Desastre (Adagio)

Capítulo 8

Capítulo 8

Me despierto, siento una pesadez horrible, como si alguien estuviese sobre mí, no abro los ojos, sólo escucho "Party in te USA" de Miley Cyrus, abro los ojos, grito, pero él me pone un dedo en los labios.

- Shhhh.. – me dice, yo muevo la cabeza y mis ojos lo recorren completamente, ¿quién es y qué demonios hace arriba de mí? Se baja de mi abdomen y pega sus labios a mi oído – no hagas ruido – asiento con la cabeza, él va hacia la sala, miro la hora, son las 12:30 cucú, el tipo regresa, me toma entre sus brazos y salimos huyendo de MI DEPARTAMENTO.

- Suéltame – le exijo pataleando – no – responde él - ¿y porque no? – pregunto desesperada – porque no quiero – ah bien vergas, le pego en los brazo y pataleo más fuerte, salimos del edificio y me mete a una camioneta, se ube y comienza a manejar como si se lo llevara el diablo.

- Bombón mi casa esta por allá – le digo sardónicamente mientras señalo en dirección al edificio

- Sí te dejo allá preciosa, te mueres, te van a matar –

- ¿matarme? No, estas totalmente equivocado, yo, yo no soy esa persona. – me mira por el retrovisor. – No lo creo Albania Marín – no digo nada, lo miro sorprendida. Me acuesto en los asientos y cierro los ojos.

Despierto en... en un hotel, mierda, que hice, me tallo los ojos, el tipo está en la ducha, me levanto y tomo una toalla, por si las moscas, en ese momento sale y pego un grito al verlo totalmente desnudo, le extiendo la toalla y me tapo los ojos - ¿has terminado? – le pregunto – ya – me contesta, abro los ojos, tiene la toalla amarrada en la cintura, salgo del baño

- Oye escúchame, quién seas, regrésame a casa

- Hola, un placer soy Laurent Bán – me tiende la mano, me muerdo el labio

- Un placer – contesto respondiendo su saludo con la mano, se peina frente al espejo. Me mira – muñequita báñate, nos vamos –

- Uno, no soy tu muñeca y, segundo yo no voy contigo a ninguna parte

- Tú vas conmigo al fin de mundo si así lo deseo, quieras o no – me voltea a ver y se me acerca tanto que juraría que estaba a punto de besarme...

- De acuerdo, pero. ¿de dónde saliste? ¿Qué demonios eres?

- Laurent Bán, agente encubierto – me muestra su placa, la miro y me cago de risa – aja ¿y? eso debe ser falso ¿no? – contesto entre risas.

- Vine para cuidarte, digamos diablilla, que soy tu ángel de la guarda.

- ¿cuidarme? De parte de que o que

- No te lo puedo decir, ahora ve a bañarte, por favor –

Estoy en la ducha y pienso en Laurent, que bonito nombre, sonrío ante lo tonta que debo verme sonriendo de esta manera, Laurent se parece a la persona que me miraba cundo salí a comer por última vez, salgo de la ducha y él se está abotonando la camisa, Dios mío que guapo es.

- ¿Cómo pretendes que me vista sin mi ropa? ¿utilizo la sabana?

- Me tome la molestia de comprarte alguna – voy por la bolsa y la abro temerosa, genial ropa nueva, saco todo y...

- ¿una tanga? Dios mío Laurent yo no uso esto – le grito muy enojada y se la lanzo. Él carcajea

- Muy bien muy bien, iremos por más

- Ajá ¿y mientras qué?

- No lo sé, ya te las arreglaras – me dice y sale por la puerta. Arréglatelas, brillante, que ofertón, finalmente opto por un vestido, me arreglo frente al espejo cuándo la puerta finalmente se abre, Bán 007 entra sigiloso – vámonos- ¿Qué? ¿a dónde? – pregunto sorprendida. – Estados Unidos, es el primer punto - ¿Estados Unidos? – Sí tienes visa, ¿cierto? –

- En mi casa, con mi pasaporte –

Fuimos a mi departamento por mis papeles, hice una maleta y tome lo importante, nos dirigimos hacia el aeropuerto, tomamos el avión, nos sentamos juntos, pasaremos un muy lindo tiempo juntos, así que no me limito a las preguntas - ¿Por qué tenemos que irnos a Estados Unidos? –

- Te están persiguiendo y nos van a encontrar

- Ah – respondo secamente - y dime, ¿cuánto tiempo va a ser?

- Un año

- ¡un año es mucho! – respondo impávida – Laurent – me mira dulcemente – si seremos compañeros por un año. ¿tenemos que llevarnos bien cierto?

- Exactamente pequeña Albania –

- Muy bien – respondo y enlazamos nuestros meñiques.