capitulo 2

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El comprendía su dolor sabía que ella tambien lo habia pasado mal y lo seguia haciendo, que había intentado empezar de cero con sasuke y que nadie salvo él sabía de su pasado, pero que más podia hacer el la abrazo como tantas veces antes lo hizo.
Penso recordando el dia que la conocio cuando ambos empazaron ha vivir juntos.

Una pelirosa llamaba a la puerta habia visto un anuncio en la preparatoria de que se buscaba compañero/a de piso ella acababa de llegar a tokyo desde un pueblecito para poder estudiar. Ella vio como un pelinegro abria la puerta ella lo miro escaneandolo el hizo lo mismo.

Adelante mi nombre es itachi uchiha- dijo el joven amable.

Gracias soy sakura haruno y venia por lo del anuncio- informo.

Claro quieres tomar algo-ofrecio.

No esta bien asi muchas gracias- dijo sonriendo.

Bien cuentame que te trae por aqui, quiero decir a querer compartir piso, eres muy joven- dijo tranquilo.

Yo voy a empezar la preparatoria y mis padres viven en un pueblecito a dos horas de tokyo y no puedo estar viajando todos los dias, reapecto a la edad tengo 15 años voy a cumplir 16 en unos meses- explico ella.

Pues yo tengo 20 años estoy estudiando en la universidad empresariales para en un futuro dirigir la empresa de la familia-explico el joven- bien si quieres puedes quedarte, si te gusta el piso claro- dijo enseñandoselo.

Y asi se quedaron un rato despues de eso ambos decidieron volver a su habitacion aunque la chica sabia que no dormiria en toda la noche temprano por la mañana se levanto y se vistio con el vestido nehro que llevaba es noche y bajo al comedor done vio al mayor ya levantado.

Dormiste algo- dijo mirandola.

Ella solo negó con la cabeza.

Vamos- cuestiono mirandola.

Si antes de que me arrepienta- dijo seria.

Ambos caminaron hasta la salida de la casa y se subieron al coche del pelinegro y este puso rumboa la carcel donde se encontraba su amigo.

Sabes que en unos meses cumplira su condena- dijo sabiendo la respuesta.

Ella lo miro resignada y asintio. Ambos continuaron el camino hablando de cosas tribiales y no tardaron mucho en llegar cuando el pelinegro aparco el coche se quedó mirando a la joven.

Quieres que entre contigo- dijo mirandola.

No es mejor que haga esto sola- dijo sonriendole- no tardare- le dijo bajandose.

La vio caminar hasta perderse por las puertas. Ella entro y despues de todo el papeleo la dejaron pasar ella camino dudosa por el pasillo hasta que llego a la sala de visitas era un lugar simple todo de un color gris claro unas silla frente a ella y un cristal que los separaba todos las sillas separadas en cubículos individuales y un telefono para poder hablar a través de ese gordo cristal, cuando ella levanto la mirada no pudo evitar encontarse con esos ojos amatista que tantas veces en sus pensamiento habia recordado que la miraban con la misma intensidad que el primer dia que los vio.

Gatita- dijo mirandola.

el maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora