El murmullo ansioso entre las chicas, excepto el mío por no poseer un español fluido, se cernía en el pequeño lobby a media luz. El silencio se expandió cuando las puertas se abrieron y todas desfilamos hacia adentro. El enorme salón estaba menos iluminado que la anterior habitación. Colgaban del techo lámparas a vela en forma de telaraña, las paredes decoradas con un papel tapiz de tipo anticuado y al fondo una chimenea de un vistoso acabado en mármol negro. Todo le daba un estilo entre antiguo y moderno al salón. Sin embargo, lo que más resalta son los sofás y cojines de terciopelo esparcidos por toda la habitación. Cada par tiene el mismo número bordado en dorado y plateado. El primero es solo de mujeres y el segundo para las parejas entre hombres y mujeres. Esperaba que estuviesen más separados entre sí, pero no es algo que yo decidiera. El aroma a incienso flotaba en el aire, aunque no identificaba de qué tipo es, al olerlo un placentero escalofrío me recorrió la espina dorsal y seguí caminando hasta el número que se me había asignado.
En realidad, estaba nerviosa de pies a cabeza, pero lo sé disfrazar muy bien. Además, sentirme deseada por las miradas de todos y en especial de todas, me sube el ego hasta el cielo. Esta es mi noche. Y claro que todo se podía poner mejor. Encontré mi número en unos cojines cilíndricos que rodeaban una mesa baja decorada con pequeñas velas. Esperé unos segundos; hasta que una chica se acercó a mi posición, en su muñeca izquierda noté una pulsera dorada igual que la de mi mano derecha.
- ¿Número 7? – Preguntó en español.
- Sí. Bona nit.
- Bona nit.
En estos meses he aprendido lo básico del español igual que algo de catalán y esta noche espero recordar todas las frases que practiqué.
Ambas nos sentamos en los cojines mientras algunas de las chicas vestidas con lencería, igual que yo, buscaban a su acompañante de la noche. Regresé la vista a mi cita, si de alguna forma puede decírsele así. Es casi de mi estatura, joven de veinte y pico año quizás; ojos azulinos, algo asustados por el momento, y con el cabello corto de un rubio oscuro, las puntas apenas rozan sus hombros y lo lleva peinado con el cerquillo hacia un lado.
- Es mi primera vez. – Susurró – No sé muy bien la mecánica de todo esto.
Su expresión de perdida hablaba por sí misma. Me gustaría tener las palabras aprendidas para explicarle cómo funciona cada etapa.
- ¿Sabes inglés? - Afirmó levemente con el rostro.
- Bueno, también estoy aquí por primera vez – exclamé con confianza. – Pero no te preocupes, que te puedo guiar. Es fácil.
- Gracias. Soy Emily.
- Mila.
Mi tiempo en Barcelona se estaba por acabar, pero la de mis juegos apenas empezaba.
***********
Hola! Esta historia es parte de la saga principal "¿Jugamos?". La cual puede ser leída en cualquier orden, pero si deseas puedes leerla en el orden cronológico:
1. ¿Jugamos? Enséñame
4. ¿Jugamos? Domíname
5. ¿Jugamos? Enamórame
6. ¿Jugamos? Miénteme
7. ¿Jugamos? Olvídame
Además de ellas, existen 5 spin-off que suceden en el mismo universo de la saga:
0. Maestra
2. Déjame ser tu Julieta
3. Fuera de Juego
8. Bad Girl
9. No seré tu Princesa
10. ImPulso
ESTÁS LEYENDO
¿Jugamos? Domíname
RomanceUn corazón no destrozado, pero sí muy congelado. Lo único que necesitaba Mila era alejarse y qué mejor que pasar un año en Barcelona. Pero en una fiesta conocerá a Cartavio. Una chica muy segura de sí misma y llena de pasión. Una combinación explosi...