Desastre (Adagio)

Capítulo 11

Despierto en una playa desierta, el ocaso está por caer, voy descalza caminando por la playa cuando a lo lejos me parece divisar a Laurent parado mirándome

¿qué te pasa? ¿por qué me mentiste?

Albania, yo, yo solo quería, te amo..

¿Me amas? y no podrías ser sincero, podrías haberme dicho que eres viudo -,él baja la mirada y yo lo miro con rabia.

Albania perdoname, de verdad, yo te amo

Eres excelente mintiendo

Albania espera, creeme - las lágrimas cubren su rostro - quédate conmigo por favor

Parecía sincero, me acerque a abrazarlo, me encantaba hacerlo, cruzar mis brazos en sus costillas y que el riera por las cosquillas, me miro y lo bese.

Tontito - le susurre con delicadeza, puse mis brazos alrededor de su cuello, mire sus

ojos que tanto me gustan, lo bese, era un beso arrebatado, como si nos hubiésemos besado nunca, como si fuera el último, me enrede en sus piernas, nos tiramos en la arena, me pongo encima de él, muevo mi cadera, y el me toma de la cintura, mientras nos besamos desenfrenadamente, me quita el pantalon y me baja las bragas, él hace lo mismo con su ropa, me quito la blusa, me penetra y yo suelto un leve suspiro, nos seguimos moviendo, él me acaricia y yo lo tomo del cabello, dejo de besarlo, lo miro:

¿que pasa? - susurro, me mira - Ven - me dice, y me acerco de nuevo a sus labios.

Seguimos con el movimiento, el vaivén de sus caderas tan cerca de las mías, siempre me ha parecido hermoso, su piel suave y blanca, como un chocolate blanco, beso su cuello, y entonces sucede, gimo y digo su nombre dos veces, me recargo en su pecho y me abraza, me pide que me acueste a su lado, me toma de las piernas y mientras ese ángel baja a mi infierno, pienso en lo feliz que soy al tenerlo, me besa el cuello, su respiración se agita y dice dos veces mi nombre; se recarga en mi pecho, me abraza, se acuesta a mi lado, nos abrazamos, me besa la frente, y así es como conocí el amor de dos personas en su manera más hermosa.

Podría jurar que tuve la noche más hermosa de mi vida, que dormir con la persona que quieres puede ser hermoso, estar en sus brazos dándome calor toda la noche, la sola idea me produce nervios, la sola idea me hace sonreír, volteo y lo contemplo, despierta me mira sonriendo.

Volvemos al aeropuerto, el siguiente destino es Italia. Al llegar planeamos una visita a distintos lugares de la ciudad, nunca me había sentido tan feliz, al darl un sorbo a mi café, me llega un mensaje de Urs, diciendo que me extraña, le contesto relativamente igual. Miro a Laurent que está por meterse a bañar, la señorita del servicio sigue dejando el desayuno en una mesa.

Amor - grita Laurent desde el baño

¿que pasa mi amor? - contesto hojeando un libro

Vente pa ca - me sorprendo y me levanto hacia el baño

No, dejemos que la señorita del servicio haga su trabajo - contesto mirando hacía el sofá

Oh a ella no le importará - dice mientras toma una toalla y se dirige al recibidor

Amor no seas exhibicionista - digo impresionada

No pasa nada - dice a carcajadas, me encanta escucharlo reír.

Se viste y yo me baño, comienza a reír, qué pasa, le pregunto, nada, me acordé de algo.

Damos un paseo por la ciudad tomados de la mano, él me contaba historias que casi a nadie le pasa, él tenía la virtud de hacerme reír, era carismático y alegre, jamás escuche historias semejantes a las suyas. Todo iba bien, hasta que comenzaba a crear cosas, y hacer caso de ellas, me enojaba por cosas que creía mi cabeza. Nos detuvimos por un helado.Dos de chocolate, me hago la tonta. Me da mi helado, suena su teléfono, nos detenemos un momento, miro la ciudad. Volteo y me toma de la mano jalándome

¿qué ocurre? - pregunto

Nada,camina

Caminamos y me desprendo de su mano, el se molesta, llegamos al hotel, me pide que me quede tranquila sin salir de la habitación.

Sale de la habitación y me quedo sola y comienzo a llorar, porque todo tiene que ser de esta manera cuando estábamos bien. En un momento Laurent entra

Haz tu maleta, nos vamos.