Capítulo dos

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Ya se cumplía una semana de BM haber recibido la última carta. Somin y J.seph sabían que ya no habrían más, pero en el fondo él tenía la esperanza de recibir una. Tal vez se acostumbró, quizás le gustaba que alguien le dedicara esas palabras con tan sinceros sentimientos o sencillamente era la curiosidad, ya que nunca supo quién redactaba dichos escritos y aceptándolo, tener un admirador secreto le daba acción a su vida.

Por otro lado, J.seph paso varios días pensativo, trataba de mantener su mente lo más ocupada posible para hacer que su compañero pasara desapercibido ante él. Había llegado a la conclusión de que no le deprimía el hecho de haber dejado de escribir las cartas, si no de que sus sentimientos cada vez fueran más intensos. Sin duda, vivir bajo el mismo techo con la persona que hace que estos florezcan, no ayuda en nada. Estaba agradecido de que Somin permaneciera a su lado brindándole ayuda y animándole. Cada vez el debut se acercaba y no podía dejarse caer justo ahora.

–Les daré el resto del día libre. Si van a salir para algún sitio asegúrense de enviarme un mensaje con la localización por cualquier emergencia. –anunció el manager de los chicos. –Las prácticas y la grabación del álbum van excelentes, por lo que merecen un descanso. –comentó y todos llenaron el salón de susurros y suspiros por el alivio.

El manager junto con su equipo de trabajo no tardó en marcharse, dejando a los chicos en el salón de prácticas. Rápido estos formaron un debate de a cual lugar debían ir para pasar el resto del día.

–¿Qué tal si vamos al parque? ¡Podríamos llevar unos aperitivos y hacer un picnic! –sugirió Jiwoo con entusiasmo.

–¡Buena idea! Hace tiempo no nos sentamos hablar al aire libre. También podríamos jugar algo de baloncesto. Siento que estamos perdiendo nuestra condición física en el deporte. –dijo BM, pasando su brazo por encima de los hombros de J.seph, provocándole un leve escalofrío ante su tacto.

Ya nada era igual y no entendía el porqué. Sentía impotencia. ¿Por qué después de tanto tiempo de conocerlo estaba sintiendo eso?

–Yo iré a casa... no me he sentido bien últimamente. –se excusó J.seph.

–Ay vamos, no seas aguafiestas. –se quejó Jiwoo. –Haz estado muy distante en estos pasados días. Más de lo normal diría yo. ¿Ha ocurrido algo con tu familia?

–No, no, nada de eso. Es solo que me siento un poco agotado por las prácticas y tengo unas leves preocupaciones en la mente, tonterías mías. –inventó tratando de sonar seguro para lograr convencer a sus amigos de lo que decía. Odiaba mentir, pero unas cuantas mentiras blancas al año no le hacían daño a nadie, excepto a él.

–¿Sabes que si tienes cualquier preocupación que te aflija puedes venir hacia mí? –preguntó retóricamente BM.

«Ésta vez no, porque mi preocupación eres tu.» pensó J.Seph.

J.seph simplemente optó por asentir y dedicarle una sonrisa.

–Si es así, iré contigo. Puedo hacerte compañía y de vez aprovecho a adelantar unos trabajos de la clase de idioma. –dijo Somin.

Ella sabía que cuando J.Seph se alejaba así, no terminaba bien. Ya había pasado una vez, él se alejó unas semanas del grupo, faltó a prácticas y cuando regresó se le notó que había bajado de peso. Lo peor es que nadie se enteró lo que en realidad le pasaba al mayor, todos se habían tragado la historia de "problemas familiares" (que en realidad los tenía, pero no en ese momento). Y ahora, exceptuando a Somin, ya sabía lo que su amigo había estado atravesando realmente y esta vez no quería dejarlo solo ahogándose en sus inseguridades.

J.seph acepto sin refunfuñar. Somin era su soporte.

Los demás chicos estuvieron de acuerdo, así que Somin y J.seph recogieron sus cosas y se marcharon, dejando a BM y Jiwoo un poco preocupados.

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