Capítulo siete

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"Cita de J.seph y Somin"

En los sábados las avenidas de Seúl eran muy transitadas. Muchas personas aprovechaban el día para salir con su familia o compañeros. Normalmente los restaurantes y centros comerciales de la ciudad se abarrotaban los fines de semana, por eso desde hace días había decidido donde llevaría a Somin.

Un neko café.

La chica le comentó hace unos meses atrás sus ansias por visitar uno. Era amante de los gatos, con tan solo entrar a su cuarto, podrías deducirlo.

En un principio no le parecía buena idea debido a su alergia hacía los gatos, pero en el fondo sabía que era lo menos que podía hacer por ella. Estaba muy agradecido por lo que había hecho las últimas semanas, además, debían hablar. Así que antes de marcharse, tomó los medicamentos necesarios para evitar más tarde los estornudos e hinchazón.

Desde que salió de la empresa había estado guiando cuidadosamente, ya que era la segunda vez que conducía en toda su vida. J.seph se había arriesgado en pedir prestado el auto de su manager cuando apenas tiene licencia de aprendizaje, pero sin duda más arriesgado había sido su manager por darle ese voto de confianza.

No muy tarde de la hora acordada, llegó a casa de Somin. Ella ya lo esperaba frente a su casa. J.seph alzó la mirada y observó a su mejor amiga, traía puesto una camisa de manga larga con cuello de tortuga y un pantalón que le quedaba bastante ajustado y le hacia resaltar sus curvas.

Cualquier hombre moriría por ella y Jiwoo. De eso no hay duda; ahí está BM de ejemplo. -pensó.

-¿Ya te he dicho que eres la persona más impuntual que conozco? -dijo mientras abría la puerta del auto y se montaba.

-Había mucho tráfico. Además, venía guiando a paso de caracol, tengo que tomar precauciones. No puedo darme el lujo de pagar los daños de un auto cuando apenas tengo dinero. -argumento a su favor mientras ponía en marcha el auto.

Durante todo el camino, Somin estuvo cuestionando hacia donde irían. J.seph prefirió no decirle nada e ignorarla para que fuera una sorpresa.

En cuanto llegaron y el letrero de la cafetería fue visible ante sus ojos, una sonrisa adorno el rostro de su amiga.

-TaeTae... ¿también te he dicho que eres el mejor y más lindo chico que he conocido? -dijo a la vez que revoloteaba sus ojos con ternura.

-Lo sé. Aún así, gracias por subirme mi lamentable autoestima. -bromee.

-Para eso estamos, soldado.

Al entrar a la cafetería y ubicarse en el primer lugar vacío que divisaron, un gatito color caoba los recibió. Somin tomó la iniciativa de acariciarlo, al contrario de J.seph que sólo se limitaba a admirar de lejos.

El ambiente era realmente bonito y tranquilo. En el lugar resaltaban los colores pasteles, las plantas que decoraban las esquinas, el olor a café y dulce, y sin duda, las criaturas pequeñas que caminaban y dormían al rededor.

Muchos de los clientes se dedicaban a  tomar fotos luego de terminar su pedido. Otros, se quedaban leyendo o dibujando. En resumen era un lugar magnífico y placentero.

-Buenos días, ¿están listos para pedir? -dijo la mesera con una agradable sonrisa.

-Sí. Un café negro con pastelillos de guayaba y para mi amigo, una batida de vainilla con dos muffins. -ordenó Somin.

-De acuerdo. Rápidamente le traeremos su pedido. -se alejó con una sonrisa. Sonrisa que les hacía recordar a Ten de NCT.

No pasaron ni diez minutos y ya en la mesa estaba todo lo que habían ordenado.

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