Cambio de planes

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Lana se dirigió al camerino de Sean, llevando en sus manos la copia que él la había hecho llegar de su detallado plan "Operación Padrinos". Desde las cinco de la tarde de ese mismo día, Sean había establecido el horario, en base a lo que Ginnifer le había informado de la rutina de la niña. Su hora de bañarse, de cenar, de acostarse, de levantarse en fin de semana... Comidas, siesta, meriendas... Él había añadido, en vista del buen tiempo previsto para el largo fin de semana, la visita al Zoo, el paseo por el parque... Si decidían pasar el día completo fuera, la previsión de llevar la comida y la merienda de la niña, los pañales, toallitas... en fin, todas las cosas que un bebé necesita, que no es poca. Lana pasó sin llamar, con una sonrisa en los labios. ¿Cómo no estar loca por este hombre?
Sean levantó la vista, sonriente como siempre que ella entraba en su campo visual. ¿Cómo no estar loco por esta mujer? No había un cabello más perfecto ni unos ojos más hermosos en todo el mundo, por no hablar de su sonrisa y su personalidad arrolladora, de su airosa forma de caminar, su preciosa voz, su pasión, su... todo.
- "Sean, tenemos un problema". Lana puso encima de la mini mesa la copia del plan. Sean agachó la cabeza y levantó las cejas, mirándola
- "¿Hay algo que no esté correcto?"
- "Todo es perfecto, excepto que... ¿Sabes que habían cambiado las grabaciones, era por qué alguien estaba enfermo?" Sean asintió. "Pues me acaban de llamar. Ya todo está listo, encontraron a otra persona que pueda hacer el trabajo". Sean se había quedado mirándola, asimilando la información. ¿Podrás arreglarte mañana tú solo con Michelle, en el horario que tengo que cumplir aquí? Después sólo tengo que estar localizable por si algo salió mal".
Sean estaba pensando a toda velocidad. Si mañana, sábado, Lana tiene que venir al set de 8 a 2, él debería estar en casa de ella antes de las siete para que tenga tiempo de preparase y desplazarse hasta el set. El sábado por la noche, él debería quedarse con Michelle, puesto que Lana tiene que grabar y si la llaman para procesar alguna escena tiene que acudir, con lo que no puede quedarse sola con Michelle... Quizás sería mejor, entonces, que él se quedara también a dormir en casa de Lana, y así ella podría irse a grabar tranquila el sábado por la mañana, y también tener la seguridad de que él está ahí para cuidar de la niña si ella tuviera que salir en mitad de la noche por alguna llamada de urgencia (de esas que luego fastidiaba a todos, ir a grabar a mitad de la noche). Pero ahí entraba en juego la política "no hombres en casa" de Lana, vigente después del desgraciado asunto de Alfredo...
O también cabía la posibilidad...
- "¿Quieres que hable con Adam y Ed? Así podrías estar más tranquila".
- "No puedes, Sean, ya he fallado mucho últimamente. No pasa nada, somos dos, nos podremos arreglar ¿O no?"
Sean miró la hoja impresa. La tomó en su mano y con decisión la rompió.
- "Cambio de planes. Al menos el sábado por la noche me tendré que quedar en tu casa por si hay alguna llamada de esas fastidiosas que se le ocurren a Ed... ¿Puedes aprobar eso? Ya sé que no quieres admitir hombres en tu apartamento nunca más, pero..."
- "Sean, no digas eso, tú no eres un hombre..." La cara de Sean la hizo reír
- "un hombre... cualquiera, quiero decir. Sean, tú eres mi mejor amigo, no entras en esa categoría prohibida"
Sean no sabía si alegrarse o no. Eso de la "categoría" no le quedaba muy claro. ¿Qué categoría, la de los hombres con los que tener un asunto amoroso? Vale que nunca había dado un paso claro en esa dirección, pero ¿ni siquiera sospechaba ella que Sean Maguire, su mejor amigo sí estaba deseando pertenecer a esa categoría?.
- "Me quedaré entonces, lo cual quiere decir que esta tarde tendremos que pasar por mi casa, para recoger algo de ropa, las cosas de afeitar... Tengo que redactar el nuevo plan"
- "Muy bien, señor planeador. Tengo grabación.  Ya que usted no, ¿nos vemos para comer... o quedaremos hartos de vernos?"
- "Nunca me hartaré de eso" Sean la miró tan serio que Lana sintió un escalofrío por la espalda. Se dio cuenta de la intensidad que él había puesto en tan sencilla afirmación, y de su significado. Caminó pensativa hacia su propio camerino.
Apenas una hora más tarde, su iPhone sonó, trabajando en un mensaje de Sean, escupió el nuevo plan en foto delante de los ojos de ella.
A las cinco, tal como se especificaba en la foto, dejaron el set para recoger a Michelle. La niña exteriorizó su alegría al verlos. Nunca les había considerado extraños, y se mostraba feliz con ellos. El personal ya sabía que hoy no la recogerían sus padres, sino sus padrinos, y no pusieron ninguna objeción a que se la llevaran. La niña iba a cumplir diez meses y estaba guapísima. Tenía lo mejor de su padre y lo mejor de su madre. Una carita redonda de facciones suaves como Ginni, y unos ojos de brillante color azul como Josh, además de su pelo medio rubio. La expresión pícara y juguetona era también de su padre, pero cuando quería, sabía ser también dulce y mimosa, y entonces se acentuaba su parecido con su mamá. Era una monada.
El día anterior, Ginnifer les había dado cientos de instrucciones de índole práctica, pero Josh sólo les había advertido una cosa
- "Se supone que ustedes dos son adultos inteligentes y responsables. Ténganlo siempre en cuenta y mantengan el control. Ella es una bebé de diez meses. No la dejen tomar el mando. Recuerden lo que les digo: no la dejen o estarán perdidos".
Pero Michelle le había echado los brazos al cuello a su padrino, le había besado llenándole de babas y Sean ya no tenía la impresión de estar al mando de nada, sino de estar allí para hacer feliz a este pequeño ser humano. Y qué decir de Lana, viéndolos así casi se le salen las lágrimas... ¡Cómo se le va a negar nada a esta preciosidad!

20 🌟 y actualizo.

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