Parte 5

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:D

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Ambos llegaron al otro extremo del lago y Adrien ayudó a Marinette a salir del bote. Ella al tocar tierra firme se cubrió mejor con su capa, sentía que la temperatura bajaba considerablemente.

-Hace más frío...-Dijo ella. Adrien frunció el ceño, era verdad que empezaba a notarse hasta la neblina. Unos segundos más tarde, él vio que algo caía en su saco negro...se trataba de un copo de nieve. Él miró al cielo y enseguida Marinette hizo lo mismo, más copos de nieve estaban cayendo.

-¡Está nevando!.- Exclamó emocionada.

-Lo olvidé, son fechas de nevadas.- Dijo mirando pronto a Marinette que estaba dando vueltas muy feliz, el vestido se movía con gracia. Adrien sonrió y se acercó a ella.- ¿Te gusta la nieve?

-Me gusta ver nevar.- Dijo una vez que se detuvo. Se llevó las manos a la cabeza, su cabello ya tenía varios copos de nieve. Ella intentó quitárselos y Adrien le tomó de una mano para sorpresa de Marinette.

-Lucen bien en tu cabello.- Le dijo.

-Pero...arruinarán el peinado.- Dijo sin dejar de ver las órbitas verdes de Adrien.

-Entonces déjame ayudarte con eso.- Adrien le fue quitando los copos y aparte deshizo el peinado dejando el cabello de Marinette al natural.- Luces mucho mejor así Marinette...con naturalidad.

-Yo...no me mires así Adrien.- Dijo Marinette agachando el rostro, en verdad la ponía nerviosa cuando la miraba así. Él tomó su rostro obligándola delicadamente a mirarlo.- No sé por qué Marinette pero ahora que vuelvo a estar más tiempo junto a ti mi corazón se agita...¿A ti no te pasa lo mismo?

Marinette tragó saliva difícilmente. ¡Por supuesto que le pasaba lo mismo! Y no sólo eso, el nudo en la garganta se le estaba formando de puros nervios.

-S-Sí...a mí también me pasa...lo mismo.- Titubeó y Adrien se puso feliz de escucharle decir eso. Él tomó a Marinette de los brazos y cada vez se acercó más a ella, Marinette cerró los ojos y su corazón agitado se electrificó cuando sintió los labios de Adrien sobre lo suyos. Algo que había imaginado muchas otras veces se había hecho realidad. ¿Qué era exactamente lo que sentía por Adrien?

Ella siguió moviendo sus labios como si ya estuvieran acostumbrados a los besos de Adrien. Él puso sus manos en la parte superior de la espalda y delicadamente fue acariciándola por encima de la capa. Sus besos fueron cada vez más pronunciados. Poco a poco Adrien fue avanzando hasta recargarla en un árbol sin despegar sus labios. Ella rodeó su cuello con sus brazos y sin planearlo, esto provocó un acercamiento más placentero y de fácil acceso.

Adrien apartó su boca de sus labios y creó un camino de roces por su mentón y luego por el cuello. El frío que llegó a sentir Marinette se deshacía. ¿Era posible sentirse de esa manera? Sus húmedas huellas eran suficientes para hacerla crear un sueño excitante, uno que sin el deseo que estaba formándose le daría pena siquiera pensarlo. Adrien puso sus manos debajo de la capa, la tela del vestido estaba caliente y ya se imaginaba como se sentía su piel.

Adrien quería mucho a Marinette, verla y escucharla canta le hizo recordar toda su niñez y los sentimientos que había creado por ella. Ella se había vuelto más hermosa, no había duda y cuando estuvo en la carreta con ella tuvo algo claro...quería tener algo formal con ella.

Marinette sintió que Adrien se estaba separando de ella y rápidamente tomó su cabeza, sumergiendo sus dedos sobre su rubio cabello y poniendo ligeramente fuerza, un claro indicio que no quería que terminara...eso duró algunos segundos hasta que lo soltó con vergüenza.

El fantasma de la OperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora