Capítulo Siete.

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1 año atrás.

15/07/2016 

— Hola — se escuchó una voz temblorosa — te he extrañado — susurró en mí oído.

— Aaron — bajé la cabeza, miraba mis pies, no le podía mirar a los ojos... estaba realmente nerviosa.

Movió torpemente su brazo hacia mí, acorralándome contra la muralla, el espacio entre nosotros se reducía cada vez más, estaba entre la espada y la pared y Aaron era la espada. 

— Me gusta tu polera — lanzó una sonrisa ladeada y acarició una de las esquinas de ella con sus dedos — te ves muy linda hoy...

— Es eso o puedes estar tan borracho que no sabes a quién estás mirando — respondí lo más cortante que pude. 

— Sé con quién estoy hablando — dijo derramando un poco de alcohol de su vaso —, con Isidora mi queridísima ex.

— No tan querida como lo has demostrado los últimos meses.

— Tú sabes que me intimidas, me pones nervioso — y se comenzó a acercar sus labios cada vez  más a los míos.

Mis piernas comenzaron a temblar, tengo que tener fuerza de voluntad, no puedo ser tan patética para verlo después de mucho tiempo y no dudar más de dos veces en hacerlo o no, pero mi corazón me guíaba a hacer otra cosa, y mi cerebro se veía opacado por la música que recorría los pasillos, justo ahora donde más necesito a la Dani no está en ningún lado, de hecho las personas que han pasado por aquí — que han sido pocas —  no han hecho nada para evitar la situación, que desesperación más grande y mucha impotencia. Me encantaría quitármelo de encima, pero no puedo, aquel olor tan familiar, el calor y la cercanía me lo impiden. 

— ¿En qué piensas? — me preguntó.

— Cómo si te importara — salió mi personalidad enojada en un abrir y cerrar de ojos — ¿Quién te crees tú para acercarte así a mí?

— Wow tranquila, ¿por qué tanta ira?

— Por ti, eri un aweonao que se cree el weon más bacan del mundo... Cuando estás conmigo eres un amor de persona, pero cuando hay amigos presente te comportas como el idiota más grande del Universo y me haces daño y no sé si no te das cuenta o lo haces, o si lo haces a propósito o no. Y eso me da mucha rabia, porque me hieres mucho y lo haces y lo vuelves a hacer, pero yo siempre vuelvo a confiar en ti, soy una estúpida por creer en ti, ahora sal de mi vista y de mi vida.

Realmente quise decir eso, pero lo que de verdad dije fue: — No sé, debe de ser el alcohol y el estrés.

— Yo te puedo ayudar a quitar ese estrés — se comenzó a acercar más hasta que nuestros labios se rozaron y un leve beso se fundió entre nuestros labios. 

Me separé antes de que ese topón llegara a ser que me metiese la lengua por la garganta, miré nuevamente hacia abajo sonrojada y me cubrí el rostro con ambas manos. 

— Tengo que salir de aquí — susurré y lo empujé antes de que pudiera decir blah.

Corrí hacia el otro lado de la casa y sentía que él me iba siguiendo, pero no podía parar de correr.

Creía que podía soportar el hecho de verlo. Creía que no iba a provocar efectos en mí nuevamente, pero me equivoqué, respecto a él siempre lo hago. Puedo llegar a pensar una cosa sobre él un día y luego al siguiente algo completamente distinto... Odio aquella parte de mí porque cada vez que intento avanzar llega él nuevamente a mi vida y no me lo permite, por lo que más quiera, de verdad no puedo — es como si fuera un barco que está listo por zarpar y que el ancla se soltara a último momento, donde el ancla es él — ¿Cuando será el día que pueda fundir el ancla y liberarme de él? ¿Cuando dejará de afectarme todo lo que hace? ¿Cuando me volveré a enamorar y dejar a Aron en mi pasado? Porque no puede estar en mi presente ni en mi futuro, no quiero dejar de tener una amistad con él, pero su cercanía tampoco está logrando algo bueno en mí, lo único que está llegando a lograr es que mis sentimientos estén más a flote y que sufra por todo lo que hace, es super insano y él tampoco se da cuenta de lo que me provoca. 

A veces siento que puede llegar a saber aquello y que lo está usando en su propio beneficio, pero eso lo convertiría en una persona mala y él no es malo, sólo no sabe como enseñar sus sentimientos, siendo que antes eso era lo único que hacía. Intento que entienda que podemos ser amigos pero tiene que mantener cierta distancia; soy su amiga, pero también soy su ex y hay ciertas cosas que sabe que me pueden llegar a afectar tanto a nivel emocional como sexual, y de lo sexual sé que se aprovecha, cuando no tiene a nadie me busca a mí porque sabe que yo estaré ahí, a veces me siento como un objeto.

Mis lágrimas y la desesperación me nublaban la vista cuando de repente choqué con un hombre bastante alto, vestía unos pantalones negros y una polera gris larga de cuello en "U" y también usaba unas zapatillas blancas.

— ¿Isi, estás bien? — levanté tan sólo un poco la cabeza y pude divisar a Ignacio.

— ¡Naacho! — le di un fuerte abrazo y volví a mirar hacia arriba  y le dije — ¿acompáñame afuera? quiero fumarme un cigarro.

Él asintió y caminamos en busca del patio.

El Nacho es uno de mis mejores amigos desde hace mucho tiempo, lo llevo conociendo recién un año, pero ha sido una persona muy importante para mí, también va en mi mismo colegio y paso con él la mayor parte del tiempo, es una persona muy simpática y divertida, y lo más importante es muy buen amigo. Nacho es de tez morena, bastante más alto que yo, el cabello es café — rebajado a los lados y levantado al medio — sus ojos también son cafés y tiene una sonrisa amplia y blanca. 

— Isi, ¿qué pasó? — me observó y sabía que sus ojos estaban juzgando mi mirada llorosa y mi nariz roja.

— Ya no importa, ahora estoy mejor —  dije apuntando a mi amiguito el cigarro. 

Nosotros dos somos unos amigos muy unidos y siempre sabemos por mucho que el otro lo niegue cuando estás mal o estás triste.

Nuevamente volvió a darme una mirada de reproche.

Lo observé unos segundos y sin pensarlo dos veces rodé los ojos: — Bueeeeno, verás lo que pasó fue...

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weno weno, ahí está el cap 7 espero que les haya gustado y creo que no puedo fijar cuando subiré uno nuevo así que puede ser mañana o dentro de un tiempo, créanme que valdrá la pena esperar si hay que hacerlo...

los quiero a todos <3

OcéanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora