Visita.

715 75 0
                                        

A las 9:30 de la mañana llegó Heechul, para empezar la terapia de Taemin, que lo saludó con una enorme sonrisa; el psicólogo se maravillaba del avance de su paciente, era completamente distinto a aquella vez en que pensaron que había una mejoría y era una recaída... esto no era igual... Taemin sonreía, hablaba entusiasta y decía las cosas cuando las pensaba; actuaba sin miedo...

Taemin, entró a la sala de música y él siguiéndolo, pensando en lo anterior.

- ¿Heechul-shii, cómo te ha ido?- preguntó sin una pizca de timidez.

- Muy bien, muchas gracias; ¿cómo te has sentido?

- Bien- se sentó en el banquillo frente al piano y el psicólogo lo imito, pero en un sofá contiguo al instrumento musical- he estado escribiendo y hago muchas cosas.

- Eso es bueno, me alegra que te mantengas entretenido; ¿cómo te va con Minho-ah?- preguntó.

- Bueno... me...- se sonrojó bastante- me gusta... estar con él... me puedo relajar y no tengo miedo de que me toque...- sonrió suavemente- lo quiero- admitió.

- Es un buen chico...- Taemin miró al teclado del piano.

- Heechul-shii... quiero... volver a la escuela...

- Tae... ¡¡¡eso es maravilloso!!!, ¿les darás la sorpresa hoy?

- Si, también... voy a hablar con Key-omma- susurró- ya entendí... que yo... que nosotros somos diferentes y ya no quiero compararme con él... yo NO soy Kibum...

- Taeminnie...- el castaño lo interrumpió.

- Tampoco soy Taeseung-hyung... yo soy Taemin y estoy orgulloso de serlo- sus ojos se cristalizaron, pero el menor no lloró.

- Tae...- el mayor lo abrazó con fuerza y el doncel menor correspondió el gesto.

///////////

Heechul terminó por retirarse alrededor de las 11:00 del día, Taemin salió de la sala de música un poco después y buscó a Nana con la mirada... en realidad no le gustaba quedarse solo por lo que se sintió algo nervioso.

- N-nana- llamó delicadamente, la mujer salió de la cocina.

- Tae, estaba preparando la comida para hoy; ¿quieres que hagamos galletas?- preguntó y al castaño le brillaron los ojos.

- Si- dijo con una sonrisa enorme.

////////////

Minho estaba esperando el segundo receso para darle a Kibum el mensaje de Taemin; ya les había dicho a Jonghyun y Onew que podían hacer el trabajo en su casa.

Por fin, el timbre llegó y de inmediato se puso de pie.

- Jonghyun-hyung, Onew-hyung, vamos a comer y de paso recogemos a Key a Joon- les dijo con una sonrisa, el mayor de los tres (Onew), se sonrojó furiosamente, pero solo Jong lo notó.

///////////

Después de ir por los otros dos, bajaron los cinco hasta la cafetería.

- Puppy~ vamos al centro comercial- dijo Kibum con un puchero, estaba recargado en el hombro del chico bajito.

- Lo siento, pero tengo un trabajo que hacer... lo tenemos que entregar el lunes.

- Oh... eso es una lástima...- dijo con un gesto de fastidio- ¿puedo acompañarte?

- No lo sé, amor...- miró de reojo al más alto.

- Key- llamó Minho.

- ¿Qué, rana?

- El trabajo se hará en mi casa- el rubio fingió una sonrisa.

- No lo sabía...

- Kibum; no te adelantes... tú también puedes ir- el doncel lo miró con los ojos relucientes.

- ¿Es en serio?

- Si- sonrió un poco- quiere verte- dijo ampliando el gesto.

- ¿De quién hablas?- preguntó Onew con repentino interés que a Jong le fastidió un poco.

- Ya lo verán- el quinto chico presente se le quedó mirando raro, tenía rato deprimido, por lo que casi no participó en la conversación- tú también, Joon.

- ¿Yo?

- Si- completó Kibum... él también se había dado cuenta de las veces en que miraba a Onew y como este último no lo notaba por mirar a Minho... sería bueno que conocieran a Taemin, a ver si así las cosas se ordenaban un poco.

/////////

Taemin caminaba con cuidado de no tirar ninguna de las galletas que había hecho con Nana, las llevaba en una bandeja aún caliente y la dejó sobre el pretil.

- Nana...- llamó el joven a la mujer que estaba sirviendo un dip de queso al centro de un platón rodeado de trozos de zanahoria y pepino.

- ¿Qué pasa Tae?- preguntó mirándolo, el castaño estaba sujetando el final de la holgada camiseta que tenía puesta.

- ¿M-me veo bien?- preguntó tímido.

- Claro que sí, eres un niño precioso.

- No te parece que debería vestirme... ¿diferente?

- ¿Quieres que te ayude a arreglarte?- ofreció la castaña muy amablemente.

- ¿Lo harías?- dijo tiernamente; Nana no pudo evitar pensar en que debería ser la madre del frágil doncel quien estuviera allí, ayudándolo.

- Por supuesto que sí, Taeminnie.

////////////

Un vehículo llegó a la escuela, era una camioneta último modelo; los cinco chicos abordaron y Minho de inmediato los presentó a todos con el hombre que conducía, excepto claro a Kibum.

Cuando llegaron a la mansión todos, excluyendo al rubio, se sorprendieron por el amplio lugar, bajaron rápidamente.

- Gracias por traernos- dijo Minho al conductor.

- No hay de qué; por cierto, tu padre vendrá a comer- el chico sonrió por la noticia- Voy a guardar el vehículo y me retiraré- el hombre trabajaba de las 7 a las 4.

- Claro. De nuevo, muchas gracias.

Los chicos lo esperaban en el jardín, el azabache se acercó a ellos.

- Minho... tu casa es realmente grande- dijo Onew.

- Gracias, ¿creo?, vamos- abrió la puerta y los invitó a pasar... ¿qué sería de aquella visita?

Te odio... pero no tantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora