CAPITULO 5: EL TRAIDOR Y LA VICTIMA

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Los 5 chicos caminaban admirando todo a su alrededor pues nunca habían visto un lugar tan blanco como ese, Edmund y Anya iban hasta el frente, el primero por alejarse de sus hermanos para idear la manera de llevarlos con la reina y la segundo por hacerle una compañía no pedida al azabache

En algún momento los otros tres Pevensie pasaron a Edmund y Anya, dejándolos al último, Peter se feliz, Susan extrañamente relajada y Lucy era la viva imagen del orgullo pues sus hermanos por fin dejarían de pensar que era una mentirosa, a eso si agregamos que no dejaba de hablar de lo maravilloso que era el señor Tumnus

- ... Y además tiene unas deliciosas galletas y un té caliente que... - El silencio de Lucy alarmo a los demás

- ¿Lu? – Preguntaron Anya y Peter a la vez, cuando sin previo aviso la castaña corrió hacia una puerta destrozada dentro de la montaña

- ¡Lucy! – Grito el rubio, corriendo detrás de ella siendo seguido por los demás

Al entrar por la puerta encontraron una casa que hubiera estado hermosa, de no ser porque estaba destrozada, muebles volteados o hechos pedazos, vasijas y fotografías rotas, comida aplastada por doquier, sin embargo lo peor de todo fue que no había rastro del fauno pero sí de una nota sujetada a la pared por una daga de plata

- "El fauno Tumnus es acusado de Alta Traición hacia contra su Majestad Imperial, Jadis, la Reina de Narnia, por asilar enemigos y fraternizar con humanos... Firma, Maugrim, Capitán de la policía secreta... Larga vida a la Reina" – Leyó Peter

- Quiere decir que no somos bienvenidos – Susurro Anya, pero solo Edmund la pudo escuchar y se tensó al instante

- Miren... Yo pienso que debemos irnos – Dijo Susan claramente asustada

- ¿Pero y el señor Tumnus? – Pregunto Lucy con unas cuantas lágrimas en sus ojos pensando en lo terrible que la debería estar pasando su amigo

- Sí lo arrestaron por ser amigo de un humano, no creo que podamos ayudarlo –

- No entienden, ¿Verdad? – Pregunto Anya y todos se giraron a verle – Están hablando de Lucy –

- Así es... Él me ayudo y la Reina lo descubrió – Secundo Lucy a la morena

- Debemos decirle a la policía –

- Ellos son la policía – Regaño Susan a Peter, agitando el papel frente a su cara

- Tranquila, Lucy... Vamos a salvarlo, él... -

- ¿Por qué? – Interrumpió Edmund a Peter quien trataba de darle ánimos a la pequeña – Bueno... Es un criminal – Fue entonces que el canto de un pájaro se escuchó y alguien les llamó

- ¿Ese pájaro nos dijo... "Pss" a nosotros? – Pregunto Susan, fue entonces que Peter, el mayor, salió de la casa del fauno, tras él iban Susan y Lucy... al final salieron Edmund y Anya, esta última hasta el final pues quería pensar en una manera de que todos, incluyendo al Sr. Tumnus, estuvieran a salvo

El sonido de unas ramas crujiendo asusto a los niños así como más llamados hacia ellos, las chicas Pevensie se acercaron a Peter quien las cubrió con su cuerpo mientras Anya se acercaba a Edmund y lo tomaba del brazo, los 5 niños temían lo peor

- Es... un castor – Dijo Lucy aliviada cuando vio a un café y regordete castor salir de detrás de una montaña de nieve, Peter soltó la mano de Susan y poco a poco se fue acercando al castor con la mano extendida y chasqueando la lengua

- No te la voy a oler si es lo que quiere – Hablo el castor sorprendiendo a todos, menos a Lucy que sonrió complacida y soltó una risita seguida de Anya

Las Cronicas de Narnia - Los Pevensie y la chica MontclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora