Dieciocho años

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Ella transmite tanta felicidad que la felicidad misma le da envidia no tener una sonrisa tan radiante y alegre como la suya.

Su cabello rizado vuela al ritmo del viento y sus ojos, tan claros y vivaces como siempre, se posan en el chico de lentes situado debajo de una palmera. Sin aparente rastro de vida humana a su alrededor se dedica a perfeccionar en su cuaderno gastado un viejo dibujo de una niña de trenzas.

Ella decidió que ese día tendría un nuevo amigo y avanzo con decisión hasta él, acomodándose a su lado e iniciando con un <Hola> la historia de amor más peculiar de su vida.

Recuerdos en la ArenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora