Te odio... pero no tanto

¿Problemas?

Siwon bajó a la sala después de dejar a Taemin en su habitación; Minho y Key tenían los ojos irritados e hinchados, pero estaban más calmados. Los otros tres chicos se mantenían sentados en el sofá, sin hacer ningún tipo de comentario.

- Minho- el chico volteó en cuanto oyó su nombre.

- ¿Dónde está?- cuestionó poniéndose de pie.

- En su habitación- el de ojos grandes hizo ademán de subir, pero el mayor lo detuvo- primero escúchame... no quiero que pienses que le haré algo malo a Taemin.

- Lo sé... Kibum me hizo recordarlo- Siwon le sonrió un poco.

- Quiero que te quedes con él y lo vigiles en la noche... sería bueno que durmieras ahí- el menor se sorprendió pero asintió con gusto, abrazó a su padre y de inmediato subió a la habitación del pequeño.

- Tío... ¿qué vamos a hacer?- preguntó el rubio.

- Ayudarlo en lo que podamos... tratarlo normalmente, sobretodo...- suspiró- chicos, no quiero que nada de lo que escucharon hoy salga de esta casa... Taemin ya ha pasado por mucho como para tener que lidiar con esto, ¿de acuerdo?- todos asintieron, Key miró amenazante a Jinki, que lo miraba con enojo.

- Jinki...- pronunció.

- No haré nada. Me da igual lo que le pase- respondió con indiferencia.

- Pues más te vale, porque estaré vigilándote.

- Como quieras.

Siwon miró en silencio todo, después le pediría detalles a la diva, por ahora sólo restaba dormir... en serio era tarde.

- Chicos, ya es muy tarde, hay que llamar a sus padres.

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Minho abrazó a Taemin por la cintura, estaban frente a frente recostados en la cama; el castaño se había acurrucado en el pecho del mayor.

- Taemin... ¿tienes una idea de lo mucho que te amo?- el menor lo miró tiernamente.

- ¿En serio me amas?, ¿aun cuando sabes lo que me pasó?- preguntó conteniendo las lágrimas.

- Tae... te amo por quien eres; una persona extremadamente fuerte, eres sensible, tierno, romántico, excelente cocinero, adorable, hermoso en todos los sentidos de la palabra y por supuesto que te amo; pasaste por cosas terribles, pero lo superaremos juntos... esto sólo me hace confirmar que eres la persona correcta para mí - se acercó lentamente a los labios del más pequeño- ¿puedo besarte?

Taemin asintió, se encontraba sumamente sonrojado, su corazón latía como loco; decidió cerrar sus ojos, sabía que Minho no le haría daño. Finalmente el espacio entre ellos desapareció, sus labios se encontraron con gusto y se movieron lentamente, la lengua del azabache pidió permiso para entrar, lamiendo un poco los labios del contrario; el castaño nunca había recibido un beso así por lo que se tensó un poco, pero al sentir que su mayor volvía superficial el contacto, abrió un poco sus labios; estaba decidido a olvidar... parte de eso era confiar en su amado; la lengua de Minho invadió la cavidad ajena jugando lentamente con la lengua del contrario; aunque el beso fuera más profundo no aumento en velocidad.

Cuando el aire terminó, se separaron sumamente lento; Taemin entreabrió sus ojos para mirar a su amado, fue la imagen más hermosa para Minho, el castaño estaba sonrojado completamente, sus labios se veían un poco hinchados y con un tono más rojizo, las pequeñas orbes avellana brillaban con intensidad.

- Gracias por seguir aquí- susurró Taemin, acomodándose en el pecho de su novio.

- Gracias a ti, por permitirlo- lo abrazó mejor y ambos se dejaron caer en los brazos de Morfeo.