Bienvenidos a Talot

46 2 0
                                    

*Bienvenidos a Talot*'

Gus se despertó después de media hora que subimos al autocar. Cuando despertó tenía los ojos llenos de legañas y un hilito de saliva que se asomaba por su labio y que se limpió nada más ver que me reía.

-Bueno, por tu cara creo que no he roncado por lo menos.

Solté una risita, si había roncado... y mucho.

-No me digas que al final...- Asentí con la cabeza y él se llevó la mano a la frente- Madre... Lo siento Mel... Es que anoche fue una noche muy larga.

Le miré extrañada y levanté una ceja.

-No es lo que crees- dijo nervioso imaginándose lo que pensaba. Yo solté una risita-. Tuve que hacer las maletas enteras ayer porque toda la semana he tenido que ayudar a mi hermana y además me dieron turno de noche en el trabajo...

-Tranquilo Gus... no había pensado mal- dije- solo me extraña que tú seas trabajador y todo eso.

-Oye- se quejó dándome un pequeño golpe en el hombro-, tampoco soy tan vago.

Me reí bajito (porque los demás dormían) y negué con la cabeza.

-Bueno, eso no me lo dice Bruno...- dije misteriosamente.

-Ah, si, ¿y qué te cuenta de mi?- preguntó divertido.

-Nada importante...- dije entre carcajadas.

-En serio, ¿no te cuenta lo maravilloso que soy?

-Me cuenta lo maravilloso que eres haciéndoles esperar en las quedadas.

-Lo bueno se hace esperar morena.

-Lo que tú digas- dije sonriendo irónicamente.

-Claro.

-Claro.- Me guiñó el ojo y solté una carcajada enorme.

-Shhh- nos calló la chica que teníamos en frente- hay gente que intenta dormir...

Gus y yo nos miramos cómplices y comenzamos a reírnos bajito después de que la chica volviese a su lugar.

Pasaron las horas y por fin llegamos a un pueblo llamado Talot. Todos los del autocar bajamos y cogimos nuestras maletas.

Bruno estaba equivocado, este pueblo era genial y el viaje no fue tan malo.

Miré a mi al rededor y busqué el autocar de Bruno, pero no lo encontré. Le pregunté al profesor y él me respondió:

-El autocar número dos tuvo un pinchazo y por ello se han retrasado- me explicó.

Yo asentí y después le dí la noticia a Gus que estaba sentado en su maleta con el móvil.

-Ya lo sé, me acaba de mandar un mensaje Bruno.

Asentí un poco triste. ¿Por qué Bruno no me había escrito a mi?

-¡¡Ah, por fin!!- gritó Isa mientras salía de su autocar- Por fin salgo de esa cosa.

Detrás de ella salía Vick con una cara de perros. Bruno se acercó a ellas e Isa no dejó de contarle lo horroroso que había sido viajar durante nueve horas (en realidad fue menos, mucho menos) dentro de ese vehículo apestoso. Me giré y ví Vick con la misma cara de cuando bajo del autocar.

-Por lo que veo a ti tampoco te ha gustado el autocar- comenté.

Ella me miró y después se giró a mirar al autocar.

-El autocar no ha sido ni un octavo de lo que he tenido que sufrir con la pija esa.

Yo me reí y negué con la cabeza... Vick era muy directa y nunca se guardaba nada.

MelodieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora