Seungcheol has a problem. ━━ JiCheol • JeongCheol

c i n c o

─ Parece que alguien la paso bien ayer. ─ Me sorprendió un poco ver a Jihoon sentado en frente de mí. ─ Dime SeungCheol, ¿estuvo mejor que yo? ─ preguntó con fingida inocencia mientras abría una paleta que había sacado de su mochila.

─ ¿Qué dices Jihoon?

─ Lo que escuchas, sabes, pensé que me ibas a llamar... ─ Dijo con la paleta todavía dentro de su boca. ─...pero ya ha pasado más de una semana, ¿es que acaso no estuve bien?

─ Lo estuviste, ─ dije con una sonrisa en la cara ─ pero no es algo que vaya a ser de todos los días pequeño.

─ No me llames pequeño, que tengo la misma edad que tú. ─ tenía el ceño fruncido, así que su estatura era su punto débil, tierno. ─ Pero si lo dices mientras me azotas, no me importaría. ─ Y jodidamente caliente. ─ Nos vemos después, Cheol. ─ dijo mientras se dirigía al otro extremo de la cafetería.

Todavía estaba viendo al lugar en donde se había ido a sentar Jihoon cuando sentí a alguien sentarse al lado de mi ─ Amor, ¿esperaste demasiado? ─ JeongHang ─ El maestro de economía tiene la costumbre de emocionarse siempre cuando la clase está por terminar, es odioso.

─ No esperé demasiado Hannie ─ dije dirigiendo mi vista finalmente a él. ─ ¿Hablas del maestro Kim? ─ vi como JeongHang asentía ─ Es un buen maestro, no creo que sea odioso. ─ dije mientras sacaba la botella de agua.

─ No digo que él sea odioso, es odioso la manía que tiene ─ decía alargando el brazo arrebatándome la botella. ─ Pero ya no importa, ¿y los demás? Dijeron que íbamos a almorzar juntos.

─ Vernon tiene clases con Park y Jisoo con Byun. ─ dijo sonriendo ─ no van a llegar en un buen rato.

─ ¿Park ChanYeol? ─ asentí. ─ Es caliente. ─ fruncí el ceño y vi como Jeong soltaba una pequeña risa.

─ Soy tu novio, ¿sabes? ─ dije con una cara de molestia.

─ Si lo sé. ─ se acercó hacia mí para juntar los nuestras bocas, pasando su lengua por encima de mi labio inferior, separándose. ─ Y tú eres aún más caliente.

Estar en la última clase del día, significaba tener a Jihoon al lado de mí, tener su olor dulce rodeándome por casi dos horas y viendo como jugaba con sus pies que no llegaban a tocar el suelo; lo peor de todo es que me estaba ignorando, ni un saludo, ni una mirada, nada, no debería molestarme, pero no hace, y mucho.

Jihoon había pedido permiso para ir a los servicios, y como soy un impulsivo de lo peor, tenía que salir detrás de él, no puede abordarme en la cafetería para luego ignorarme. Entre y lo vi sentado encima de los lavamos, viendo hacia la puerta, viéndome directamente con esa sonrisa ladeada.

─ Ta habías tardado Cheol. ─ debí haber puesto la cara de confusión más graciosa del mundo para que el pequeño comenzara a reír. ─ ponle el seguro a la puerta, nadie más está aquí dentro.

Soy débil lo acepto, porque hice todo lo que me pidió, acercándome a pasos rapidos hacia él que ya me esperaba con las piernas separadas, posicionándome entre medio de estas y con el todavía sentado al borde de los lavamos, ataque sus finos labios rojizos en un beso rápido y necesitado, el coloco sus manos alrededor de mi cuello y yo sujete con firmeza sus caderas, jugando con su lengua en un beso ardiente, me acerque lo más que puede él, mientras comenzaba a besar su cuello, dejando marcas pálidas en su blanca piel y mientras sentía sus manos pasar por mi torso con él soltado suspiros y jadeos bajos, me separe un momento para ver como el rubor se había puesto en sus mejillas y su lucha por recuperar el aire perdido, quería volver a devorar sus labios, pero sentí como sus pequeñas manos me detenían, mientras él buscaba bajarse de donde estaba sentado, confundido di unos pasos hacia atrás para darle espacio.

─ Lo dejamos hasta aquí SeungCheol. ─ vi cómo se dirigía la puerta, estaba confundido y muy duro. ─ Si quieres continuar, tienes mi número. ─ Salió por la puerta, dejándome solo en el baño. Será maldito.