Capítulo 10.

5.4K 287 2
                                    

Me monto en su auto sin decir nada. Ella me escolta y cierra la puerta detrás de mí. Al subirse noto que pasa las palmas de su mano por su regazo.

Esta nerviosa. Sonrio internamente ante ese gesto.  Es increíble que después de tantos años ambas estemos tan nerviosas al estar solas.


- Es gracioso, ¿no?

La miro en espera de su respuesta.

- Después de tanto tiempo, me siento nerviosa estando contigo en un auto
. – dice mirando al volante pero a su vez esbozando una sonrisa.

Por dios, tiene razón. Compartimos un momento muy íntimo una vez en el auto de su madre.Demasiado intimo.

Jesús, ¿hace calor aquí?

- Bueno, por lo que recuerdo teníamos a penas 17 años...

- Si, luego perfeccionamos algunos de esos encuentros..

Calor, calor, calor.

Ella sonríe ante mi gesto y arranca el coche.

- Es un auto muy bonito.

- Si... Hubiese preferido uno más pequeño, pero tú sabes como es mi padre..

Alejandro Cabello .¡ Aun recuerdo el terror que le tenía cuando pequeña!

- Recuerdo que en aquel tiempo no dejabas que interfiera en tus decisiones. – no puedo evitar decirle.

Es por eso que el me odiaba. Decía que yo era la culpable que su hija no respetara las decisiones de sus padres. Yo diría que eran las exigencias de sus padres.

- Sí, bueno, en este tiempo no tuve quien me hiciera ver la realidad.

Me lo merezco. Fui yo quien le recrimino ese pequeño detalle y ella me lo esta devolviendo.

- ¿A donde vamos? – pregunto luego de carraspear.

Cambiar de tema, en eso tengo una gran habilidad.

- Creí que ya te habías dado cuenta – dice mientras hace un giro a la izquierda.

La realidad es que estaba tan concentrada en ella que ni siquiera me fije en donde estábamos.

- No te preocupes, ya llegamos.

Estaciona y se baja del auto tomando su abrigo. Lo rodeo y abre mi puerta ofreciéndome su mano para bajar.

El frío aire de la madrugada me invade y sonrío. Sé perfectamente donde estamos. Frente a nosotras un preciosos, aunque pequeño, lago.  Ese que se encuentra frente a la estación. Donde veníamos cada vez que queríamos escaparnos. Era ridículo, ya que en Lima, Ohio es imposible escaparse de algún lugar.

Me emociona que ella utilizara este detalle. Y a su vez la odio por debilitarme cada vez más.

- Cuando hablamos aquel día creo que no era el momento ni el lugar indicado. – comenta mientras camina conmigo sin soltar mi mano – pero reaccione de esa forma, te presione y te busque para poder hablar contigo. Y se que no fue lo mejor. Aunque estés algo borracha, aturdida y yo algo ansiosa, me gustaría compartir contigo el amanecer.

Se para bajo un árbol y se sienta en el pasto llevándome con ella.

- Nunca más vi el amanecer desde aquella vez Laur...De hecho, nunca más pude hacer nada sin pensar en ti

- Creí que Robert y tu habían abandonado su amistad luego que te fuiste

Cambiar de tema.

¿Dije que soy buena en evadir situaciones?

- Algo así, pero lo busque en cuanto llegue aquí. Hablamos... bueno, hable y el me reprocho muchas cosas. Pero tú sabes... es el hermano que nunca tuve. No podemos estar enojados uno con el otro

- Eres parte de su familia. Y se sintió muy dolido con tu partida. Bueno.. no fue el único. – digo con pesar – De todas formas – nuevo cambio de tema – me sorprendió verte allí, y mas con aquel chico el cual te acompaña.. no recuerdo el nombre

¡Bieeeen Lauren Jauregui!  ¿En serio es momento de reprocharle eso?

- Estamos igual, me sorprendí al verte allí. Quiero decir, nunca te gustaron la fiestas multitudinarias de Robert

- Tampoco a ti... - interrumpo.

- No podía no asistir. De todas formas, me sorprendió aun mas verte acompañada. Después de todo, no mencionaste ese detalle cuando nos vimos...

Estoy a punto de estampa su cara contra el árbol.

Lo pienso. Es una muy buena opción.  Pero desisto.

¿En serio ella me reclama a mi supuesta pareja cuando ella se presento con ese hombre de la empresa?

- Bueno, no preguntaste. Y que yo sepa tampoco mencionaste que ibas acompañada de ese... grandullón que te escolta a todos lados. Ni siquiera recuerdo su nombre.

- Niall – dice con una sonrisa burlona.

- Como sea. – digo mirando hacia otro lado.

- Recuerdo presentarlo el día que nos vimos.

No contesto. No tengo nada para decir.  Si lo hago exploto, y no es conveniente.

- Lauren– me llama.

Sigo sin mirarla.

Ella suspira y luego posa su mano en mi mejilla y la empuja para mirarme fijo a los ojos.

- Niall es solo un amigo. Si lo ves conmigo en todos lados es porque trabajamos juntos. El se encarga de nuestra seguridad, lo conocí allí.

- Oh... - Mierda. Eso me tomo por sorpresa.-Definitivamente me quede sin palabras.- ¿Recuerdas el viejo almacén de antigüedades? – ella asiente – Los padres de Dani lo compraron hace poco más de un año. Nos conocimos allí y somos amigas desde entonces.

No quiero ni preguntarme porque le conté tanto. O siquiera porque aclare esa situación. Aunque se lo debía, ella lo hizo en cuanto a Niall.

- ¿Amigas? – asiento – Bueno... no se que pensar. Nosotras dos también lo éramos.

- Nosotras éramos muchas cosas Camila. Pero como tú dijiste, éramos.

- Nunca vas a perdonarme, ¿no es cierto?

Nuevamente sus ojos en mi.

Su castaño contrastando con las luces rojas del amanecer.

- Lo siento – me susurra.

- Ya te disculpaste – susurro algo nerviosa.

- Entonces siento lo que voy a hacer ahora.

Me dice aun mas cerca de mi tomando mi rostro y plantando sus labios sobre los mios. Inspiro rápidamente ante la sorpresa. Pero me cuerpo se debilita ante su contacto. Camila mantiene los ojos cerrados y ejerce presión sobre mis labios.

Finalmente, cedo y le correspondo.

Llevo demasiado tiempo sin sentirla de esa forma.

Cierro los ojos y ella toma mi labio inferior sobre los suyos y lo delinea con su lengua.

Me estremezco y la tomo de la nuca para poder tenerla más cerca aun mientras abro mi boca para ella. Automáticamente su lengua me invade y yo la empujo con la mía mientras un gemido se escapa de su garganta.

No sé cuánto tiempo pasamos así.

Pero noto que mi cuerpo reacciona frente a ese beso. Como lo hizo siempre ante su boca. Siempre me volvieron loca sus besos. Era capaz de entregarle todo ante ese acto. En cuanto nos separamos en busca de aire miro a sus ojos y su mirada cambia.

- Lo... lo siento, Lolo. Realmente lo siento – dice agitada – Prometí darte tu espacio, pero... no lo puedo evitar. Con tan solo verte, olerte o sentirte y que mi cuerpo se vuelva loco por ti. Como lo hizo todo este tiempo, mi corazón no te olvidó, y yo tampoco.

- Camila, tú te fuiste, yo no te obligue a abandonar lo nuestro.

- Soy la única culpable de esta situación. Jamás podría reclamarte nada. Y ya te lo dije, jamás me lo perdonaré. Pero no quiero que por nada del mundo pienses que fue por falta de amor.

- ¿No? ¡Entonces no encuentro otro motivo Camila!!

- Es muy difícil de explicar. Pero créeme que fui la única culpable.

- Camila yo no puedo volver a confiar en ti. – confieso.

Un destello de dolor de asoma por sus ojos.  De pronto comprendo el fuerte significado que tienen las palabras que acabo de decirle.

- Está bien. Lo comprendo – dice alejándose un poco mas – y tienes todo tu derecho. Pero aun hay algo entre nosotras, un amor tan grande como es nuestro es imposible de olvidar. Yo no lo hago. Te siento en mi corazón, Lauren y lo confirmé con este beso.

- No es fácil, Camila...

- Por favor, no tomes ninguna decisión ahora. Ambas cambiamos en este tiempo, debemos conocernos nuevamente. Aunque nuestra esencia sea la misma. Lo haré contigo y lo haré con... Sophie, en su debido tiempo si me das la oportunidad. ¿Que dices? Me das, o mejor dicho, ¿nos das la oportunidad de volver a empezar?  

Take me home- Camren (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora