Melodie

¿Qué somos?

*¿Qué somos?*

Me levanté recordando la noche anterior, mi primer beso con Bruno, y el primero en general.

Sonreí como una boba. A ese chico no le conocía hace una semana y ya se había convertido en... ¿mi novio? No sabía exactamente qué eramos, pero lo que sí sabía era que eramos más que amigos.

Me aseé, me vestí y fui con mi madre a desayunar.

Llegué a la cocina, pero no la encontré. Miré en la nevera y ahí había otra nota:

"Lo siento hija, Gema está enferma y tengo que cubrir su puesto. Volveré tarde, hasta la noche."

Me parecía que mi madre últimamente trabajaba demasiado, debería tomarse algún que otro descanso y que Gema alguna vez la cubriese a ella, en vez de mi madre a ella...

Me preparé el bol de cereales con la radio puesta. Cuando estaba acabando el desayuno empezó a sonar "With or without you". Como me encantaba esa canción empecé a cantarla a todo pulmón mientras que me terminaba l desayuno.

Bruno: "Hay algún gato n tu edificio?"

¿Qué?

Melodie: "No, x q lo dices?"

Bruno: "Juraria q stan torturando alguno ahora mismo... stoy abajo, t spero"

Melodie: "Ok, spera q m termino l desayuno y bajo"

¿Un gato torturado?, pobrecillo.

De repente comprendí todo.

Melodie:"Oye!, tmpoco canto tan mal"

Bruno:"Lo q tu digas, pro dat prisa q vamos a llegar tard"

Pst tampoco él cantaba genial...

Me termine lo último que me quedaba en el bol, lo fregué y bajé corriendo con Bruno.

-Hola- dije cuando le vi.

Le dí dos besos en las mejillas como modo de saludo.

-Hola princesa, como siempre, estás hermosa.

Me sonrojé. Él se rió por mi subida de colores y recibió un golpe "amistoso" en el hombro.

-Princesa, eso dolió...- se quejó frotándose el hombro.-Deja de reírte cuando me sonrojo.

-No puedo- carcajada-, te ves como una niña pequeña.

-Vaya, muy amable- ironicé.

-Gracias.

-Anda, vamos, que al final no cogeremos el bus a tiempo.

Fuimos hacia el bus haciendo esas mini-carreras que te haces cuando quieres alcanzarlo, pero por muy mini que sean, siempre acabas fatigado.

Llegamos al instituto y saludamos a todos, incluida a Blanca.

-Hola- dije amablemente. Quería que nos llevásemos bien, ya que nuestra presentación no fue lo que se dice bonita.

Me miró de arriba a abajo inspeccionando mi ropa con cara de desconcierto, hasta que llegó a mi cara y contestó.

-Adiós- se dió media vuelta y se fue con sus amigas.

Eran tres, todas ellas eran como muñecas Barbie y llevan ropa muy... Blanca, es decir demasiado... eso.

-No te preocupes, princesa- me consoló Bruno-, ya lo aceptará.

Asentí con la cabeza y entre cabizbaja al instituto, no tenía ganas de hacer nada. No solo por lo de Blanca, sino por Bruno que no había comentado nada sobre lo de ayer.