIOS.
Historia CortaSí, estás en lo correcto. Estos One Shots no serán de un sólo protagonista, sino varios personajes, esto se hace con el objetivo de no sólo "encasillarse" en un sólo artista, grupo, actor o película, tendrás gran variedad de tramas por leer, desd...