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Brooke se encontraba en el baño de su casa.

"Necesito estar sola" le decía a sus amigos y a su padre. Nadie ponía objeción ante las peticiones de la castaña. Confiaban en que ella no haría nada malo.

Habían pasado siete días desde que salió del hospital. Y habían pasado veintiséis días desde que le dieron la terrible noticia.

Miró la cajetilla de cigarros que estaba en la cómoda.

"Lo prometiste" decía una voz dentro de su cabeza. Esa voz, sonaba igual a la de Luke.

Giró su cabeza y se vio en el espejo.

Brooke estaba decidida a tomar una de las cuchillas.

Ella siempre consideró que el método de "cortarse para desahogarte" era algo mediocre y para gente ridícula. Creía que, si tenías tantos problemas como para cortarte, mejor te suicidabas de una vez. ¿Para qué cortarte? ¿Para llamar la atención? ¿Para que los demás sientan lástima por ti? ¡Qué ridiculez!

No, ella no incitaba a que los demás se suicidaran. Ella sólo les quería hacer ver que esa no era la manera correcta de darle solución a sus problemas.

Cualquiera pensaría que Brooke estaba siendo hipócrita. Ella siempre hablando mierda sobre la gente que se corta mientras que, en ese momento, estaba sosteniendo una cuchilla entre sus manos.

La diferencia es que ella no sólo se cortaría. Ella pensaba acabar del dolor de una vez por todas. Cortaría su suave piel para acabar con su vida.

Se quitó su ropa y entró en la bañera. Sus ojos se cerraron y se trató de tranquilizar. Empezó a recordar cada momento junto a Luke. También recordó cada momento sin él. Antes de que llegara y después de que se marchara.

La cuchilla se acercó lentamente a su cuello. Estaba tan cerca.

Los demonios esperaban a que la sangre se derramara y los ángeles esperaban a que una nueva alma se uniera a su reino.

El sonido de su celular hizo que se sobresaltara.

Decidió ignorarlo, pero algo en su cabeza le decía que fuera a ver quién era.

Nade le llamaba. Luke era el único que lo hacía. Aunque ahora ya no cuenta.

Salió de la bañera y envolvió su cuerpo en una toalla.

El aparato dejó de hacer ruido.

Brooke reemplazo la cuchilla por su móvil.

"Tienes un nuevo mensaje en tu buzón de voz"

Se sorprendió al ver el número de su difunto novio en la pantalla.

Presionó el botón para escuchar.

Por primera vez en diez años, Brooke Brady dejó que las lágrimas fluyeran.

Dark Paradise || Luke Hemmings ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora