Capítulo Cinco

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(UN PARÉNTESIS ANTES DE EMPEZAR ESTE CAPÍTULO, "Lucas" ahora es "Aaron", para no provocar confusiones<3)

Presente

01/03/2017

— Quedan dos días antes que entres a clases y estás echada en el sillón con el celular haciendo no sé qué y para variar estás en pijama — mamá se llevaba quejando de esto hace dos días, de que estaba en pijama y blah blah blah —, anda a ducharte por el amor de Dios.

— No creo en Dios — aquella era mi respuesta a todo lo que me decía.

Indignada levantó los brazos como siempre lo hace, el típico "mi hija no tiene remedio" y se marcha.

Yo seguí viendo How i met your mother como si nada hubiera pasado, también viendo un par de publicaciones en mi Facebook y con un bowl de papitas fritas y varias tazas de café a los lados. Dani va a venir a mi casa dentro de las 16:00 de la tarde, no tenemos planeado mucho que hacer, tan sólo comer, chismear o como muchos chilenos decimos "cahuinear", reírnos de cualquier cosa y grabar historias en snapchat de la otra. Lo típico.

Pero lo más importante de este día para mí — aparte de hablar con mi mejor amiga —, es que le contaré un poco de esa amada persona que ha entrado a mi vida. De cómo hizo borrar cosas tan horribles y como logró que Aaron ya no estuviese en mi mente. No digo que su recuerdo me ponga triste, pero siento muy dentro de mí que ya no siento amor por él, tal vez amor por su recuerdo o la excelente persona que alguna vez fue conmigo, pero no podría explicar que tuviera algún sentimiento amoroso que se mantenga oculto en mi mente, y si es que hubo algo así en algún momento, ya no está. O eso espero.

Bueno, quedan dos días para entrar a clases y ahí lo averiguaré, aparte estoy muy enfocada en la PSU e igual me siento super nerviosa porque aquella prueba definirá quién seré desde ese día en adelante, pero estoy segurísima de que será sensacional, de que este será mi año.

Ya eran las 15:30 y estaba ansiosa que la Dani llegara, dejé todas las cosas en el living y subí corriendo las escaleras a mi pieza — me parecía muy chistoso que mi hermano haya bajado la televisión al primer piso, mamá estaba súper descontenta —, rápidamente me puse unos shorts de jeans de tiro alto y una polera a tiritas burdeo dentro de los shorts, finalmente me solté un poco el cabello y me coloqué mis converse negras. Luego cuando fui al baño me maquillé un poco, muy casual. Un delineado negro en el párpado con una pequeña colita y me encrespé las pestañas, finalmente un poco de brillo labial, probablemente no salgamos, pero siempre hay que estar un poco maquillada. Ya pasados unos minutos mi teléfono vibra y al ver el mensaje ya sé que Dani ha llegado.

Estábamos sentadas en la terraza de mi casa comiendo helado de vainilla con salsa de chocolate, y yo le estaba contando un cahuín a la Dani, y ella estaba muy sorprendida.

— Es que no puedo creerlo — dijo impactada –, ¿ellos dos terminaron? Eran muy linda pareja.

— Yo los odiaba.

— Tú odias a todo el mundo — ambas reímos.

— Sí y no, porque a ti no te odio.

— Cierto — señaló.

— Entonces el tema es que odiaba su relación, por separado me caen bien, pero juntos son una mierda. Te apuesto a que si vuelven estarían peleando de nuevo el mismo día.

— Bueno, acepto tu apuesta, pero si pierdes tenemos que cimarrear e ir al cine.

— Trato — cerramos el trato con un apretón de manos.

He estado pensando últimamente que no estoy preparada del todo para entrar a clases, al menos siento que no quiero entrar y no es como del lado psicológico sino más bien del académico.

Tengo miedo de que me vaya como la mierda este último año, el cual no tiene que pasar, porque si pasa...

— ¿Qué vas a hacer cuando entremos? — Dani interrumpió mis pensamientos.

— ¿A qué te refieres con eso?

Me lanzó una mirada de "ya sabes".

— ¿Te das cuenta de que nunca siempre terminamos hablando sobre estos temas?

— ¿Cuáles serían esos temas?

— De Aaron, Diego, parejas, cahuines, comida, pelambres y/o series.

— Pero principalmente sobre Aaron y no vuelvas a pronunciar el nombre de ese asqueroso.

— ¿Quién? ¿Diego?

— Lo odio.

— Compartimos esos sentimientos.

Luego de aquello, sólo bastamos en reírnos hasta morir, hablar cosas sin sentido, sacar recuerdos a la luz y ver un poco de netflix mientras comíamos — tal vez por efectos de la weed, increíblemente chistoso —

— ¿Te das cuenta en qué año estamos? — dije. 

 — 2017 — suspiró. 

—Nuestro último año - dijimos al unísono.

—¿Sigues queriendo estudiar literatura? - Dani preguntó.

—Sí y no. Tuve una crisis existencial la semana pasada y pensé, ¿qué pasa si no saco 720 puntos para estudiar literatura? ¿qué sería de mí si me va mal en la PSU? Entonces — dije con entusiasmo  —, pensé ¿qué es lo que más me gusta después de literatura? — miré a la Dani, al no tener respuesta alguna, yo me auto respondí — Psicología. 

— Tal vez si estás tan loca después de todo — río Dani.

— Tú sabes que la respuesta es sí — sonreí — y tú, ¿qué piensas estudiar?

—- No sé, sociología, nutrición, psicología, no sé...

—- ¡ESTUDIA PSICOLOGÍA Y CUANDO SALGAMOS NOS HACEMOS SOCIAS! — chillé.

— YAAAAAA...

Me prendí un cigarro en forma de celebración, aspiré un par de caladas largas antes de hablar. 

— Hay que ponernos las pilas este año —dije.

— Te apuesto que ya en Mayo vai a estar super pajera.

—Trato — sonreí.

OcéanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora