Capítulo 2

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Día 2

Este día empezó como cualquier otro, dirigiéndome al instituto con la música a tope, escuchando una de mis canciones favoritas "Suicide" de James Arthur, quizá era de mis canciones favoritas porque me identificaba con ella, también llevaba mi sudadera favorita con Lahey 14 a la espalda, quería empezar bien el día, porque no sabía, ni quería saber como lo terminaría.

Me senté en el mismo sitio que ayer, deseando que nadie se sentase a mi lado, pero como me pasa siempre, alguien se había sentado a mi lado, pero esta vez no era el chico que se había sentado conmigo ayer, Danny creo que se llamaba, era una chica de estas pijas odiosas que hay en todos los institutos con voz de pito, ufff como las odio.
Me miró de arriba con asco, como siga la doy una ostia que aparece en la otra punta del instituto. Al final me cansé.

- ¿Tienes algún problema conmigo?- la miré desafiándola-.

- Sí, no me gusta como vistes, pareces un tío, más que una tía. - me seguía mirando con asco-.

- Si no te gusta, te vas de aquí y estamos tan agusto las dos ¿entiendes?-.

Me dedicó una última mirada de asco y se fue de mi lado, menos mal, no creo que hubiese aguantado con ella al lado toda la clase. Por lo menos me tocaba una clase que me gustaba, literatura, saqué el cuaderno y me puse a escribir...
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- Hola, friki - me "saludó" un chico detrás mía-.

-¿Perdona?

-Ya lo has oído, te he dicho friki - rió orgulloso de su comentario-.

-Vete a la mierda - bufé y seguí mi camino a la siguiente clase, pero me choqué con alguien - Mira por donde vas, gilipollas-.

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Al fin se terminaron las clases, cuando salí del instituto de camino a mi casa, el chico que antes me había llamado friki me empujó hacia la pared y mantenía el puño en alto como si me fuese a pegar.

-Pégame y te arrancaré esa miniatura a la que tú llamas polla- le empujé, pero no se movió- Déjame gilipollas - gruñí y le volví a empujar, esta vez más fuerte y se movió para dejarme salir-.

- Ya estoy en casa- grité para que mi madre-.

- ¿Qué tal el día?

-Meh, como siempre mamá.

Diario de una Suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora