Comediante

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Y me molesta ver que lo logras sin falta en cada ocasion.
A todos les agradas.

Muchas veces hemos oído en la vida el típico "No soy moneda de oro, no puedo agradar a todos", pero tú, sin serlo, logras agradar a todos de una manera sorprendente.
Y admito que no podría lograr tanto, ya me es difícil ser agradable para quienes agrado, no imagino hacerlo con todos a mi alrededor, no tengo tu capacidad. Y no me malinterpretes, mis quejas no vienen debido a envidia o algún sentimiento parecido, no envidio tu capacidad de actuación o tu poder de manipulación, realmente me provocan repulsión ese tipo de artimañas.

Me he convertido en el villano que antagoniza tus acciones incorrectas, pues no importa realmente lo que suceda, siempre serás la mejor versión de una buena persona y yo siempre seré la peor versión de quien intenta obstaculizarte.

¿Has intentado apagar una vela con los dedos?
Es algo muy parecido a lidiar contigo, porque no importa la manera en que lo hagas, siempre te lastimas un poco.

Y es super cómico que, a pesar de todo, a mí me sigue pareciendo que lo eres, que eres de lo mejor; pero a la vez conozco bien tu forma de hacer daño, conozco bien como pinchan tus espinas, rosa.

Eres la mejor víctima, porque no importa qué, al final de todo, el público te seguirá amando y alabando. Seguirás siendo la víctima de este villano que seguirá siendo un villano.

Y pues.. Mi carta esta vez es más un reproche que ira pura, pero realmente becesitaba simplemente tirar las "patadas de ahogado" antes de terminar siendo otra vez la personificación del mal en la que me convierte estar cerca de ti.

Y, la verdadm, no busco excusarme por mis acciones incorrectas, porque mi excusa son las tuyas.
Eres una bomba de tiempo, que cuando estalle me golpeará quiera o no, pero prefiero crear el mínimo de víctimas colaterales.

Y quien sea que me vea me dirá y reafiarmará que eres una blanca e indefensa oveja, sin conocer tu naturaleza depredadora.

Y mi enojo, más que todo, se debe a que cada vez que siento que he salvado el día, encuentras otra forma casi increíble de hacer estallar tu plan B.

Podría decirse que eres una mente maestra para el mal, pero al decir eso sería casi imposible lidiar con tus abogados que saltarán a la defensa y testimonio de tu buen actuar.

El reloj está corriendo, ¿cuántas víctimas conseguiré salvar?

Atento y desesperado
Un depredador obligado

Cartas de ira a un incógnito receptorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora