Entrevista a @CiruelaAcida (Parte 2/2)

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—Marihuana y una vez LSD. Fue una época loca de mi vida —se excusa aunque no parece importarle demasiado—. Ahora no le hago a esas cosas. Cada cuál escribe como quiere, claro —continúa—. Imagínate, podemos leer grandes cosas de Poe gracias a eso. Es un poco como hacer trampa si lo vemos así. Como los deportistas que toman cosas raras para tener más energía, aunque en su caso, lo tienen prohibido en competencias.

—Hacer descender a las musas a veces requiere de un empujoncito —le guiño—. La mitad de los escritores que leo han sido unos borrachos empedernidos, pero no les importó ser criticados por eso. Por cierto, ¿cuál ha sido la crítica más dolorosa y más verdadera que te han hecho?

—Pues me la hizo un profesor de universidad al que estimé muchísimo, hace tiempo. Le gustaba leer mis escritos. Pero era muy duro, mucho. Al extremo de que una vez le mostré un texto donde quise experimentar algo más "literario". Vamos, era la clásica aspirante a escritora que quería escribir cosas profundas, originales. Uff, una mierda.

»Y un día rompió mi cuento y me dijo que la literatura no se trataba de eso. Que mi cuento era una porquería y que debía ser fiel a mí misma. Escribir de lo que yo quisiera leer, no lo que un grupo de élite busca leer. Que le gustaba mi estilo, pero que no me desviara de mi camino. Fue un consejo que me marcó mucho.

—Se escucha como un buen profesor —declaro mientras la vuelapluma tiembla ligeramente—. Son pocas las ocasiones en que tenemos la oportunidad de tener a alguien que se preocupe en verdad por lo que hacemos y hacia dónde vamos, en vez de dejarnos pasar los errores por comodidad o empatía.

—Exacto. Es que si no te dicen en qué te equivocas, no puedes mejorar.

—Pues ojalá tu profesor se diera una vuelta por Wattpad, sobre todo por ciertos géneros. ¿Cuál es el género que más odias de la plataforma?

—Chick-Lit. Hay mucha porquería en esa sección. En serio, y mucho machismo también. Y el fanfic un poco, porque se apodera de secciones que no le pertenecen. Ves muchos fanfics en fantasía o en suspenso, o terror.

—¿Nunca has escrito un fanfic? —pregunto entrecerrando los ojos—. Sé sincera.

—De hecho, cuando tenía como 13 y 14, mi escuela de escritura fue fanfiction.net.

—Tienes que decirme tu usuario.

—¡Jamás!

—¡Al menos dame una pista!

—¡Nop! —ríe—. Aún tengo dignidad. Y una reputación que cuidar. Aunque después de decir que me drogaba, no sé qué tan buena reputación me quede ya.

El sonido de pasos sigue retumbando en la fábrica, pero a Ciruela no parece importarle. Intento que tampoco me afecte.

—Es tiempo —digo guardando la libreta y la vuelapluma. Estiro los brazos. He dilatado demasiado este momento—. Qué bueno que has guardado los comodines, los vas a necesitar. También a Ari, aunque no lo veo por ninguna parte.

Me regodeo interiormente. El chico de los cuernos podría haber sido de gran ayuda.

—Nunca usaría comodines —dice Ciruela haciéndose la dura. Ya veremos cómo lo lleva—. Son para cobardes.

—Este es un reto. —Su rostro confiado me hace dudar de mi capacidad para hacerla sufrir—. Tendrás que cambiarte el nombre de usuario a uno que hemos escogido especialmente para ti. ¿Quieres hacerlo o te rajas?

—¡Lo haré! —declara entusiasta.

¡No puede ser! No detecto ni una gota de sufrimiento en su voz. El nombre de DÉBORA H. OMBRES ya no me parece tan gracioso como al principio. Lo debe haber oído demasiadas veces. Me devano el cerebro pensando en otro.

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