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LA TRANSMISIÓN DE RADIO.
Todos hemos escuchado la radio a lo largo de nuestras vidas. Desde los noticieros, hasta lo más moderno en el entorno de la música, pero nunca pensamos que iba a ser tan importante como para salvarte la vida o al menos eso es lo que creo en estos momentos. Podría ser un psicópata tratando de llevar a la gente a su perdición. ¿Cómo podría lograrlo? Muy fácil, solo necesita esperar lo suficiente, analizar la situación y con un simple mensaje de fe, conseguiría un par de presas para saciar su locura. Bañándose con la sangre de sus víctimas, mientras las mismas agonizan lentamente a su lado.
Pero ¿si fuesen mujeres? Probablemente las amarraría, las desnudaría y después de pervertirse mirándoles los senos, al punto en que los ojos le brillasen completamente de la satisfacción que está obteniendo visualmente; las violaría hasta que su aparato sexual no pudiese más y las conservaría todo el tiempo que fuese necesario para evitar su aburrimiento.
<<Maldita transmisión, había provocado la desaparición de Kelly y lo malo de ello era que no había señal alguna que me indicase que aún estaba de pie. >> ¡Estúpida!, ¿en que estaba pensando? Seguramente creyó que conseguiría las cosas ella sola.
Estaba amaneciendo. Tenía que salir de ahí en busca de un nuevo vehículo, para poder desplazarme rápidamente, pero ¿A dónde? Era una gran pregunta.
Podría ir a donde quisiera, pero creo que el mejor sitio son las montañas. Alejadas de cantidades incontables de población. Que podrían estar infectadas como en la ciudad, pero antes de ir allí, tendría que buscar los recursos necesarios para llegar sin problema alguno.
No tenía ningún arma silenciosa para defenderme, pero aun así, era necesario arriesgarme, si quería comenzar a moverme. Mientras más me apresurase, más tiempo tendría para llegar y con un poco de suerte, encontraría un hermoso pueblo que no había sido tocado por esos monstruos.
Salí de ese lugar, pero a mitad de camino me detuve y solamente lo hice para voltear a ver aquel sitio por última vez… aquel sitio en el cual había perdido parte de mi humanidad y ¿Sabes algo? Por un momento pensé en regresar, pues había sido mi techo estos últimos días, pero no tenía opción.
Quería buscar a más supervivientes y si dios estaba ahí, me ayudaría a encontrar nuevamente a mi familia.
Camine durante un par de minutos, pero, al fin pude ver vehículos por toda la carretera.
Lo extraño de ese momento era aquel silencio tan grande. Estaba seguro de que si el viento soplase, uno era capaz de escucharlo, tan fuerte que probablemente te provocaría un molesto dolor de oído, pero lo más raro aquí era que ¡No había monstruos cerca! Podrías saber inmediatamente si los había cerca, pues habría ruido, pero no… no lo había. Era como si algo hubiese llamado su atención pero ¿Que fue? Un animal muerto quizás. De todos modos no era algo que me importase. Tenía esa gran oportunidad que cualquier ser humano quisiera tener en esos momentos de desesperación y lo bueno, era que podía elegir un automóvil con toda la tranquilidad del mundo, llenar los envases con gasolina suficiente, cargarlo en el mismo y salir a toda prisa.
Aunque la tranquilidad inundase la carretera tenía que mantenerme atento no solo a ellos sino a todas esas personas que perdieron sus valores, matan a quien sea para sobrevivir y le saquean todas sus pertenencias antes de votar su cuerpo como si fuese una simple basura.
Elegí una motocicleta. Una Harley Davidson de color rojo, veloz y eficaz. Probablemente en el estado que se encontraba valía alrededor de nueve mil dólares. Supongo que valen la pena todos esos dólares de inversión en aquella hermosura que había sido abandonada.