Desperté con energías. Tenía ganas de hacer algo, ¿Qué mejor que una fiesta?
Mando un mensaje a mis contactos, para que no estuviese tan lleno pero fuese divertida. No quería que la casa explotara al segundo día.
Desayuno algo saludable y luego pongo manos a la obra. Guardo cosas valiosas en mi habitación (trabajo arduo ya que debía subir y bajar las escaleras) y limpio un poco. Hago espacio en el living, moviendo muebles para economizar el lugar.
A eso de las seis, me doy un baño profundo. Estaba cansada, por eso el baño. Dicen que un baño caliente relaja los musculos y una ducha fría te llena de energías así que decido hacer ambas.
Me pongo una pollera negra con arabescos dorados y un top negro también. Elegir una corona era algo difícil, pero escojo la de flores rojas, simplemente porque me gustaba.
Horas después, la casa es la mas ruidosa del vecindario. Tomo apenas dos vasos de mi trago favorito, para poder mantenerme atenta a que nadie robara nada.
Vi a algunas compañeras y compañeros de clases y gente que sinceramente no conocía. Estaba contenta ya que la fiesta no se me había ido de las manos, seríamos como mucho cuarenta personas.
Bailo sonriente en el medio de la pista improvisada. El timbre suena, frunzo el ceño y voy caminando hasta allí.
Otra vez él. Miro a Marco de arriba hacia abajo.
-Baja la música, por favor-Dice y veo a su madre del otro lado de la cuadra.
Observo a Marco y río. Pantalón elegante, camisa azul y los anteojos sobre la nariz. Lo tomo de la mano empujandolo hacia adentro y le hago señas a su madre de que estará bien.
-¡Bienvenido a la fiestaaaa!-digo riendo y tiro de su brazo para que baile conmigo en el centro de la pista.
Su mirada fulminante, seria y un tanto enojada es graciosa al final de cuentas. Este chico no sabe como disfrutar. Bufo y lo llevo al jardín trasero.
-No apagare la música, así que o esperas a que termine la fiesta divirtiendote un poco, o te quedas en tu casa aburrido con esta cara-imito su cara de siempre, seria-. Hasta que todo termine.
Marco vira los ojos y suspira pesadamente.
-Bien-es lo único que dice y se sienta en una silla en el jardín. Dudo entre acompañarlo o no.
-¡Estaré dentro!-exclamo. Si quisiera venir, lo haría.
Al amanecer, todos se van. Fue una buena noche, tranquila en lo que respecta a mi amor hacia los chicos.
Suspiro al ver el desmadre que hay y bajo la musica. Voy a buscar a Marco que esta dormido sobre su brazo, con los anteojos en mano a punto de suicidarse contra el pasto. Lucía tierno, casi simpático.
-¡Marco!-exclamo y se sobresalta. Me rio sonoramente y lo miro-¡Puedes irte!
Me volteo y veo el desastre nuevamente. Debía limpiar todo. Oh mierda. Contuve las ganas de llorar de la frustración. Luego de unos segundos, me senté y lloré de todas maneras. Era demasiado y tenía escuela en dos horas.
Marco se sienta a mi lado y me mira con el ceño fruncido.
-¡Hay mucho que limpiar!-exclamo y puedo asegurarles que vi un mínimo atisbo de sonrisa en sus labios
-Te ayudo-Dice con la voz rasposa y se levanta a juntar algunos vasos.
Sonrio al darme cuenta de que después de todo, es seco pero bueno. Pongo musica vieja y comienzo a limpiar cantando con la escoba.
-When the night, has comee.-Comienzo a cantarle "Stand by me" y el niega con la cabeza.
Mi casa era pequeña, así que pasar la escoba por el living, la cocina y la sala de la escalera fue algo rápido. Marco me ayudó mucho y limpiar escuchando música parecía simpatizarle mas.
Le doy mi celular para que elija canciones él y me sorprende cuando escoge canciones de los años 90 o menos, un viejo con cara de niño igual que yo.
-¡Me encanta esta!-Exclamo-Why do birds, suddenly appear? Everytime u are near... Just like me, they long to be close to you...
Comienzo a cantar "Close to you" de The Carpenters. Él me sonrie y yo termino de limpiar.
Cuando se esta yendo, me acerco a el y lo abrazo.
-Muchas gracias-Murmuro-. Me salvaste la mañana-Digo riendo y me sorprende la cercanía que tenemos.
Lo observo curiosa. Tenía la mandíbula marcada, ojos igual de curiosos detrás de los anteojos. Le beso la mejilla con leve cariño y abro la puerta.
-Te veo en la escuela- Digo sonriendo y él cruza la calle sin mirar. Un auto aparece repentinamente y lo lleva puesto, haciendo que caiga al suelo. Su madre abre la puerta probablemente por el estruendo del freno.
-¡MARCO!
ESTÁS LEYENDO
•Smoketers •
Teen FictionTantas mentiras y a mi me preocupa ir con mis amigas. Tantos crímenes y yo solo pienso en mi futuro. Tantas muertes y me preocupo por llegar a los 80. Soy egoista, y no voy a decir que me calma saber que todos lo somos. Nacemos y morimos solos. Ento...