LIMERENCIA

19- Enfrentando

- Lo único que me detiene es mi mayor temor, el rechazo. Indiferencia tal vez para quien sea el causante; dolor para quien lo recibe. Un pasaje a la negación, una distancia forzada. - El psicólogo me mira como si estuviera exagerando

- ¿Te parece una estupidez? - Le pregunto a la defensiva

- No, es solo q..

- Pues no. El maldito rechazo es igual al tiro que un ave sufre cuando ya está muy alto. Es aquello que te hace caer aunque estes en la cima de las ilusiones. Una de las cosas más poderosas para hacerte sufrir el impacto luego de la caída. - Respiro profundo

- No creo que sea una estupidez, es solo que me sorprenden tus palabras. Hablas como si tuvieses más de treinta años y ya hubieras pasado por toda clase de cosas. No olvides que tenes una larga vida por delante y no por un único rechazo que recibiste tenes que tener tanto miedo. - Intenta explicarme

- Ya se, solo digo que ahora tengo miedo de empezar algo con otra persona y ese vecino es encantador, pero no me atrevo a aceptar salir con él.

Resulta que ayer se acerco a mi departamento nuevamente para devolverme el encendedor y para mi sorpresa me invitó a salir a algún lado, pero yo le dije que lo iba a pensar; tuve temor de llegar a engancharme como sucedió con Charlie.

- ¿Querés superar tu miedo al rechazo? - Me pregunta con firmeza

- Nada me haría sentir más aliviada. - Vuelvo a respirar profundo

- ¿Sabías que la única forma de superar algo es enfrentandolo?

- ¿Quiere que enfrente al rechazo? 

- Aceptá salir con ese chico; si en algún momento sentis rechazo de su parte podes aceptarlo y considerarlo positivo ya que no te estarías quedando con la duda de que hubiera pasado si te reunías con él. Y si eso no sucede, te vas a dar cuenta de lo bueno que fue aceptar salir porque estarías formando una relación con alguien que te valora y está interesado en vos.

- Tiene razón, voy a aceptar. - Le digo decidida

- Hacé lo mismo con Charlie.

- ¿Qué? - No entiendo

- Enfrentalo, decile lo que pensas y como te sentis de frente. Luego retirate. Es necesario que hagas eso para poder cerrar esa etapa y darle espacio a una nueva.

- Voy a intentarlo.

- Bueno, ya terminó la seción, nos vemos. - Me permite retirarme

Llegué al edificio, en la entrada estaba Charlie y el portero conversando. Sin pensarlo más me acerco a él.

- Te amé, de verdad te amé y mucho. Hasta hoy no paraba de pensar en vos; intenté todo para que las cosas volvieran como antes, pero también se necesita esfuerzo de la otra persona para que una relación funcione. Me cansé, traté, luché hasta en silencio y nada. Quiero que sepas que ya no voy a insistir, me retiro. Ahora solo sos mi compañero de trabajo y lo único que te exijo es el respeto que merezco como persona. - Luego de gritarle esto a la cara me doy la vuelta, no se si está más impactado el portero que él

Noto que justo está entrando mi sexy vecino.

- Hola, pasá por mi a las 10. - Le sonrío y me dirijo a mi departamento

- Ahí estaré bonita. - Me sonríe, Charlie presencia esa escena

Me siento rara, No obtuve respuesta alguna de Charlie, de hecho no le permití responder, todo fue muy rápido. Esque no quería escuchar su respuesta, tuve miedo de que todo el escandalo que armé en recepción le fuera indiferente.

Cambiando de tema, no se que ponerme para esta noche. Todas las prendas las usé un millón de veces. Tal vez Mag tenga algo interesante.

Abro su placard, parece el de Hannah Montana. Una tras otra falda y tops.

Me pruebo una falda campana pero no me favorece, es demasiado grande, parezco Minnie Mouse.

Más al fondo del placard encontré un vestido verde agua, lindo. Tal vez salga con esto. Me puse unas plataformas blanca y el vestido, me gusta como queda. 

- Ladrona de ropa agena. - Me señala Mag

- Lo tuyo es mío y lo mío es mío. Besos amiga. - La saludo y me dirijo al ascensor

Espero en la recepción a Seba. 

- Estás hermosa. - Se aparece de repente como si él me hubiese estado esperando a mí

- Gracias, vos te ves genial. - Llevaba una camisa que le favorecía mucho y tenía una fragancia muy seductora

- ¿Vamos? - Pregunta ansioso

- ¿A donde?

- No se.

- Bueno, vamos. - Resulta ser que vamos a improvisar y me encanta la idea

Caminamos un largo rato.

- Estamos a dos cuadras de las cataratas. ¿vamos? - Me sonríe

- Vamos. - Le devuelvo la sonrisa

Al llegar sentí una inmensa emoción de la nada. Ver las cataratas es increíble. Pero verlas por la noche a solas con alguien como Seba es otra cosa.

- Tomá. - Me pasa una linterna

- ¿por qué tenes linternas? - Me sorprende

- Trabajo en una ferretería y bueno, tengo alguna cosas siempre a mano. - Ilumina las cataratas con su linterna, hago lo mismo

- Es hermoso. - Comienzo a temblar, caen algunas gotas de agua a mi cuerpo

- Tomá mi campera. - Se quita su campera y me la coloca en los hombros

Sale una lagrima de mi ojo.

- ¿Qué te pasa? - Pregunta confundido

- Perdón, estoy sensible, sos muy lindo conmigo y eso me emociona. - Probablemente mi cara este siendo la de una completa boluda

- Vos sos linda. - Me sonríe, toma mi mano y continúa contemplando las cataratas