Capítulo 3

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El día empezó como cualquier otro, caminando hacia el instituto con la música a tope, metida en mi mundo. Llegué a clase y me senté en mi sitio, esta vez nadie se sentó a mi lado, mejor, así nadie me molesta.

Terminó la clase y salí al pasillo para ir a mi taquilla, genial, mi taquilla está al lado del que me llamó friki. Cuando iba a volver a clase, alguien me paró y miré quien era, era una chica de mi clase, siempre parecía muy callada, la típica lista de la clase.

- Genial, ¿qué coño quieres ahora? - la miré desafiante-.

- Nada, advertirte que con ese genio que tienes lo único que conseguirás es meterte en problemas.

- Estoy acostumbrada a los problemas- fui a dirigirme hacia a mi clase pero antes de que me diera la vuelta, noté como una mano se estrellaba en mi mejilla-.

-Se va a enterar- corrí donde estaba y le di una patada en los huevos, a penas sin darme cuenta, otra mano me dio un puñetazo en la cara, haciéndome caer al suelo y escupir algo de sangre.

Me levanté y vi a las personas que me habían pegado riéndose de mi en la otra punta del pasillo, cuando los pille se van a enterar, no les voy a dejar ni un solo hueso bien en la cara.
Danny se sentó a mi lado.

- Oye Hayley ¿qué te ha pasado?-.

- Nada que te importe- respondí seca-.

- Si te han pegado o algo, podemos decírselo a algún profesor o incluso al director-.

- No pienso ser una chivata, bastantes problemas tengo ya, como para añadirme ese también-.

- Si no lo dices tú, lo diré yo-.

- A ver Danny, que parte de " nada que te importe o no pienso decírselo a nadie" no entiendes-.

-Está bien, no te enfades-.

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Llegué a casa y mamá estaba sentada en la cocina, parecía que estaba esperándome por algo. Cuando me vio salió corriendo hacia mí con cara de preocupación.

- ¿Qué te ha pasado? - me pasó los dedos por las heridas-.

- Au, mamá para de hacer eso, duele, y tranquila, simplemente me he caído y me he raspado-.

- ¿Segura?-.

- Sí, mamá, tranquila, y ahora déjame que vaya al baño a limpiarme las heridas-.

-Vale, ve-.

Subí al baño y di el agua, llegó un momento en que la gota que colmó el vaso cayó y empecé a llorar, pero me negué a ello y me las sequé rápidamente, debo ser fuerte, afrontar todo con la cabeza bien alta y no caer, pero ¿por qué a mí? Supuestamente me habían cambiado de instituto para evitar problemas, y ya el tercer día me han pegado.

¿Qué problema hay conmigo?

Diario de una Suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora