CAPITULO 4: NARNIA, EL MUNDO DENTRO DEL ROPERO

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- ¡Anya!... ¡Susan! – Exclamaba Lucy pasando la habitación de las susodichas e ingresando en la de su rubio hermano Peter saltando sobre él - ¡Peter, Peter, despierta, es verdad, está ahí, lo he vuelto a ver! – Gritaba Lucy sobre un muy dormido Peter

Anya y Susan ingresaron rápidamente a la habitación, ambas con sus batas que cubrían sus pijamas, Lucy no dejaba de mover a Peter que trataba de entender que estaba sucediendo

- ¿De qué hablas? –

- ¡Narnia!, está ahí en el ropero, yo se los dije... -

- Estabas soñando, Lu – Le interrumpió Susan a su hermana menor quien se giró a verla aún con un brillo especial en los ojos

- ¡No!, estuve con el Sr. Tumnus y esta vez Edmund entro – Cuando las palabras salieron de la boca de la niña, todos los ojos especialmente los de una morena cayeron sobre Edmund que estaba sujetándose la bata

- ¿Viste al fauno? – Pregunto Peter con seriedad, una seriedad que le erizo la piel a Anya e hizo temer a Susan lo peor

- Bueno... no entro conmigo... ¿Qué hacías ahí, Edmund?- Pregunto Lucy cuando Edmund negó con su cabeza

-Yo... solo... fingí contigo – La típica voz burlona del pecoso se hizo presente y Anya giro instintivamente su cabeza a Peter, mientras Susan miraba a Edmund con los ojos muy abiertos – Disculpa, Peter... Sé que no debí alentarla pero ya sabes cómo son los niñas pequeñas, nunca saben cuándo dejar de mentir –

Las frías palabras de Edmund atravesaron directamente el corazón de Lucy quien no pudo contener las lágrimas y salió corriendo de la habitación seguida por Susan, Peter tomo su bata para seguirlas, no sin antes empujar a su inmaduro hermano

- ¿Por qué lo hiciste?... Sí es verdad que lo viste, ¿Por qué no apoyarla?... Lucy te quiere mucho, Edmund, ella... -

- Cállate, no necesito tus sermones tú no eres... -le interrumpió el niño

- Sé que no lo soy, y no busco ocupar su lugar pero tu deber como su hermano es protegerla, no hacerle más daño del que ya tiene –

- Tu no me vengas con eso, ni siquiera sabes lo que es tener hermanos – Anya le miro dolida y salió de la habitación para evitar hablar de más, pues estaba segura que los Pevensie tenían suficientes problemas como para cargar con otro que fuera de ella

Cuando Anya llegó hasta donde estaban Susan y Peter vio asombrada la escena de Lucy abrazando a un señor de edad, con cabellos y barba blanca, fue entonces que la apareció la señora Macready despotricando contra ellos sobre como los mandaría a dormir al establo sorprendiendo incluso al profesor Kirke

- Profesor... Lo lamento, les dije que no debían molestarlo –

- Todo está bien, debe haber una explicación... Pero primero creo que esta pequeña necesita un chocolate caliente – La voz del profesor calmo de alguna manera el lastimado corazón de Lucy y Anya quien vio como Susan y Peter se giraban para irse y este ultimo la tomaba del brazo, hasta que el aclaramiento de garganta del profesor les llamó la atención

OoOoO

- Trastornaron el delicado equilibrio interno de mi ama de llaves – Menciono el profesor con algo de diversión en su voz, mientras tomaba un poco de hierbas para meter en su pipeta

- Perdone señor, no volverá a pasar – Dijo Peter quien no dejaba el brazo de Anya y tomo el brazo de Susan para salir de ahí, pero esta se soltó y se giró nuevamente al profesor, por lo que la morena hizo lo mismo

- Es Lucy, señor... Nuestra hermana –

- La que estaba llorando – Enfatizo el profesor mostrando que claramente ponía atención

Las Cronicas de Narnia - Los Pevensie y la chica MontclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora