Poco después del anochecer, los hermanos se propusieron a planear su "estrategia de combate" para poder acertar con su cometido. Pero a medida que las ideas transcurrían al compás de los minutos y las horas, si dieron cuenta que todo dependía de algo en común: Sus dotes. Descubrieron pues, que para empezar su titánica pelea para poder regresar a su madre a la vida y triunfar en el intento, debían perfeccionar bien sus dotes, o al menos aprender cómo utilizarlos. En ese momento, Lía sacó el cuaderno en el que garabateaba sus dibujos para que estos cobraran vida a voluntad, sintiéndose frustrada de verlos aún metidos allí.
-No te frustres, hermana -dijo Gem con esa sonrisa de esperanza que siempre cargaba-. De pronto no lo estás haciendo bien.
-Pero dime Gem, ¿Cómo es entonces? -Respondió de manera golpeada-. Estoy haciendo lo mismo que hice esa vez. Sólo que no siento que "eso" fluya como en aquella ocasión. ¿Qué estoy haciendo mal?
-Ahora que lo dices, yo tampoco lo estoy sintiendo -respondió Gem mirándose las manos-. Es decir, recuerdo que el tiempo se detenía de repente y que había algo en mí que hacía que todo fluyera. Pero no lo estoy sintiendo... ¿Acaso si somos Artistas?
- ¡Claro que sí! -Se exaltó Lía- ¡Eso somos Gem! El abuelo lo es y mi mamá también.
- ¿Y si quizás todo es un mal entendido? ¿Una pesadilla? -Alzó rápidamente la mirada- ¿Y si quizás aún estemos en esa prisión?
- ¡Cállate Gem! -Respondió el abuelo German, dándole un golpe duro en la cabeza-. Que eso sea prueba de que esto es real y estas aquí, vivo.
Gem se sobaba la cabeza con fuerza, sintiendo en el fondo un gran alivio. Gem, del dolor que sentía, se sentó en el piso, mirando a su alrededor.
- ¡Abuelo! ¿Por qué lo hiciste? -Preguntó una vez el dolor disminuyó.
-Esto es para que dejes de pensar de esa manera -Respondió el abuelo, sobándose la mano-, pero vamos, es hora de descansar.
De esa manera todos regresaron hacia la fogata, en donde Russt Vars cocinaba carne de origen desconocido. El olor de la carne entusiasmo a los gemelos, quienes, una vez se le sirvió, comieron a gusto la carne del animal desconocido que Russt cazó en la tarde. Así también hizo German y Russt, quienes a diferencia de los hermanos no habían comido por no tener suficiente comida.
El tiempo transcurrió y llegada las 9 de la noche, Russt se levantó.
- ¿A dónde vas? -pregunto el abuelo.
-A dormir -respondió Vars, rascándose los ojos-. Mañana será un muy largo día. Es mejor descansar de una vez.
-Es verdad -respondió German, dirigiéndose a sus nietos-. Es hora de dormí mi niños.
Gem y Lía no quisieron aun descansar. Por una parte, Gem tenía mucha curiosidad del libro que el abuelo consiguió tras el asalto a la prisión. Quería saber, conocer y entender cómo es que ambos terminaron de esta manera y del significado del Arte de la Vida.
- ¿Me dejarías ojear el libro? -Preguntó Gem-. Quisiera leerlo un poco.
-Bueno Gem -respondió algo torpe el gran abuelo-. Te dejo leerlo, pero eso si te advierto una cosa: Ese maldito libro está escrito en un idioma sumamente extraño, uno que ni siquiera yo he visto antes. Sólo sé que es una especie de diario en donde los "Buscadores de la vida" anotaron pistas relacionadas a encontrar este arte. No lo sé bien, no lo pude mirar con cuidado cuando lo encontré. Pero, si tú quieres verlo, hazlo. No te detendré.
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El Arte de la Vida
FantasyEn el reino Nesciré, el más grande de los cincos reinos, la vida no es algo más que un ir y venir de malas cosas, en dónde todo gira entorno del rey y de su poderoso ejercito. En este reino, y con el alma metida entre sus sueños, los mellizos Gem y...